Stephen Harper en Colombia
Estancias > Primera planaPor Carlos Raúl van der Weyden Velásquez
lunes 16 de julio de 2007 21:45 COT
Stephen Harper y Álvaro Uribe durante la rueda de prensa en la Casa de Nariño (Foto: © Fernando Ruiz Nieto / Servicio de Noticias del Estado)
Este lunes concluyó su visita oficial de dos días el primer ministro canadiense Stephen Harper, conservador que ha acercado a su país, tradicionalmente ajeno y receloso de Washington, a la órbita de Bush. Colombia fue la primera parada de una gira de seis días en la que Harper viajará por Chile, Haití y Barbados para promover acuerdos comerciales e inversión. De hecho, la intención de Harper era iniciar conversaciones tripartitas con Colombia y Perú para un Tratado de Libre Comercio.
La prensa canadiense, la de un país abanderado de los derechos humanos, no podía dejar pasar por alto el tema de Kimy Pernía Domicó, líder indígena de la etnia embera-katío, asesinado en 2001 por paramilitares, como admitiera Salvatore Mancuso en su versión libre de enero pasado. Pernía cuestionó la construcción a mediados de los años 90 de la represa de Urrá, en el departamento de Córdoba, que incluía una partida por US$18,2 millones entregada por el gobierno canadiense. En 1999, Pernía Domicó viajó a Ottawa a rendir testimonio ante el Comité de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional de la Cámara de los Comunes del Parlamento. Allí denunció el asesinato de 4 líderes indígenas por las AUC, que les prohibieron acercarse a las reuniones que se hicieran sobre el proyecto, señalándolos como guerrilleros y declarándolos objetivo militar. Dos meses antes de ser "desaparecido", Pernía reiteró sus denuncias en un foro internacional en Quebec.
Hasta la confesión de Mancuso, Pernía se presumía desaparecido. En febrero, 61 miembros del parlamento canadiense y organizaciones de derechos humanos (las mismas que el presidente Álvaro Uribe y sus fanáticos rabiosos catalogan de áulicas del terrorismo y de cajas de resonancia de los carniceros asesinos de las FARC) firmaron una carta (publicada en el diario oficialista del clan Santos) en la que exigían resultados tanto en la investigación (el cuerpo, como muchos otros de víctimas del paramilitarismo, no ha sido encontrado) como en los castigos para los responsables. Su hija recibió el premio John Humphrey que le otorgaran a su padre por su labor en defensa de los derechos humanos. Así, antes de la visita de Harper, organizaciones como Amnistía Internacional le pidieron al primer ministro poner atención al tema y tener presente el caso de Pernía.
Sin embargo, lo que se vio este lunes en la rueda de prensa en la Casa de Nariño fue algo completamente diferente. Harper le dio un espaldarazo a Uribe (que no es lo mismo que Colombia, como vociferan los ignorantes adoctrinados por José Obdulio Gaviria Vélez) y en una muestra de su ya tradicional pragmatismo politiquero declaró: "No les vamos a decir: arreglen todos sus problemas sociales, políticos y de derechos humanos, y entonces sí vamos a querer tener relaciones comerciales con usted. Eso sería ridículo". Mientras tanto, en otro de sus arranques de mesianismo y de megalomanía pura, Álvaro Uribe Vélez se volvió a proclamar salvación de la patria por el sólo hecho de ocupar el solio de Bolívar tras la farsa del Caguán. ¿Los asesinos Raúl Reyes y Manuel Marulanda estuvieron en la 10a. con 10a. esperando agazapados para tomarse el poder en 2002? ¿O es otro globo-sonda característico de una administración más preocupada por la imagen que por los verdaderos problemas? ¿Qué harían Uribe, Pastrana, Samper, Belisario, Vargas Lleras, los Santos, hasta los izquierdosos politiqueros colombianos, sin las FARC?
