Pocas veces como lo de ayer se le muestra a uno la impotencia de las palabras para contar y, menos, para describir lo que se vivió en esta ciudad con ocasión de la marcha del 4 de febrero contra las Farc. Pero toca intentarlo.

Cali, toda Cali, literalmente, bajo un sol esplendoroso, caminó con parsimonia y casi en silencio, por cerca de veinte cuadras desde la plazoleta de San Francisco, al frente de la Gobernación del Valle, hasta el CAM, en donde confluyeron riadas interminables de gente que parecían salir hasta de la misma tierra. [sigue…]

(Fotos: Óscar Pedraza / especial para equinoXio)

El asunto no pasó por el silencio ni por el miedo. Por lo menos no en ellos. Desde hace unos años los familiares de los secuestrados decidieron organizarse para buscar soluciones a la situación en la que se encuentran. En ese proceso han formado una posición particular frente a la realidad del país, que tiene entre otras características una muy sólida crítica a la manera en que el Estado decide sobre la vida de sus familiares. De ahí, no solo han empezado a presionar por el intercambio humanitario como la salida más viable para el tema del secuestro sino que proponen que a partir de ese tema es posible sentar a las partes y buscar una salida negociada al conflicto. Porque para ellos hay un conflicto, que no es sólo armado, sino que también es social y político.

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Un hombre habla de por qué tiene una valla en alemán en la manifestación contra las FARC del 4 de febrero de 2008 en Bogotá. También menciona otras cosas… interesantes. Imágenes sin editar.

El cronista llega juicioso a las diez, a la Plaza de Bolívar. Va en busca de los del Polo y las centrales obreras. Lo primero que se encuentra es una inmensa pancarta en la que los congresistas, bueno, los que siguen en libertad, también manifiestan su rechazo a las FARC.

¿Alguna vez se verá una igualita contra los paramilitares? Pero bueno, el lector dirá que le estoy metiendo política al asunto y los facebookeros advirtieron que el que hable de esto no tiene derecho a marchar, así que Cayetano, mijo, que el día hoy es de los apolíticos.

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(Fotos y videos: Germán Cabrejo, especial para equinoXio)

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En la capital de Nariño también la marcha tuvo dos puntos principales de inicio: la Avenida de Los Estudiantes y la Avenida Julián Bucheli (al norte y sur de la ciudad, respectivamente) en donde poco a poco se vio la llegada de personas vestidas con camisetas blancas. Casi a las 10 de la mañana, hora en que la marcha empezó, se notaron los carteles – de toda clase de formas y tamaños – al igual que los símbolos que las personal utilizaron como protesta, ya sea bombas, banderas, cintas, etc. pero todo de un solo color, blanco, lo cual mantenía un discreto mensaje de solidaridad y respeto hacia la vida y la libertad.

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Marcha por la carrera 7a. a la altura de la calle 30 (Fotos: Julián Ortega Martínez / equinoXio, licencia CC-BY)

Tomando como pretexto la particular, como de costumbre, perspectiva de la marcha contra las FARC por parte de los visionarios de Antanas Mockus, acompañamos la movilización desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar. Antes, pasamos por la Universidad Nacional, donde algunos (¿muchos?) no querían saber nada de una marcha que se olvidaba de una buena parte de las víctimas de la guerra en Colombia y que serviría para lanzar la segunda reelección de Álvaro Uribe Vélez.

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[Fotos cortesía Noticentro Colombia]

Según informa Noticentro, más de 15.000 personas salieron a las calles de este municipio de Cundinamarca, ubicado al norte de Bogotá, para "para manifestar su rechazo a las FARC, a sus prácticas terroristas y criminales y manifestar el repudio a la abominable práctica del secuestro". Universidades como la de la Sabana y la Escuela de Ingeniería se sumaron a la jornada.

En medio de consignas como “Chávez, si tanto los querés, llevátelos pa’ vos, te encimamos a Piedad”, “El Pueblo Unido no quiere comunismo” y “Colombia unida por la libertad y la vida”, se desarrollaron las marchas en contra de las FARC y sus actos terroristas en la ciudad de Medellín. Entre los asistentes, la consigna más escuchada era “no más FARC”, lo que es expresión de la falta de apoyo a este grupo subversivo. Rigo, ciudadano sueco, y uno de los participantes en la marcha, afirma que le duele mucho lo que le pasa al pueblo colombiano; por un lado, considera que el presidente Uribe le miente al pueblo, aunque reconoce, que desde el gobierno sí se han buscado alternativas de solución a los problemas; añadiendo que Colombia es un país que cada vez se enferma más, pues no ha sido un pueblo unido que de manera colectiva se proponga acabar con esta problemática.

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