La muerte en los cómics
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 18 de marzo de 2009 3:59 COT
No me resisto a la tentación de adentrarme en asuntos que competen a la narrativa del cómic, y es por eso que quisiera dejar al lector esta breve disertación acerca de un tema que ha sonado con fuerza durante los últimos años. Me refiero al asunto de la muerte en los cómics.
Como se pudo ver en la película X-men 3, los héroes pueden morir, pero ello no indica que se haya perdido a tales personajes para siempre jamás. Y es que, por mucho que uno se sorprenda, tanto héroes como villanos tienden en ocasiones a dejarse matar para luego regresar del sueño profundo sin siquiera sentir cosquillas en el proceso.
Este elemento es quizás uno de los más importantes alicientes para considerar el universo de la historieta como una mitología moderna, ya que ubica a los involucrados en una escala superior a la del común de los seres humanos. No basta pues con que estos tipos posean poderes increíbles sino que encima de eso es muy difícil que se resignen a estirar la pata.
Ejemplos los hay muchos y a continuación tomaré como ejemplo uno de los acontecimientos más sonados y que se volvió clásico en el asunto de la muerte y la resurrección comiquera: la muerte de Superman.
Quienes recuerdan este suceso acaecido por allá en el 94 sabrán que Superman murió a manos de un mega-villano creado exclusivamente para dar fin al héroe, con un nombre lo suficientemente contundente: “Doomsday”. Narrativamente, este evento fue explicado como la creación de un ente kriptoniano artificial diseñado en la tierra que se salió de control. Comercialmente el asunto venía por otro lado y obedecía a una caída catastrófica en las ventas del cómic, que hacía necesaria aplicar medidas drásticas. Las entrevistas a ñoños de variados pelambres apuntaban a que Superman ya no era leído por las nuevas generaciones ávidas de sangre y violencia.
Entonces los creativos de Superman decidieron darle la estocada, a sabiendas de que una vez muerto el héroe los títulos dedicados a él se iban a ir a las nubes, adquiridos con enfermiza necesidad por los mismos ñoños que antes lo despreciaban. El marketing con esta muerte fue quizás uno de los mejores y más elaborados en la historia del cómic, pues con bastante tiempo se fue advirtiendo el macabro evento. Algo así como “crónica de una muerte anunciada”, pero con capa incluida.
Las series que se crearon en edición especial para dar peso al asunto —a saber, La llegada de Doomsday, La muerte de Superman, El mundo sin Superman, Reino de superhombres y El retorno de Superman (que nada tiene que ver con el hueso de Bryan Singer)— ¡se agotaron a tal velocidad que un solo tomo de estas historias llegó a ser reeditado hasta 14 veces! Fenómeno que ningún título de cómic ha alcanzado hasta ahora.
El resultado fue un triunfo económico para DC que aún hoy se mantiene como ejemplo de rentabilidad bajo la manga para aquella compañía que sienta un bajón en las ventas de su héroe… La fórmula es clara: construya una historia convincente, genere la expectativa adecuada, mate al susodicho, dele un compás de espera de tres meses para luego revivirlo apoteósicamente y siéntese a esperar el disparo de las ventas.
Otros personajes no corren con tanta suerte como Superman; sin embargo es notorio que, aunque tengan que quedarse muertos, su sombra de continuidad se realza con el “nuevo” reemplazo y las opiniones que genera en el público. Casos como el de Flash (Barry Allen) o Green Lantern (Hal Jordan) dan muestra de que el marketing funciona con diversas variantes.
