Por Diego Casaes*

La forma en que la Navidad se convirtió en un momento de consumismo en lugar de la celebración del nacimiento de Jesucristo es muy alarmante. Pero ¿por qué tiene que ser así? En la misma proporción el consumismo en la Navidad nos hace incrédulos de las posibilidades de los sentimientos y esperanzas, este espíritu sigue vivo en el corazón de algunas personas, a pesar de las palabras de los escépticos y de los que señalan con el dedo hacia los que celebran la Navidad diciendo que son hipócritas.

Por Adal, el hippie viejo*

Las navidades aquí son “bien a la europea” y digo así porque se han mantenido las costumbres, en lo que refiere a la mesa o a las comidas, igual que allá, con la diferencia que allá es invierno y aquí pleno verano, es decir, comemos tantas, pero tantas calorías, como si hiciese 5 grados bajo cero cuando en realidad se superan los 30 grados Celsius por esas horas.

Por Pepe Grisales*

El 5 de cada diciembre un voluntario se disfraza de negro como algo tradicional porque, según la leyenda, se trata del ayudante negro de San Nicolás (Santo de los dulces) de nombre Piet. La leyenda dice que Piet era precisamente quien entraba las chimeneas de noche para dejar regalo y dulces, especialmente galletas para los niños que se hayan comportado bien todo el año. Se torna una fiesta con el personaje disfrazado, quien trata de asustar a los niños persiguiéndolos mientras que ellos juguetean con él. Los padres de familia los acompañan y salen a la calle a presenciar la diversión de sus hijos. Esta es la fecha de traída de los regalos en los hogares.

Por Gerardo Omaña Márquez*

En cualquier rincón venezolano se celebra la llegada del niño dios y un sinfín de tradiciones se despliegan en todo el territorio nacional. Diciembre comienza con alegría y el venezolano disfruta esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos. Nuestra identidad cultural se expresa con fuerza y la llegada del niño Dios bendice cada rincón de esta hermosa Venezuela.

Por Franci

La tradición impone preparar el Presepe el dia de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y deshacerlo la noche del día de los Reyes (6 de enero). En algunas regiones el Presepe representa una verdadera obra de arte, especialmente en el sur de Italia. En la ciudad de Nápoles se pueden admirar enormes Presepes con miles de estatuitas, ríos, casas y chozas, representaciones de gran impacto visual y emotivo.

Yo, como mucha de la gente que ha llegado de otros países a vivir a este país, he tenido que adecuarme y aprender de las costumbres de los estadounidenses en época de Navidad. Navidad comienza para la mayoría de la gente al finalizar noviembre, después del día de acción de gracias, cuando usualmente se hace un gran desfile en Nueva York. Al finalizar este desfile siempre aparece Santa Claus simbolizando la llegada de la Navidad.

Por Lidia Rivero

Las Navidades en Australia son muy diferentes, por comenzar es verano, pero aparte de eso somos de muchas nacionalidades. Los australianos celebran el 25 después de desayunar, abren sus regalos y al mediodía comen un almuerzo especial en el que se sirve pavo u otra carne al horno, aunque lo más común es la clásica pata de jamón al horno con miel y especies, y la famosa fruit cake.

Por nora*

Aunque la mayoría de los japoneses son sintoístas y budistas, no significa que no se festeje la Navidad, está presente, pero de una forma diferente a la de todos ustedes. Es una fiesta más bien "comercial", importada en el siglo XX de los Estados Unidos.

En algunas partes se come los tradicionales tamales, en otras, pozole, depende mucho de las tradiciones de cada familia. En mi casa se acostumbra el pavo relleno de carne molida y nuez y otras especias y se le inyecta sidra para darle un sabor más exquisito, también los romeritos que se les agrega mole, la ensalada de camarón que es deliciosa, la ensalada de frutas, una sopa o pasta dependiendo el antojo de mi madre.

Durante 61 años viví en La Habana, la ciudad donde nací el 10 de noviembre de 1942. Y desde 2003, vivo como refugiada política en Lucerna, cantón de la Suiza alemana. Pero tanto en Lucerna como en La Habana, cuando llega diciembre y con él los días navideños, mentalmente siempre vuelvo a mi infancia, pues fue en esa época que disfruté el verdadero espíritu de la Navidad.