Pare de sufrir
Eliminatorias Copa del Mundo Sudáfrica 2010 > EstanciasPor Marsares
viernes 4 de septiembre de 2009 2:51 COT
Dijo Borges alguna vez que ser colombiano es un acto de fe, a lo que se le podría agregar que también de esperanza y caridad, y la Selección Colombia de fútbol es un ejemplo.
En nuestro interior sabemos que no vamos a clasificar al mundial de Sudáfrica, pero con fe de carbonero hacemos cuentas, esculcamos el pasado, repasamos lesionados y suspendidos del adversario, planeamos estrategias, nos pegamos al buen momento de Falcao, Gutiérrez & Cía. y con una sonrisa pronunciamos el veredicto: sí se puede.
Entonces surge la esperanza, la que a Colombia siempre le alcanza hasta el último partido. Llegan entonces en cascada las oraciones, Dios es colombiano (aunque casi siempre se le olvida), sí tenemos con qué, somos los más felices del mundo, por qué querría amargarnos la Divina Providencia la vida, la tercera es la vencida, hay luz al final del túnel, o por lo menos eso esperamos cuando lleguemos allí.
Pero la terquedad de los hechos nos aterriza y entre empates y derrotas vemos que por este lado la resta es el nombre del juego, mientras en el campo ajeno la suma se repite por doquier, así que ni modo, nos arropamos junto al televisor con cara de menesterosos, de pobres solitarios abandonados a su suerte, tan macilentos con cara de ayuno (ya va para tres mundiales) que un toque en el hombro, una sonrisa de conmiseración nos rescata a tiempo.
Como no podemos ir al mundial de los grandes, sí podemos ir al de los chiquitos, nos dicen con la amabilidad destinada al patojo que algún día será grande. A ver si pueden organizar uno, no para que se lo ganen, pero sí por lo menos para que participen. Un gesto de caridad que agradecemos mientras seguimos en el papel de siempre, hinchas de selecciones ajenas.
Gracias a Dios esto no se da sino cada cuatro años, pero la verdad quisiéramos que las derrotas no se reeligieran indefinidamente. ¿Necesitaremos un referendo para cambiar las cosas?
sbado 5 de septiembre de 2009, 19:21 COT
Pues parece que la plaza de Medellín le va bien a la Selección de fútbol de Colombia, ¡Hemos ganado!!
Algo para resaltar, el recibimiento y atenciones para con los ecuatorianos, que muestran una Medellín amable.
La casa de la selección, y no soy regionalista, debe ser Medellín. No hay duda. Eso sí, que amplien el estadio.
Un abrazo con aromas fútboleros!