Pero hablando del caso Marvel se puede decir que las cosas, sin ser tan espectaculares, sostienen esquemas similares. Hasta ahora, por ejemplo, el Profesor X ya tiene a su haber cuatro muertes (¡si no son más!). Una que se dio en los setenta y que conllevó a un reemplazo de su cuerpo por el de un clon con su mente intacta, luego vino su muerte total a manos de su propio hijo (¡qué belleza de cuadro familiar!) y que generó toda una nueva línea temporal en la clásica saga Era de Apocalipsis, de la cual hablaré en otro momento, y la que quizás fue más difícil, cuando su alma murió y se transformó en Onslaught, el más aterrador de los villanos Marvel… Muy recientemente volvió a ser asesinado por Bishop (a ese X-man nunca me lo tragué, entre otras cosas), pero este recurso ya cae mal de lo traqueado que está.
Todos estos eventos en su momento reportaron un auge en las ventas de X-men y de otros títulos involucrados. Por ello basta concluir diciendo que la muerte de unos es vida de otros y que resulta inútil derramar lágrimas si lo más seguro es que, en lo sucesivo, los ya fallecidos regresen muertos, pero de la risa. Los designios de vida y muerte son dictados por los dioses corporativos de las editoriales y como buenos dioses son de lo más veleidosos. Para la muestra un pequeño botón de muertes y regresos en los cómics:
- Thunderstrike (reemplazó un tiempo a Thor y luego lo mataron, recientemente regresó)
- Moonnight (ya ha muerto como tres veces y siempre regresa estrenando nuevo traje)
- Daredevil (fingió su muerte cuando se descubrió su identidad pero ahí sigue)
- Dr Doom (ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha muerto, claro que siempre resulta que era un clon o un Doom de otra línea temporal)
- Wonderman (como está hecho de energía Iónica cada vez que se muere regresa más poderoso)
- Tornado Rojo (androide de la JLA que absurdamente ha muerto como tres veces, como si una máquina pudiera morirse)
- Magneto (cuando está por patear los traseros de todos los X-men los guionistas optan por matarlo, sumirlo en un limbo de veinte episodios y revivirlo más poderoso que antes)
- Cable (desapareció en la Era de Apocalipsis pero al restituirse el universo volvió)
- Spiderman (aparentemente murió cuando descubrió que era un clon pero resultó que el que alegaba ser él era en verdad el clon y volvió)
- Dr Octopus (murió y fue revivido por la secta ninja conocida como The Hand)
- Elektra (murió y fue revivida por la secta ya citada)
- Green Goblin (aparentemente murió y su hijo tomó su lugar para morir después y dejarle al padre de nuevo su puesto)
- Green Arrow (murió y regresó gracias a una fuerza cósmica llamada marketing pues su hijo, que lo reemplazaba, era de lo más insulso)
- Robin 2/Jason Todd (segundo e intrascendente Robin que regresó de la muerte para atormentar la culpa de Batman)
- Red Skull (enemigo acérrimo del Capi América cuya cualidad parece ser morirse a cada rato y resucitar)
- Jean Grey/Phoenix (como su nombre lo indica renace de sus cenizas)
- Capitán América (supuestamente murió baleado el año pasado pero todo indica que se trataba de un alienígena metamorfo de la raza Skrull que lo había suplantado)
- Y un agotador etcétera de velorios frustrados aquí y allá
Así pues es menester sintonizarse con esta tendencia en el mundo del cómic y no desfallecer ante la pérdida de tal o cual héroe o villano. Tengan por seguro que, si es rentable su resurrección, lo veremos de nuevo caminando entre los inferiores mortales.
mircoles 25 de marzo de 2009, 22:43 COT
Gran articulo. Me encanto recordar otra vez la famosa muerte de superman, la cual conoci hasta el año pasado gracias al mundo del internet.
Desde ahi me volvi medio aficionadito a lso comics de estos “superheroes” y pues no sabia que tanto ellos como villanos eran asesinados o se morian caprichosamente hasta el punto de matar la gallina de los huevos de oro debido a las tantas muertes que mencionan en sus libros…
En fin, gracias por ilustrarme de ese mundo que aunque –siendo sincero.. poco conozco, cada dia me parece mas interesante.
PD: Toca echarle un ojo a la “era del apocalipsis”