Certeza absoluta: La presidencia de George W. Bush
Servicio Sudamericano de NoticiasPor Paula Falco
martes 11 de septiembre de 2007 23:15 COT
Durante entrevistas que sumaron un total de cinco horas, el mandatario estadounidense George Bush se confesó de manera muy íntima. Reveló que es un "llorón", que no le gusta las malas noticias, y que "no gastó mucho tiempo" en decidir la invasión a Irak.
El autor del libro es Robert Draper, periodista escritor de la revista masculina GQ, ex escritor del Texas Monthly, y además del agrado del presidente. Se sabe que hasta el momento Bush no había permitido alguna intromisión en su vida privada desde su campaña del año 2000.
Certeza absoluta: La presidencia de George W. Bush, es el libro donde Bush confiesa que llora, "y mucho". No obstante, aseguró que no le gusta que sus angustias salgan a la luz, por lo que ante el público busca demostrar "firmeza".
"La gente me observa. Aún así, lloro. Tengo el hombro de Dios para llorar. Y lloro mucho. Lloro mucho en mi trabajo. Apuesto a que he derramado más lágrimas de las que usted puede contar. Derramaré unas cuantas mañana", enfatizó Bush.
Asimismo, señaló que su mayor miedo es tener que "avergonzarse de sus decisiones" algún día.
Por otra parte, Draper obtuvo los testimonios del vicepresidente Dick Cheney; de la secretaria de estado Condoleezza Rice; del asesor Karl Rove que manejaba sus hilos; del anterior secretario de Defensa Donald Rumsfeld; y de Laura Bush.
El libro se basa en la figura del presidente, muestra a un Bush que no todos ven, tal así que se observa el amigo de sus amigos, el político que valora la lealtad, el personaje público que no da lugar a la duda.
También queda demostrado que no le gustan las malas noticias, al igual que no soporta las críticas. Por tanto, sus colaboradores se las ingenian al momento de conducir algunos de esos asuntos. Condoleezza cumple el rol de "filtro", donde las noticias pasan antes por ella y luego al jefe.
En cuanto a la guerra en Irak, Bush reconoció que no lo pensó mucho, "no gastó mucho tiempo" en pensar sobre la violencia sectaria del país. Por tanto, "nos preparamos para un futuro en el que Sadam y su gente se enclavaban en Bagdad", asintió. A su vez, los asesores le señalaron que Sadam fomentaba tensiones étnicas y religiosas, por lo que derrocando al líder todo se resolvería, pero ocurrió lo contrario.
Sobre su futuro, Bush piensa en seguir la línea del ex presidente Jimmy Carter y crear un Instituto para la Libertad, donde enseñará "democracia a los jóvenes líderes de otros países". Además, su objetivo es "hacer dinero", y aseguró, el año pasado durante la Asamblea General de Naciones Unidas, que "en unos años, a mí no me vais a ver matando el tiempo en la ONU".
Fuente: El País
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jueves 13 de septiembre de 2007, 08:00 COT
Tiene gracia que el presidente Bush, de todos los personajes posibles, piense que matar “tiempo” es el peor escenario para su futuro.
sbado 22 de septiembre de 2007, 00:06 COT
[…] está de su lado. Estados Unidos, en cambio, tiene prisa, y la prisa es mala consejera. Que lo diga Bush. Recomendar esta […]