“Por alguna razón el mensaje no está llegando”
Estancias > Hibakusha ProjectPor Mainichi Shimbun
jueves 25 de enero de 2007 0:01 COT
(Publicado originalmente el 20 de enero de 2007)
En un ritual diario, Sakue Shimohira junta las manos en señal de oración en Nagasaki a las 11:02, el momento en que la bomba atómica cayó sobre la ciudad (© Mainichi Shimbun).
La música comenzó precisamente dos minutos después de las 11 en la undécima mañana del nuevo año. En el Archivo de la Bomba Atómica de Nagasaki, Sakue Shimohira, de 72 años, apretó las manos en oración silenciosa. “Todos los días a las 11:02”, explicó, “los que sobrevivimos al bombardeo nuclear debemos expresar nuestra gratitud a los que murieron”.
Sesenta y un años después de las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki, los sobrevivientes siguen horrorizados por la insensibilidad de la gente. Shimohira recuerda un episodio en Nueva York hace cerca de 10 años. Había acabado de dar una charla sobre sus experiencias como hibakusha. Eran las 11:02 de la mañana. Los participantes oraban en silencio cuando de repente un joven estadounidense gritó: “no nos culpen por el bombardeo. ¡De no ser por la bomba, ustedes ni siquiera estarían vivos hoy!”.
Cada vez que da una conferencia en el extranjero, Shimohira queda destrozada por los avisos de cuán poca gente sabe lo que pasó. “Por 20 años he estado hablando en varios lugares en el exterior” , dijo. “Por alguna razón el mensaje no está llegando, no cuaja”.
A veces ello es verdad incluso en Nagasaki. El otro día, Shimohira daba una charla en una escuela primaria local. Después recibió una llamada telefónica de la madre de uno de los estudiantes. “Mi hijo estaba llorando, aterrorizado”, dijo la madre enojada. “¡Si quedan traumatizados será su culpa!”
Para horror de Shimohira, el plan médico de la prefectura de Nagasaki incluye una provisión para un hipotético ataque nuclear. “Tal vez sea solamente una medida de emergencia, por si acaso”, afirmó, “pero para mí se siente como si el mensaje al que he dedicado mi vida propagándolo por los últimos 30 años lo estuvieran haciendo a un lado”.
Viví en Nagasaki durante tres años cuando era niño. Allí fue cuando oí hablar por primera vez a Shimohira. En el verano de mi tercer año de secundaria me mudé a Saitama, y les hablé a mis amigos acerca de lo que aprendí en Nagasaki. Incluso escribí sobre ello en mi ensayo de graduación. Pero nadie mostró interés alguno. Lentamente, con el paso del tiempo, yo mismo perdí todo sentido de urgencia. No olvidé, pero tampoco hice nada.
Ahora, alrededor de 20 años más tarde, sentí un deseo de renovar mi reconocimiento con Shimohira. ¿Eso era presuntuoso de mi parte? Quizás. Pero como periodista estaba en problemas. Y Shimohira me ayudó.
“Vas a escribir sobre eso”, dijo. “Le contarás al mundo la verdad sobre los hibakusha”.
Lo haré, lo juré. Escribiré y no me detendré hasta que la gente comprenda.
Por Kazuki Kuraoka, Mainichi Shimbun. Traducido del inglés por Julián Ortega Martínez.
© 2007 THE MAINICHI NEWSPAPERS. All rights reserved. Reproduced under permission (Todos los derechos reservados. Reproducido con autorización).
MAINICHI DAILY NEWS http://mdn.mainichi-msn.co.jp/
domingo 22 de julio de 2007, 00:02 COT
[…] Sakue Shimohira, una conocida hibakusha que entrevisté, y quien ahora trabaja como la gerente general de la Asociación para los Familiares Afligidos de los Muertos de la Bomba Atómica en Nagasaki, hizo hincapié en los terribles efectos en curso que continúan mucho después de la detonación de la bomba atómica, calificando a las armas nucleares de "malvadas". […]
martes 14 de agosto de 2007, 00:02 COT
[…] el 1 de julio, en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. Sakue Shimohira, de 72 años, iba camino a casa desde Guernica, España, escenario en 1937 del peor […]
jueves 22 de noviembre de 2007, 00:13 COT
[…] “Por alguna razón el mensaje no está llegando” […]