El Salvador: Los índices de violencia son cada vez más altos
Servicio Sudamericano de NoticiasPor María Evelina Ramírez
jueves 30 de agosto de 2007 23:03 COT
El Salvador se ha convertido en la nación más violenta y peligrosa de Latinoamérica. Sus tasas de homicidios van en crecimiento. El registro de muertes sólo se compara con las de las situaciones de guerra.
Un informe sobre los homicidios realizado durante el mes de julio, por la Fiscalía General, la policía y el Instituto de Medicina Legal revela que fueron asesinadas 341 personas. El promedio de homicidios diarios se situó en 11.
En junio pasado, las autoridades se habían mostrado "satisfechas" porque el promedio había bajado a 8,7 homicidios diarios. Auguraban una tendencia a la baja debido a lo que denominaban "eficiencia policial".
"Desde mediados de 2003, cuando se inició la etapa de los llamados Manos Duras, los planes con los que se quiso exterminar a las pandillas llamadas maras, las tasas de homicidios comenzaron a incrementarse. En 2003 la tasa era de 34 homicidios por cada 100.000 habitantes —que ya era alta— pero ha escalado a 55 o más en la actualidad", explicó al diario madrileño El País el especialista en violencia de la Universidad Centroamericana (UCA), Miguel Cruz.
Cruz manifestó que, además del alto número de homicidios, también se registran masacres, ejecuciones extrajudiciales precedidas de tortura, desapariciones y asesinatos con ensañamiento.
El informe señala también que durante todo el año 2006 se cometieron 3.928 homicidios, lo que supone un promedio de 10,7 diarios. Asimismo también detalla que más del 80% de los homicidios se cometen con armas de fuego.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas mayores de 10 constituyen epidemias. Es decir, El Salvador no ha salido de una situación "epidémica" en lo referido a homicidios desde 1980, cuando comenzó la guerra civil, durante la cual se cometían hasta 17 homicidios diarios.
Índices de guerra
En el año 2006 la tasa real de homicidios en El Salvador fue de 68 por cada 100.000 habitantes. Para los especialistas y los consultores extranjeros en temas de violencia, esta cifra representa una "tasa de guerra".
Alan Quim, asesor del Observatorio Centroamericano sobre Violencia explicó a El País que existen "varios municipios, como Colón, Soyapango, Milagro de la Paz y el propio San Salvador (Capital) donde las tasas de homicidios son claramente de naciones en guerra: más de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes".
Por su parte, Enrique Gomáriz, especialista español en temas criminalísticos dijo que se analizan las cifras de homicidios por edades, también se puede confirmar que existen "acciones de guerra contra niños y jóvenes", especialmente de sexo masculino.
"Para El Salvador es duro compararse con otras naciones vecinas, por ejemplo Nicaragua y Costa Rica, que tienen tasas de homicidios muy bajas. La razón es que en estas naciones existe más prevención social que represión; las instituciones son fuertes y funciona el sistema de justicia", explicó Quim.
Razones de la violencia
Para muchos especialistas, las principales razones de la violencia lo constituyen la desigualdad. Así lo manifestó Quim al citado diario: "Las causas de la extrema violencia en El Salvador están en sus altos niveles de desigualdad, la posesión de armas, el machismo y la deportación de inmigrantes con antecedentes penales desde Estados Unidos, que importan otros modelos de criminalidad", señaló el especialista.
Para otros analistas, también debe buscarse las raíces de la violencia en la propia historia salvadoreña. "Parece que en Centroamérica la violencia se impuso y se quedó tras los horrores de la guerra civil. La sociedad sigue tan violenta, como durante aquella guerra y esto es algo muy difícil de revertir pasadas sólo dos o tres generaciones", señala la escritora Irina Darleé en el portal de Prensa Libre.
En efecto, son muchos las voces que señalan los "efectos de posguerra". En este punto, resulta importante recordar que El Salvador atravesó una cruenta guerra civil entre 1980 y 1992. Las secuelas de ese conflicto aún dividen al país.
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