Mariana y Sofía
Estancias > Katherine EscobarPor Julián Ortega Martínez
mircoles 17 de enero de 2007 17:33 COT
Mariana y Sofía Rodríguez, las siamesas nacidas el 19 de septiembre en Medellín, estaban unidas por algunos vasos sanguíneos de la cabeza. Como no lo estaban por el cerebro, los médicos de la clínica Jorge Piñeros Corpas de Bogotá decidieron que estaba bien practicarles una "riesgosa" operación para separarlas. Catorce horas después de iniciada la cirugía, la interrumpen, previendo el trágico fin de Sofía, que dejó este mundo a la 1 de la mañana de hoy, por "edema pulmonar y paro cardiorrespiratorio". A las 7, los noticieros mostraban el llanto de más de uno de estos "especialistas", esperanzados en que Mariana aguantara. Pero no. El otro angelito se fue a las 10, víctima de una "falla multisistémica".
Siempre faltan los cinco centavos para el peso. ¿Sirve de algo que digan que "de 39 cirugías similares que se han intentado en el mundo, sólo en un caso sobrevivieron los dos bebés y en la mitad de los casos sobrevivió una criatura y en el resto ambos murieron"? ¿Sí se esforzaron de verdad? ¿Ni entre 60 médicos? Más vale que sea cierto que se esforzaron. Pero no deja uno de pensar que esto es Colombia. No deja de dar rabia que ni haciendo las cosas correctamente las cosas salgan bien. Perdonarán el pesimismo, pero hasta en eso este parece ser un "país mal hecho", como decían De Francisco y Moure. Que descansen en paz y que su muerte no sea en vano. Mi pésame para Delfi y Julián, sus padres.
[Actualizado el 18.01.2007 09:16]
mircoles 17 de enero de 2007, 19:37 COT
Y bueno, así es la ciencia. Una situación como esa es delicada y por más eficientes que sean los médicos siempre hay un margen de error. Si quiere que le garanticen niveles de efectividad del cien por ciento, bien pueda visite al Indio Amazónico.
No sé de qué se queja. Su desconocimiento de las tecnicalidades del caso es absoluto. No hay nada que indique que los médicos no hicieron todo lo que estuvo en sus manos para salvar la vida de esas niñas. Sus acusaciones de negligencia son completamente infundadas. Me parece irresponsable que presente la historia de esta manera, por más triste que sea.
mircoles 17 de enero de 2007, 19:43 COT
¿Por qué siempre comentas para atacarme? ¿Irresponsable hacer unas cuantas preguntas? No lo sabía, lo siento. Pero bueno, seguramente forma parte del colombiano el acostumbrarse a que todo salga mal, una eterna Ley de Murphy…
mircoles 17 de enero de 2007, 19:45 COT
Pues no sé, Julián. Lo que he leído es que los médicos hicieron lo humanamente posible para conseguir la separación de las bebitas. El equipo era competente, los medios tecnológicos que se emplearon eran los adecuados, pero el riesgo era muy grande por la gran vascularización de la zona operada que podìa producir una hemorragia abundante. Infortunadamente, ellas no resistieron. Creo, por el contrario, que a los médicos participantes debe dárseles una voz de aliento por el enorme esfuerzo que realizaron.
mircoles 17 de enero de 2007, 20:01 COT
Creo que no lo estoy atacando, Julián. Simplemente estoy en desacuerdo con su lógica detrás de esta entrada. Me parece irresponsable que sugiera con sus preguntas, sin mayor argumento que una supuesta e indemostrada condición natural del colombiano para errar, que los médicos a cargo del caso no hicieron todo lo posible por salvar la vida de esas muchachitas. Me parece terrible que no valore el trabajo de los médicos y desprecie sin más las lágrimas de los especialistas sólo por poner esta historia al servicio de su teoría universal conspiratoria.
Ahora sí lo estoy atacando.
mircoles 17 de enero de 2007, 20:04 COT
¿Teoría universal conspiratoria? ¿Supuesta e indemostrada condición natural del colombiano para errar? Lo que uno se gana por no gustarle Vargas Llosa…
mircoles 17 de enero de 2007, 20:07 COT
Lo veo positivo desde el punto de vista que uno de los mèdicos se expreso, que dejarían por escrito los pasos ejecutados como un gran aporte a la ciencia humana.
Es commovedora la historia y màs después de ver los dos angelitos tan bien cuidados y hasta gorditos. Finalmente pienso que si murieron los dos era lo más conveniente.
Un abrazo Julian incluyendo tu feliz cumpleaños (aunque algo tardecito)
mircoles 17 de enero de 2007, 20:09 COT
Lully, pues más les vale, porque ya estamos cansados de tantas muertes en vano en este país.
mircoles 17 de enero de 2007, 20:14 COT
Así le gustara Vargas Llosa, esta entrada seguiría siendo igualmente irresponsable. No se preocupe.
Resumiendo, y para dejar acá, me sumo al comentario de Marcos. En lugar de sus reclamos y acusaciones infundados, esos médicos merecen agradecimientos y apoyo.
mircoles 17 de enero de 2007, 20:17 COT
Lo que ustedes digan entonces.
jueves 18 de enero de 2007, 15:57 COT
Una cosa es la imagen o la palabra y otra hacer parte dentro del suceso.El nivel de dificultad que depara para uno como medico.
Siempre nos enfrentamos a las posibilidades y mas donde hay organos vitales que hay que comprometer para mantener la vida.
Siempre el acto quirurgico es una quimera de realidades muy distinto a los examenes prebios.
Muchas veces cerramos los ojos y dejamos que la accion divina actue.
jueves 18 de enero de 2007, 15:59 COT
Francisco: Gracias por tu punto de vista. Siempre es importante conocer este tipo de opiniones.
jueves 18 de enero de 2007, 16:56 COT
Yo pienso que esa decisión había que tomarla, de todas maneras no era muy factible que esas dos criaturas se desarrollaran de esa forma, si compartieran una pierna o algo así sería más fácil. Creo que de alguna manera tu perspectiva si es un poco pesimista, lo que les pasó a las nenas le puede pasar a cualquier ser humano que entre a una sala de cirugía porque la anestesia es una cosa peligrosa y cada momento anestésico es totalmente diferente, te puede dar un paro cardiorespiratorio y has podido gozar siempre de buena salud, eso no es cupa de los médicos ni de su mediocridad, eso era así y ya. Estaban muy chiquitas y era un riesgo que se corría, igual hubieran podido operarlas de un bracito y pasarles lo mismo. A mí también me da tristeza esto, pero hay que dejar la vehemencia a un lado y ser un poco más objetivos. Un gran saludo Julián