Televisión sin horarios
Estancias > Medios y cultura popularPor Julián Ortega Martínez
viernes 8 de septiembre de 2006 18:16 COT
Colombia es el único país del mundo donde hay que adivinar a qué horas empieza un programa de televisión, especialmente durante el horario triple A (llamado también primetime). Se justifican en la guerra del rating, como si en realidad no confiaran en sus propios productos, teniendo presente siempre el temor de que la competencia los supere.
Antes de 1998, la televisión colombiana tenía un sistema mixto, en el que el Estado era el dueño de los canales y empresas privadas licitaban los espacios, presentando propuestas y sometiéndose a los dictados del gobierno, que imponía los horarios y los tipos de programas que debían ir en los mismos. Aunque era ciertamente un esquema que limitaba a las programadoras, por lo menos había distintos puntos de vista, distintos tipos de programas y, sobre todo, puntualidad en los horarios (salvo cuando hablaba el presidente de turno, por ejemplo). Pero todo cambió cuando Carlos y Julio Mario obtuvieron las concesiones para montar sus respectivos canales privados.
Las mejoras en la calidad técnica de la producción contrastan con el empeoramiento de la calidad de los contenidos y de las propuestas y además con un esquema simple (noticiero, reality show, telenovelas) que se apoderó de la franja de mayor sintonía. Y para colmo, los televidentes que no tenemos tanto tiempo para ver televisión somos obligados a adivinar a qué horas empieza un programa y forzados a ver propuestas que poco o nada nos interesan, en espera del capítulo de la telenovela o incluso del noticiero.
Ni siquiera en los todopoderosos Estados Unidos, donde la competencia ciertamente es brava y de donde se copian casi todo acá, se dan esos lujos. Los estrenos de otoño se conocen con dos y hasta tres meses de anticipación y las publicaciones dedicadas a ello subsisten. Hasta hay canales dedicados a mostrar con pelos y señales los listados de programación. En Japón, de donde supuestamente es originaria esta práctica, los sitios web de los canales y los periódicos indican claramente a qué horas se transmite un programa, así sea en horarios tan raros como las 20:54 o las 25:50 (véanse, por ejemplo, las parrillas de programación de TV Asahi, Nippon TV, TBS y Fuji TV, las cuatro principales cadenas privadas nacionales).
En Colombia, los periódicos casi ni dedican espacio a la programación de los canales, las revistas sobre televisión que proporcionaban esos datos están casi desaparecidas y los horarios (aproximados, eso sí) sólo pueden conocerlos los "privilegiados" con acceso a internet, porque en los promocionales televisivos casi nunca salen. En el caso del sitio de Caracol Televisión, los usuarios de Firefox salimos afectados, porque usan un incómodo código Javascript en lugar de una página específica para ello.
¿Qué tal concertáramos una cita de trabajo sin una hora específica? "No, espéreme que yo allá voy más tarde". ¿O con la novia o el novio? ¿"Más tarde", a qué horas? Los televidentes merecemos respeto, y ya que no nos lo dan con los pésimos contenidos que ofrecen (y por los cuales pagamos indirectamente gracias a la publicidad), al menos los ejecutivos de los canales podrían dejarnos en paz con los benditos horarios. Es lo mínimo. Si no confían en lo que producen o en lo que compran, ¿cómo pretenden que lo veamos si ni siquiera nos permiten saber a qué hora exacta lo transmiten?
viernes 8 de septiembre de 2006, 18:53 COT
Gracias a Dios tengo cable y acceso a la radio. Me bastan. Prefiero ver Prison Break o Lost (que siempre empiezan a la hora que es) que tetas, reyes y platas y eso que mi hijo anda en una de esas, “Amores cruzados”.
sbado 9 de septiembre de 2006, 08:10 COT
Por eso y otras cosas más no veo televisión nacional. Pero hay tanta gente a la que no le importa…
sbado 9 de septiembre de 2006, 16:16 COT
Ni faltar con el anime en nuestro apís, que fue muy hermoso hasta que vino la maldita censura y a partir de allí, fue proscrito.
¡Viva la Revolución Socialista Anime!
lunes 11 de septiembre de 2006, 12:27 COT
Marsares: Yo igual. Pero hay que pensar cuando de vez en cuando pasan algo decente en los canales nacionales.
Mauricio: Muy cierto.
Oscarín: ¿Qué tiene de socialista una máquina de hacer dinero?
lunes 11 de septiembre de 2006, 17:09 COT
¿Qué pasó con la tutela que durante unos meses obligó a los canales privados a tener una parrilla precisa con horas de programación? Otro ejemplo de la utilidad de los recursos jurídicos en el país del sagrado corazón.
Oscarín: no veo qué relación hay entre socialismo y anime.
Julián: si bien el anime es, básicamente, de alto comercio, hay títulos y series que valen bastante la pena, argumentalmente. Es una lástima que desde que la parranda de ignorantes que nos gobiernan decidieran ponerle atención a otra parranda de preocupadas y más ignorantes aún madres de familia que decidieron ofrecer una interpretación “satánica” de Dragon Ball, los títulos interesantes estén vetados para el público, y tengan que buscarlos exclusivamente en el canal Animax. En realidad, resutlaría más educativo para la mayoría de los chicos si en lugar de Los Simpson y Futurama – series para adultos – pasaran en esos horarios series intelectualmente retadoras, como Aryuna.
lunes 11 de septiembre de 2006, 17:19 COT
[…] Televisión sin horarios (2006.09.08, Medios y cultura popular) […]
lunes 11 de septiembre de 2006, 17:23 COT
Mornatur: Ni idea qué pasó con la dichosa tutela. Seguro como ponen esos horarios “chiviados” en las páginas web, con eso ya “cumplen”.
Claro, tienes razón, hay muchos títulos buenos en el anime (como también muchísima basura). Alcancé a ver Arjuna en el hoy extinto Locomotion y tengo la excelente banda sonora, cortesía de la siempre asombrosa Yōko Kanno. Un saludo.
mircoles 4 de octubre de 2006, 18:32 COT
[…] La concesión de licencias para operar canales de televisión abierta, pero privados, acolitó la irresponsabilidad horaria. […]
lunes 22 de enero de 2007, 20:05 COT
Canales Nacionales de Colombia tendrán que avisar con siete días de anterioridad el cambio en su programación
Con esta medida, que entra a regir desde marzo próximo, la Comisión Nacional de Televisión, CNTV, busca generar respeto al televidente. Su incumplimiento le acarreará multas a las cadenas.
Así lo explica Juan Andrés Carreño, director encargado de CNTV. “Hay tres medidas que busca el acuerdo: una, que los canales informen a la teleaudiencia sus cambios de parrilla para darles un carácter estable. Dos, que aquellos canales que piensen hacer cambios, los hagan pero los anuncien con siete días de anterioridad y tres, la medida busca fortalecer la figura del defensor del televidente en horario prime”.
lunes 22 de enero de 2007, 20:08 COT
Camilo: Gracias por la noticia. ¿Será que sí cumplen?