Un marido o la devolución de su dinero
Estancias > Salón comunalPor Marsares
sbado 23 de septiembre de 2006 17:23 COT
Así como lo leen, esta ha sido la garantía del libro que Margaret Kent trae a Colombia para enseñar como atrapar marido en dos años. Su traducción a 22 idiomas, así como sus dos matrimonios a cuestas son prenda de garantía de que sus consejos harán posible que cada mujer se case con el “hombre que desea”.
Como primer principio básico, Kent dice que la mujer debe mostrar inteligencia, y vaya que en Colombia si que tienen la inteligencia de mostrarlo todo. Como estará de explícita la cosa, que hasta D’artagnan, está asustado. Mostrar está de moda. En la calle las gemelas amenazan con reventar las costuras, ya uno no sabe donde comienzan las piernas y donde terminan las faldas, y ni qué hablar del ombligo, los hombros, la espalda… Todo, todo lo muestran, nublando la inteligencia a todo aquel que se tropieza con estas majas de nuevo cuño. Si Goya viviera.
Hace unos años se decía, antes de que las comidas rápidas arrasaran con las familiares, que al corazón de un hombre se llegaba a través del estómago. Pues no, ahora se llega a través del ego o por lo menos eso asegura miss Kent cuando da su segundo consejo. Y como lo tenemos tan grande no es sino que llegue alguien que nos ayude a cargarlo para que caigamos redonditos. Acá el valor de la palabra adquiere toda su dimensión, ojo Ranita, y nos hacen crecer tanto que nos olvidamos que abajo está el mundo real donde las que mandan son ellas.
Dicen que el que calla otorga y mis Kent le da un valor incalculable. Déjenlos hablar, le dice a las mujeres, al fin y al cabo el que mucho habla mucho yerra y después ustedes se encargarán de corregirlo. Recuerden, mijitas, que por la boca muere el pez, aparte de que en boca cerrada no entran moscas. Mejor dicho todo el diccionario de dichos a su disposición para que no les quepa la menor duda. Ellos son los que hablan y ustedes las que deciden, así de sencillo.
Finalmente, a cerrar con broche de oro. Si han hecho juiciositas la tarea, y nosotros tenemos bajas las defensas, es el momento de asaltar el castillo y como más vale pájaro en mano que ciento volando, dice miss Kent que es el momento adecuado para que la mujer deje ver que se quiere casar y, por favor, suplica la buena señora, no se pongan de melindrosas si le ven por ahí unos cuantos defectos, incluso defectotes. Recuerden siempre que mujer que espera al príncipe azul, viste a los santos de tul.
Y yo agregaría, para terminar, también ahí pegadito del refranero popular: Amor que no es osado, amor poco estimado.
sbado 23 de septiembre de 2006, 17:41 COT
Parece que debieras tú también doctor Marsares de escribir otro libro. Te veo muy experto en el tema y… sobre lo que mostramos nosotras, me refiero a mi género… vaya que tienes bien desarrollado el sentido de la vista.
Interesante que hayas enfocado este tema porque es un libro que está dando mucho de qué hablar, claro que no comparto estudiar cómo amar, en el amor no valen instrucciones. Un abrazo afectuoso!
sbado 23 de septiembre de 2006, 22:30 COT
Bien lo dice la diva AMPARO GRISALES en su obra : NO SERÉ FELIZ PERO TENGO MARIDO.
Saludos desde la querendona, trasnochadora y morena.
lunes 25 de septiembre de 2006, 09:48 COT
Lully:
¡jajaja! Ya quisiera un hombre saber todas los caminos sutiles de la seducción femenina. Lo único que sé es que nosotros vamos a la batalla del amor enfundados en brillante armadura, y a ustedes les basta una simple mirada para que el guerrero se despoje de ella y descanse en el regazo de su amada.
Jaime:
Y si lo dice la diva… póngale la firma.