México se quedó con el tercer lugar en una subfinal entretenida
Copa América 2007 > EstanciasPor Marsares
domingo 15 de julio de 2007 12:51 COT
La verdad, una final de perdedores deja poco a la emoción. No se juega a nada. Estar un puesto arriba no significa mucho cuando el premio mayor se escapó de las manos. Pero el panorama cambia cuando se quiere jugar al fútbol. La posibilidad de ver un buen partido crece y a veces sorprende.
Esta vez le tocó la subfinal al México rajado por Argentina y al Uruguay que un error arbitral mandó p’al carajo. Buenos conjuntos, el uno dando guerra desde el principio de la Copa y el otro venido de menos a más, demostrando que no quería ser un segundón. De ahí que en los primeros dos minutos, un disparo del “loco” Abreu al arco y segundos después un tiro libre mexicano anuncia que la lucha es pareja.
Pero son chispazos. El medio campo poblado impide el libre transcurrir de los habilidosos. México pujando y Uruguay escondiendo la bola, dieron al traste con el fútbol ofensivo. Cuando esto sucede le toca a las individualidades sacar el conejo del sombrero. Un centro de Maxi Rodríguez para que cabecee al piso el “loco” Abreu inaugura el marcador para Uruguay al minuto 21.
Los nervios pesan y tres minutos más tarde un encontrón entre Forlán y Pinto causa una bronca general que se calma pronto con la amonestación de los protagonistas. A estas alturas Fusile hace un buen trabajo. Controla a Forlán y al retroceder arma línea de cuatro en el fondo. Pero los equipos no abren el campo, Se proyectan por un solo lado y esto impide buenos desmarques.
A los 35 minutos todo cambia. Un tiro libre a favor de México provoca una pena máxima. Al cobrarse, Lugano agarra a Torrado y lo tira al piso. El árbitro sanciona la falta y expulsa a Lugano. Cuauhtémoc Blanco cobra y empata el partido. Todo sigue como al principio, excepto que Uruguay tiene un hombre menos. Resistir es la consigna y el primer tiempo termina sin consecuencias.
En el segundo tiempo Cuauhtémoc Blanco hace valer su experiencia y organiza su equipo, pero le falta a México abrir la cancha para que el veterano mexicano trabaje mejor con Torrado. En los primeros quince minutos se nota a un México partido, con tres delanteros arriba y un medio campo enredado por Uruguay que se limita a rechazar todo lo que llega.
Para completar Nery Castillo abusa del individualismo y en su egoísmo mueren varias llegadas de México. Mientras, Cuauhtémoc maneja las pausas imponiéndole orden al equipo. En el minuto 22, Forlán pierde la pelota y Ómar Bravo remata de frente al arco para poner en ventaja a México. A estas alturas Uruguay avanza como puede y no como quiere. Sin brújula aguanta el ataque mexicano.
Guardado entra por Pinto muestra que Sánchez quiere ganar y el minuto 30 le da la razón. Guardado infla las redes con un vistoso zurdazo que deja sin posibilidades a Carini. Uruguay baja la guardia, excepto el “cebollita” Rodríguez que casi al finalizar el partido tiene la oportunidad del segundo para Uruguay. Pero ya el libreto estaba escrito. México, tercer lugar en la Copa América y 18.000 espectadores en el Estadio Olímpico de Caracas aplaudieron a este invitado de lujo.