Preservando un mensaje verdadero
Estancias > Hibakusha ProjectPor Mainichi Shimbun
viernes 10 de agosto de 2007 0:01 COT
(Publicado originalmente el 3 de agosto de 2007)
Yoshitoshi Fukahori habla acerca del bombardeo atómico de Nagasaki, con una fotografía de un reloj marcando la hora del bombardeo en el fondo. (© Mainichi Shimbun)
"Ese comentario de(l ex ministro de Defensa Fumio) Kyūma tuvo tremendo impacto aquí en Nagasaki", dice Yoshitoshi Fukahori, de 78 años, representante de la sección de montaje de evidencia fotográfica concerniente al bombardeo atómico en la Fundación Nagasaki para la Promoción de la Paz. "La gente decía, ‘de ningún modo podemos apoyar al Partido Liberal Democrático (PLD) después de eso’".
Kyūma renunció el 3 de julio, víctima de la indignación masiva luego de afirmar que los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki eran "inevitables".
"Pisoteó los sentimientos de los hibakusha", dice Fukahori. Kyūma dijo que pensaba que el PLD sería capaz de llevar a cabo sin problemas su campaña para las elecciones de la Cámara de los Consejeros del 29 de julio tras su renuncia.
Su pensamiento parece estar a años luz del ánimo reinante en Nagasaki, resumido por el lema "Que Nagasaki sea el último sitio en el mundo para una bomba atómica".
En la época de la explosión, Fukahori era un estudiante movilizado para trabajo de guerra en la Oficina de Evacuación de la Prefectura de Nagasaki, a 3,5 km del epicentro. Su hermana mayor y su tío murieron. Ahora quiere pasarle a la nueva generación la verdad acerca de lo que las víctimas de las bombas atómicas han pasado por los últimos 62 años. Quiere animar a los jóvenes a trabajar por la eliminación de las armas nucleares. Quiere dejarles un mundo pacífico a sus hijos y a los de ellos.
"No soy tanto como un portavoz", dice. Cuando lo invitan a dirigirse a algún público, llega armado de fotografías de las secuelas de la bomba. Pero las acciones y las afirmaciones gubernamentales dificultan el optimismo. "Los adultos les dan a los niños las señales equivocadas, y no sólo respecto de la paz", señala. "Japón avanza en la dirección equivocada".
En marzo de 2006 el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki, en asociación con el gobierno municipal de dicha ciudad, publicó una edición revisada del Nagasaki Atom Bomb War Journal con más de 400 correcciones de varias ideas equivocadas acerca del bombardeo. Como algunas de las correcciones parecen menores –la reversión de nombres de lugares a la escritura original katakana del más moderno hiragana, por ejemplo– la ciudad fue más bien poco entusiasta en su participación.
Pero Fukahori pidió encarecidamente que el proyecto siguiera. "Si no hacemos las correcciones ahora", expuso, "no habrá otra oportunidad. Los hibakusha están muriendo. Pronto el registro escrito será todo lo que quede".
Entiendo la preocupación de Fukahori por preservar la verdad. Bajo su influencia, me hallo a mí misma afirmando un nuevo propósito de mantener el mensaje vivo.
Por Noriko Tokuno, Mainichi Shimbun. Traducido del inglés por Julián Ortega Martínez
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