Resurge el movimiento estudiantil latinoamericano
Servicio Sudamericano de NoticiasPor María Evelina Ramírez
lunes 23 de julio de 2007 23:17 COT
En diversos países latinoamericanos se evidencia un resurgir de los movimientos estudiantiles. Con propósitos diferentes, pero con una gran fuerza retoman ese rol histórico que ha caracterizado a generaciones anteriores.
Con ideologías menos revolucionarias que de las de los años 60 y 70, los estudiantes modelo 2007 son quizá más pragmáticos, pero han demostrado que dejaron atrás el desinterés y la apatía que evidenciaban en los últimos años.
El caso paradigmático lo refleja Venezuela, que representa la vanguardia del movimiento estudiantil en América Latina. Esto ha quedado evidenciado en las protestas que protagonizaron los estudiantes en contra de la política de medios del presidente Hugo Chávez.
Los universitarios se lanzaron a las calles de las principales ciudades de todo el país para protestar contra la no renovación de la licencia del canal de televisión opositor RCTV, el 28 de mayo último.
Organizaron protestas a favor de la libertad de expresión, y también pidieron por la autonomía universitaria y los derechos civiles. Demostraron una inesperada capacidad de organización, convocatoria y cohesión.
"Fin de semana por la vida"
La última manifestación del movimiento estudiantil venezolano llamada "Fin de semana por la vida" convocó a decenas de estudiantes universitarios que recorrieron ayer las principales avenidas de Caracas en una caravana de autos para protestar contra la inseguridad. Posteriormente se reunieron en una iglesia católica, donde se ofició una misa.
Con las palmas de las manos pintadas de blanco, los jóvenes comenzaron su recorrido en el Parque del Este (noreste de Caracas) y culminaron en la iglesia La Coromoto del Paraíso (Sudeste). Los universitarios escribieron consignas en los automóviles que decían "Vivan los estudiantes libres" y "no más muertes".
Freddy Guevara, representante estudiantil de la Universidad Católica Andrés Bello, dijo que la iniciativa trata de llamar la atención sobre el hecho de que "cada fin de semana mueren de 80 a 100 personas, y de ellos 80% son jóvenes de entre 15 y 24 años".
En la noche del viernes, los universitarios protestaron en las puertas de la morgue de Caracas. Allí colocaron unos muñecos de trapo que representaban la violencia, el narcotráfico, el odio, la ignorancia, la falta de respeto, el rencor y el desempleo, y pidieron que "mueran los sentimientos negativos".
Así, con gran creatividad los estudiantes han retornado a las calles. La clave de su éxito es que defienden consignas que son comunes a todos los sectores sociales. Algunos analistas apuntan a que este movimiento podría dar inicio a una nueva fuerza, no ligada a los desprestigiados partidos tradicionales.
Contra el recorte de Uribe
En tanto, en Colombia, en mayo último los estudiantes de enseñanza media y universitaria se unieron a profesores y padres para lanzar huelgas y protestas en contra de la proyectada ley de transferencias del presidente Álvaro Uribe, por considerar que recortaría la inversión estatal en educación y obligaría a aumentar las tarifas. A estos reclamos se sumó el rechazo de los jóvenes universitarios al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Para algunos analistas, el auge de la actividad de las agrupaciones estudiantiles de este país se relaciona mucho con el resurgir de las asociaciones de alumnos, en especial de izquierda, en las universidades tanto públicas como privadas.
Estas nuevas agrupaciones, muy bien organizadas, se movilizan por problemáticas como el conflicto armado con la guerrilla o la crisis humanitaria en su país.
El "tambaleo" de Bachelet
En Chile, el gobierno de Michelle Bachelet estuvo seriamente complicado por las protestas estudiantiles.
Entre mayo y junio últimos se sucedió una ola de movilizaciones y tomas de colegios secundarios. Los estudiantes exigían cambios en la política de educación del gobierno: reclamaban no poner en marcha la ley de responsabilidad penal juvenil, estatizar las escuelas y obtener un boleto gratuito en el transporte público.
Durante varias jornadas los estudiantes secundarios tomaron sus establecimientos educativos, y en algunos casos fueron desalojados por los carabineros. Este reclamo tuvo eco entre sus pares universitarios, quienes tomaron la casa central de la Universidad de Chile, en demanda de mejoras en la educación superior.
Entre abril y junio del año pasado, las protestas de cientos de miles de estudiantes, en reclamo de reformas en el sistema de educación, se convirtieron en las mayores de la historia en Chile. Obligaron al Ejecutivo a crear un consejo asesor para atender sus demandas y forzaron la renuncia del ministro de Educación, Martín Zilic.
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