Le correspondió un sicario
Estancias > Salón comunalPor Julio Suárez Anturi
domingo 8 de octubre de 2006 13:33 COT
Quedé tan impresionado como si la hubiese conocido. Hace apenas unas noches la vi en un especial de The History Channel sobre el envenenamiento del presidente ucraniano Viktor Yushchenko con dioxina.
Las facciones angulosas de Yushchenko, que lo habían puesto como el político opositor sex symbol de Ucrania, se desfiguraron a causa del veneno: su rostro se cubrió de acné y de pústulas, su nariz se ensanchó y sus ojos se empequeñecieron y lagrimean constantemente.
Se hablaba en aquel programa de que la siniestra maquinaria soviética estaba detrás de esa transformación –envenenamiento– del político ucraniano, quien, a pesar de sus enormes actuales progresos de salud, ya está condenado a morir –es cuestión de tiempo–, debido a la incontrolable acción de la dioxina que está hospedada en su organismo.
Una de las personas que presentaba su testimonio en ese programa, dedicado al uso de los venenos como arma ideal para los regímenes quitar del camino a las personas incómodas, era Anna Politkóvskaya.
Ella era periodista del diario Nóvaya Gazeta, víctima también de envenenamiento, a manos presumiblemente del régimen de Vladimir Putin, ya que, además de sus artículos de prensa muy críticos con relación a la política extendida del régimen ruso, había publicado sin concesiones Terror en Chechenia, Una guerra sucia y La Rusia de Putin.
Más que “un asesinato salvaje contra una periodista valiente y profesional”, como lo declaró el ex presidente de la ex Unión Soviética, Mijail Gorbachov, y socio minoritario de Nóvaya Gazeta, hay detrás del asesinato un régimen de terror.
Como si se tratara de una malévola nostalgia del poder perdido sobre aquellos países que estuvieron bajo su órbita, y salieron de ésta sumidos en la miseria, pareciera que Rusia extiende hoy sus manos, con la misma fortaleza con que estableció su régimen de seudo proletariado, comandado por José Stalin.
Anna Politkóvskaya fue encontrada sin vida dentro del ascensor del edificio donde vivía, en el centro de Moscú, con cuatro impactos de bala. La policía encontró el arma asesina y los casquillos de las balas disparadas.
El sicario ruso actuó de la misma manera que Michael Corleone, cuando decidió ajustar cuentas con la familia Tataglia y el jefe de policía corrupto, en aquel pequeño restaurante italiano. Y así como este crimen fue un regalo de Michael a la familia Corleone, se especula que aquel parece uno para Vladimir Putin en su cumpleaños.
La colega Anna Politkóvskaya era incómoda para muchos, por lo que sin duda su crimen tuvo motivación política, según admitió Luibov Sliska, vicepresidente de la Duma rusa.
Anna Politkóvskaya había sido dura crítica de la operación de rescate en el teatro Dubrovka, donde un comando terrorista checheno había tomado rehenes, y ella actuó como mediadora. De esa experiencia quedaron 128 rehenes muertos, así como los 41 terroristas. Dos años más tarde, viajaba a cubrir la toma terrorista de la escuela de Beslán, cuando fue envenenada en el avión en que se transportaba.
Anna Politkóvskaya denunciaba en el programa de History Channel todos estos hechos, ironizando con que el viejo procedimiento de los venenos, del que también fue víctima el sanguinario mandatario comunista José Stalin, parecía que estaba floreciendo de nuevo.
Pero se equivocó. A ella le correspondió un sicario.
domingo 8 de octubre de 2006, 15:53 COT
SE NOTA QUE TIENES BUENA INFORMACION SOBRE EL TEMA. COMO PERIODISTA ME INDIGNA QUE LAS GRANDES POTENCIAS O LO QUE QUEDA DE ELLAS SIGAN PENSANDO QUE PUEDEN HACER LO QUE SE LES VIENE EN GANA CON LOS DEMAS PAISES.
NOS LEEMOS, SALUDOS DESDE EL PERU
domingo 8 de octubre de 2006, 16:17 COT
PERIODISMO = profesión peligro.
Horroroso, tal como lo dijera un comentarista deportivo.
Saludos.
domingo 8 de octubre de 2006, 16:20 COT
Aun, después de años de abrir los ojos a las realidades politicas, me sigo sorprendiendo por como los intereses pasan por encima de la vida humana.
Que ironia lo del sicario…
lunes 9 de octubre de 2006, 18:25 COT
Potencias o pequeños gobiernos que quieran silenciar la prensa o hacerla menos libre, son repudiables, Christiam. Abrazo.
Es peligroso especialmente cuando el periodistas es valiente, Jaime, como en el caso de Anna. Ella sabía que querían matarla, y lo había denunciado. Abrazo.
Sí, Jkrincon, pasan por encima, y visto en perspectiva a veces es tan ridículamente deplorable y mezquino, que no se entiende que eso pueda ocurrir. Abrazo.
martes 10 de octubre de 2006, 14:51 COT
openDemocracy ha publicado hoy un detallado artículo sobre la valiente periodista y además, como tributo póstumo, apartes del trabajo que la hizo ganadora del premio Ulises.
martes 10 de octubre de 2006, 21:28 COT
Buen aporte, Julián, gracias. Abrazo.
jueves 12 de octubre de 2006, 21:53 COT
Julio, Leyendote sobre este patetico caso de Anna Politkóvskaya, siento como
se tratara de una pelicula. Es impresionante saber de tanta maldad y la
falta de respeto por la vida. Bien lo decía mi hermano quien declinó de
seguir la carrera del periodismo… “no deja de ser un peligro”.
Gusto en leerte, un abrazo!