Minusvalía cultural
Homo UrbanisPor Sentido Común
domingo 17 de octubre de 2004 12:25 COT
Un error de concepto
En desarrollo de la reforma constitucional del 91, viene abriéndose paso de manera tímida, una legislación que procura protección a los grupos vulnerables de la población, situación que en poca medida ha sensibilizado a la sociedad colombiana frente al tema particular de los minusválidos. Es así como poco sabemos de minusvalía quienes no la padecemos y precisamente por ignorancia, acrecentamos sus dificultades.
Es un hecho que el entendimiento de la minusvalía como condición crítica de la persona encuentra una gran barrera en la mente del ciudadano común y de la sociedad misma, porque con frecuencia ésta se asocia exclusivamente a la utilización de una silla de ruedas, cuando la discapacidad física, sensorial o psíquica consiste en una circunstancia temporal o permanente que en la práctica cobija a tres grandes grupos poblacionales que poseen limitaciones de éste orden: los minusválidos contingentes, los niños y los adultos mayores (personas de más de 60 años). Visto así, uno o más miembros de cualquier familia se encuentran en tal condición, pero pese a ello la conciencia colectiva no asimila conceptualmente la magnitud del asunto.
Por todo, nos corresponde ampliar la visión social sobre el tema y aplicar de manera conciente principios tan fundamentales como la equidad, la solidaridad y el respeto. Se debe dejar de lado la expresión de pesar o misericordia que acompaña corrientemente el trato al discapacitado, pues ello justamente genera discriminación y aislamiento, cuando lo que se requiere es su adaptación al medio.
Los colombianos tenemos ciudades hostiles. Si quienes disponemos regularmente de facultades físicas y psicológicas regulares nos movemos por ellas con alguna dificultad ¿qué podremos decir de las personas con limitaciones motrices, visuales o psíquicas que intentan tener una actividad normal? Estos minusválidos contingentes, niños y adultos mayores solo tendrán el sitio digno que les corresponde en la sociedad cuando la gente reconozcamos que la discapacidad no es una enfermedad de pocos sino una condición de muchos.
Octubre 17 de 2004
Originalmente publicado en EL TIEMPO, Sección Vivienda
lunes 21 de noviembre de 2005, 01:03 COT
La palabra mandala proviene del sánscrito y significa: círculo. Pensamiento contenido dentro de un círculo; dibujo centrado; todo tipo de imágenes organizadas alrededor de un punto central, que pueden contener múltiples formas geométricas y simbólicas (como los pintados por los monjes tibetanos, ordenados según estrictas normas de composición y referidos a una tradición compleja) o muy sencillos y naturales: un punto en el centro de un círculo, una flor abierta, un sol.