Los Juegos Suramericanos Medellín 2010 desde otra óptica
Jueves 25 de Marzo de 2010 4:28 COT
Antes del acto inaugural de los IX Juegos Suramericanos Medellín 2010, que comenzaría a las 17:00 del viernes 19 de marzo, quería ir a ver un juego femenino de judo. Utilicé el servicio metro que me dejaría en toda la estación Estadio y me facilitaría el desplazamiento. Al bajarme mi sorpresa fue mayúscula, cuando algunos miembros voluntarios de los juegos me pidieron que utilizara una vía alterna a la que estaba señalizada y rodeada por una cantidad exagerada de policías, que tenían un cerco en el sector debido a una manifestación de la clase obrera. Sí, era la otra cara de los juegos…
¡Sea varón!
Martes 9 de Marzo de 2010 10:24 COTLa frase contundente y altanera del presidente Uribe, en el encuentro de mandatarios latinoamericanos en Cancún, dirigida a Chávez en vista de que no le quería mantener la discusión sobre un supuesto “embargo” de Venezuela a las mercancías colombianas, deja en evidencia al mandatario nuestro. Y cae de perlas en el Día Internacional de la Mujer.
Entre terremotos ocasionales y desastres permanentes
Domingo 7 de Marzo de 2010 7:05 COTCurioso mundo este. Con diferencia de pocas semanas, el más pobre y el más adelantado de nuestra región se enfrentaron al desastre. Dentro de unos años, una pujante Concepción habrá restañado las heridas y Chile continuará creciendo en todos los aspectos. Haití, en cambio, seguirá a medio hacer, con tropas extranjeras cuidando las calles, ayuda humanitaria a cuentagotas y un gobierno corrupto robando.
El fin del mundo en 3 minutos exactos
Viernes 5 de Marzo de 2010 10:41 COTArriba: Veintidós residentes miran un edificio derrumbado en Concepción, tras el terremoto del pasado 27 de febrero (Foto: Rodrigo Linfati, licencia Creative Commons BY-SA) / Abajo: Una familia damnificada en Santiago. Su casa de dos pisos ahora es de uno y varias estrellas en el techo (Foto: Osmar Valdebenito, licencia Creative Commons BY-SA)
Hay pocas cosas en esta vida que lo empequeñezcan más a uno que la furia de la madre naturaleza. Impotentes y en la orfandad más absoluta; fuimos sacudidos y zarandeados inmisericordemente durante 180 segundos. En 180 segundos la madre tierra nos recordó lo efímeras que suelen ser nuestras pretensiones, nuestra vanidad y nuestras aspiraciones. Y cuando todos pensábamos que ya había pasado lo peor, un mar embravecido arrasó con lo poco que la tierra nos había dejado. No nos quedó nada.