Panorama sobre las elecciones presidenciales en Argentina
Servicio Sudamericano de NoticiasPor Paola Bonavitta
jueves 25 de octubre de 2007 14:54 COT
Según afirman las encuestas, la primera dama y senadora Cristina Fernández de Kirchner lograría la victoria en las elecciones presidenciales de Argentina del 28 de octubre, tal como dijeron sondeos publicados el domingo por los principales diarios del país.
La candidata de centroizquierda, Elisa Carrió, lograría la segunda ubicación, mientras que en el tercer puesto quedaría el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, un político centrista.
En tanto, la legislación argentina indica que el candidato que logre el 45 por ciento de los votos ganará la presidencia sin necesidad de segunda vuelta, y si logra entre el 40 y el 45 por ciento de los sufragios con una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales de su inmediato seguidor.
La primera dama sustentó su campaña electoral en los logros de la gestión del presidente Néstor Kirchner, período en el que el PIB creció casi un 50 por ciento, la desocupación cayó a un dígito y se redujo fuertemente la pobreza y la indigencia.
"Cuando falta apenas una semana para los comicios, ninguno de los encuestadores pronostica un posible ballotaje entre la candidata del Gobierno y el opositor que llegue segundo", dijo el diario Clarín, el de mayor circulación del país.
Las nueve encuestas publicadas por Clarín otorgaron una intención de voto de entre un 39,1 y 47,9 por ciento para Fernández, 15,7 y 18,1 por ciento para Carrió y entre 10,6 a 16,5 por ciento para Lavagna.
El diario La Nación publicó un sondeo propio realizado por la consultora Poliarquía, que con 1.288 encuestados, proyectó un 40,9 por ciento de votos para Fernández, 14,5 por ciento para Carrió y 10,8 por ciento para Lavagna.
Peronismo: tres candidatos
En los hechos, el peronismo presentará, como ocurrió en 2003, tres candidatos a presidente: Cristina Fernández, con los colores de la Casa Rosada; Alberto Rodríguez Saá, por el justicialismo anti-K; y Roberto Lavagna, como referente de una alianza entre el duhaldismo residual y un sector de la centenaria y alicaída UCR.
La esposa del presidente, Néstor Kirchner, tiene detrás a la mayoría del Partido Justicialista (PJ) orgánico (gobernadores e intendentes). Incluso, al poderoso PJ bonaerense, que en 2005 estuvo en la vereda opuesta, cuando Cristina peleó la senaduría por la provincia contra "Chiche" de Duhalde.
Lavagna, ex ministro de Economía de Duhalde y de Kirchner, cuenta con ex funcionarios y dirigentes duhaldistas de trayectoria bonaerense, sobre todo en el plano técnico e institucional, pero escaso poder territorial.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, buscó el respaldo del peronismo periférico e irreconciliable con Kirchner. Primero con la foto de Potrero de Funes, donde se intentó un congreso partidario para pedir internas. Allí hubo encuentros cercanos con el pasado: el ex presidente Carlos Menem más los fugaces Ramón Puerta y Rodríguez Saá; y hasta el neuquino Jorge Sobisch. Sin embargo, no llegaron a un acuerdo viable.
Radicalismo sin candidato
La Unión Cívica Radical (UCR) llega a las elecciones presidenciales sin candidato propio por primera vez desde 1916 y dividida entre oficialistas y opositores, en una encrucijada que determinará cómo se redefine el partido tras las heridas de la crisis de 2001, que obligó a Fernando de la Rúa a dejar el poder.
Con el ex ministro Roberto Lavagna como postulante presidencial y eje de la coalición con un sector del PJ disidente, los radicales que retuvieron la conducción del partido quieren olvidar el fracaso electoral de Leopoldo Moreau en 2003 -que agravó su crisis tras la caída de la Alianza-, y volver a posicionarse.
En el medio de oficialistas y opositores, irán dos candidatos que mutaron -hace tiempo- su color radical por banderas propias: Elisa Carrió, con su Coalición Cívica, y Ricardo López Murphy, líder de Recrear. Ambos conversaron con referentes de la UCR pero nunca llegaron a un principio de acuerdo para alianza, con vista a las elecciones del domingo.
Así, en las convenciones de Rosario y de Avellaneda, los delegados partidarios consideraron que adherir a Lavagna era una de las pocas salidas para enfrentar la ausencia de figuras fuertes en el seno de la fuerza. Una buena elección de Lavagna sería un importante paso para el sector orgánico que, a nivel interno, enfrenta la estructura de los gobernadores e intendentes "radicales K", quienes sellaron una alianza con el oficialismo con la postulación de Julio Cobos como vice de Cristina Fernández.
El grupo comandado por Gerardo Morales -el vice de Lavagna- dice no le teme a una eventual avanzada de los "K" para quedarse con la conducción del partido, pero los disidentes -que resultarían fortalecidos el domingo 28-, ya advierten que pelearán por desplazar a los orgánicos y "tomarán" el partido.
Fuentes: Agencia Diarios y Noticias, Clarín, La Nación, Yahoo! Noticias Argentina, La Gaceta de Tucumán
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