Menos mal se murió Lady Di
Homo UrbanisPor Sentido Común
domingo 18 de julio de 2004 0:09 COT
Aburrido de temas sórdidos y complejos como la guerra, la crisis económica y la corrupción, el gran público reclama un espacio para soñar, para vivir un mundo distinto, donde las historias de príncipes sean posibles y, en pleno siglo XXI, la monarquía genera un ambiente perfecto para el devenir de esos sueños. Prueba irrefutable de ello es la interminable novela de Lady Di, que un lustro después de la muerte de su protagonista, aún sigue vendiéndose. En el fondo, los cuentos de hadas son un tipo de narcótico social necesario, como lo son los reinados de belleza, el fútbol, los realities y los chismes de la farándula. Ante esta realidad los comunicadores sociales suministran gustosos la droga de tan alta demanda y consumo.
Lo que resulta absurdo es que esta dosis se suministre dentro de noticieros de televisión que han claudicado ante la banalidad sin límite que representa la noticia de farándula. El periodismo está dando paso al chisme y la tendencia actual es la de crear secciones “light” en las que se cuenten intimidades de los famosos y comentarios de pasillo sobre la actualidad política, todo con el facilismo que supone este peculiar esquema.
Detesto estas secciones tanto como la inclusión de publicidad velada o directa dentro de espacios no comerciales. ¿Hasta cuando los televidentes tendremos que aguantar las tales “noticias patrocinadas” que nos asaltan en medio de cualquier espacio noticioso o las interminables demostraciones de una faja mágica que hace perder 20 kilos en tres días y que irrumpen en cualquier canal sin previo aviso? Basta hacer un recorrido el sábado en la mañana por todos los canales, locales o satelitales, para conocer el spam en la televisión.
Columna publicada originalmente en junio 01 de 2004
Gracias por su opinión.
lunes 1 de agosto de 2005, 09:29 COT
El bajo nivel de exigencia de los televidentes hace posible se mezclen noticias con FARANDULA.
martes 2 de agosto de 2005, 08:14 COT
La interminable historia de la monarquia inglesa
mircoles 24 de agosto de 2005, 14:37 COT
Que boleta que a uno lo cambien por alguien tan FEO!!!
jueves 25 de agosto de 2005, 23:45 COT
Sí, el anterior esposo de Camila era más bonito que Carlos…
lunes 29 de agosto de 2005, 09:05 COT
Muy cierto. El problema es que en este país la farándula se ve más que la sección internacional -que en todos los noticieros es la más corta y la más floja-. Y la publicidad metida de jeta en los programas sí me parece “jartísima” e irrespetuosa con el televidente. Pero como lo que importa es la plata…