Canadá, acaso de buena fe, ha apoyado con recursos el controvertido proceso de desmovilización de las AUC, que tiene un nuevo capítulo esta semana con la "confesión" de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, cuyos esbirros fueron enviados a intimidar a colegiales de Medellín para que fueran a "apoyarlo" a su entrada al Palacio de Justicia de esa ciudad. ¿Ese es el precio que hay que pagar por la protección que su suelo brinda a miles de colombianos que por la violencia o por la falta de oportunidades decide buscar un futuro en la gran nación de la hoja de arce? Sin demeritar la ayuda que siempre ha ofrecido Canadá a nuestro país, el pragmatismo debe hacerse a un lado, al menos por un momento, cuando hay sangre, muerte, impunidad y desolación de por medio. Deseando que sea cierto lo que Harper dice en su último párrafo de su declaración: "la mayoría de los colombianos están dedicados a los valores esenciales de los países exitosos: libertad, democracia, derechos humanos y estado de derecho. Canadá comparte estos valores y busca cultivarlos mediante nuestras asociaciones con los colombianos. Trabajando juntos, podemos ayudar a realizar el potencial de este gran país y ayudar a su pueblo a alcanzar la paz, la estabilidad y las oportunidades económicas que han deseado por tanto tiempo", esperamos que no sean, como de costumbre, sólo palabras. Y de ser una declaración sincera, entonces Canadá cree mucho más en Colombia que sus propios líderes.
martes 17 de julio de 2007, 01:05 COT
Excelente. Una cachetada a los a los demócratas engreídos que no quieren hacer el TLC con nadie (ahora es Perú) mientras tanto le mandan cartas a Iguarán para que investiguen a Iván Cepeda, hijo de un miliciano del partido político de las FARC: Granda en la UP al mismo tiempo en las FARC.
Los mismos demócratas que piden la barbarie del acuerdo humanitario, los mismos demócratas propulsores del Caguán…
Harper buen amigo político, dandole duro a los parásitos de izquierda y Amnesia Internacional.
Excelente noticia, excelente, duró golpe al chavismo, y a los amigos del terrorismo musulman.
(que no es lo mismo que Colombia, como vociferan los ignorantes adoctrinados por José Obdulio Gaviria Vélez José Obdulio adoctrina? Jajaja, no serán los que sacan niños a la calles a marchar contra el TLC, a los que tanto defiendes? Lo que matan a los policías o les tiran piedras. Juajua, ¿adoctrinan José? Aquí hay más de un adoctrinan de acuerdo con el crimen.
¿Y mi comentario cuándo lo aprobas en país de la libertad? No escribí en inglés porque el mío es muy deficiente, pero veo que no es ese problema, el problema aquí, es el tartufismo del columnista. Aun espero que le digas a la socióloga, sí a la socióloga que vive en francia y tiene un blog que se llama “Sociología para novatos” y que escribe en español en tu blog de inglés llamado de “The Colombian no sé que más” ¿será que ella tendrá que aprender inglés al 100%? No que va, ¡ella no! ella es del “séquito” ñangarista.
martes 17 de julio de 2007, 01:07 COT
Iguarán para que NO investiguen a Iván Cepeda.
martes 17 de julio de 2007, 13:18 COT
En política internacional hay un dogma que se aplica a todos los gobiernos, con independencia de su ideología, desprendida de la famosa frase de lord Palmerson, secretario de Asuntos Exteriores británico a mediados del siglo XIX: “Gran Bretaña no tiene aliados permanentes; tiene intereses permanentes”.
Aunque suene duro decirlo, los países no tienen moral, salvo cuando les conviene. Ad portas de comenzar las negociaciones de un TLC, Canadá no puede darse el lujo de entrabarlas con cuestionamientos sobre derechos humanos. En los foros internacionales es distinto, pero respecto al bolsillo es otro paseo.
Explicable que Venezuela tenga excelentes relaciones comerciales con Colombia, su antípoda política, y Colombia celebre las intenciones de Chile de ingresar a la CAN y se abrace con Castro por facilitarle los diálogos con el ELN, mientras Estados Unidos e Israel apoyan a Al Fatah (su antiguo adversario terrorista) para aislar a Hamas.
Intereses, sólo intereses. Y Canadá no es la excepción.