Latinoamérica jurásica
Estancias > Salón comunalPor Marsares
mircoles 18 de febrero de 2009 5:14 COT
Cuando los estudiosos del futuro describan a la América Latina de comienzos del siglo XXI, la verán como el propio Arthur Conan Doyle imaginó su “Mundo perdido” (Lost world), un continente donde el tiempo se detuvo, conformando una aberración histórica.
Al igual que las dictaduras del siglo XIX, cuando América Latina era apenas una suma de caudillos, fragmentada conforme a sus apetitos, y repetidas hasta la saciedad en el siglo XX, hoy las dictaduras regresan en forma soterrada o grosera, dependiendo del gobernante y sus mañas.
No importa el país o la ideología, la excusa es la de siempre: salvar la Patria, y, por supuesto, el caudillo es el único instrumento capaz de llevar a cabo tan heroica tarea. Chávez en Venezuela, Uribe en Colombia, Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador y Morales en Bolivia conforman el jurásico político en su mayor esplendor.
La tarea es tan inmensurable, aseguran, que necesitan toda su vida para llevarla a cabo. Pero en un continente, receloso ante las dictaduras que ha padecido en la mayor parte de su historia, los dictadores de nuevo cuño utilizan la democracia como trampolín para llegar al poder.
Una vez allí, destapan sus cartas. Como las leyes son el primer tropiezo para ejercer un poder ilimitado, las moldean a su acomodo, utilizando en forma perversa las instituciones democráticas para torcer la voluntad en su favor. El miedo hacia un enemigo interno o externo y el derroche populista de recursos, ponen a los electores a su favor.
Chávez acaba de conseguir su reelección indefinida inventándose complots extranjeros y volcando sus petrodólares para comprar los votos a su favor. Evo Morales y Rafael Correa también se aferran a la reelección proyectando enemigos externos (Estados Unidos o Colombia, para el caso es lo mismo) y el nacionalismo a ultranza, para cambiar las Constituciones a su favor.
Álvaro Uribe, colocado al extremo derecho del jurásico latinoamericano, tiene su propio demonio, una guerrilla que, como él, parece un flashback de los sesenta. Su lucha interminable los eterniza a ambos, mientras Ortega, en la Nicaragua de la miseria endémica, remienda su popularidad satanizando a Colombia y en estrecha alianza con la derecha estudia reformar la constitución para que su reelección sea tan real como la chavista.
Pero no sólo los dinosaurios le apuestan a contradecir la historia. También los mamíferos que coexisten con ellos. Lula, el más pragmático líder de la izquierda latinoamericana, apostó su supervivencia a convivir con todos. Derecha, izquierda y centro, todas las ideologías cohabitan en la suya, y se hizo reelegir para demostrar que también en Brasil existen los líderes indispensables, como en República Dominicana, donde Leonel Fernández resume en su haber el clásico dicho, “¿si no soy yo, quién?”
Otros, como los dictadores de antaño que apostaban a las dinastías familiares, también se perpetúan, como los Kirchner en Argentina. Marido y mujer intercambian el rol presidencial, mientras otros creen que quizás el primer período presidencial no les alcance, pese a acabarse de posesionar, como Fernando Lugo, en el Paraguay.
Pero, hay que decirlo, algunos le apuestan a la democracia y con ella al respeto de las reglas de juego que los eligieron, como Bachelet en Chile, aunque visiten fósiles vivientes, contradiciendo los recuerdos de las dictaduras que debieron soportar. Tabaré Vázquez, en Uruguay, también respeta las reglas. Claro que sus mandatos han sido tan grises que la reelección les está vedada por simple sustracción de materia.
Y, finalmente, encontramos en esta Latinoamérica tan desigual y excluyente a los que siempre han tenido el poder en sus manos como Óscar Arias de Costa Rica. De ahí que les resulte indiferente el rol de presidente o expresidente. Con ambos títulos gobiernan a sus países sin mayores afanes. Son los caciques de siempre, como los que se encuentran enquistados en ARENA, el partido hegemónico de El Salvador.
Así todos, dinosaurios y mamíferos coexisten pacíficamente, aplicando cada quien, en su territorio propio, la ley de “selección natural” pero a la brava. Sólo subsiste el más fuerte, es decir, el más oportunista y marrullero. Un paisaje anacrónico en el que la "Evolución de las especies" es apenas una referencia bibliográfica. Que lo diga Felipe Calderón en el México feudal que comparte poder y territorio con el industrial.
No sorprende que una reciente encuesta descubra que un gran porcentaje de latinoamericanos crean en Adán y Eva. Al fin y al cabo sus dirigentes no han sido más que eso desde nuestra independencia formal, ¡puros ídolos de barro!
mircoles 18 de febrero de 2009, 14:06 COT
…repito… anarquia!
mircoles 18 de febrero de 2009, 15:53 COT
Aparte de ser más o menos populista en su discurso y de las nacionalizaciones polémicas (que en últimas se tratan simplemente de seguir lineamientos de izquierda) no había oído que Evo Morales fuera totalitarista; de hecho, por la prensa tenía la impresión de que ha sido bastante más benevolente con la oposición que el presidente latinoamericano promedio.
mircoles 18 de febrero de 2009, 20:19 COT
Lanark,
Es cierto, no se puede tratar de igualar a Chávez y Morales con Uribe y pretender que todos son dictadores.
Aquí están las diferencias:
Uribe es un miembro de la ultra-derecha-paramilitar y genocida de Colombia, llegó al poder fraudulentamente con la ayuda de sus paras y eso está comprobado. Recibe apoyo militar de la otrora superpotencia del universo para llevar a cabo su agenda racista y clasista de quitarle la tierra a los indígenas y campesinos para entregársela a las corporaciones. Uribe es un narco-dictador.
Evo Morales. Negar que Evo fue elegido por las mayorías indígenas de Bolivia sólo se puede calificar de racismo extremo, porque eso es lo mismo que decir que los votos indígenas no valen nada. Lo que ha sucedido en Bolivia con Evo fue el fin del Apartheid y esto tiene ofendidos a muchos blanquitos incluido Marsares.
Chavez. Triétnico de indio, negro y europeo elegido por el pueblo. Ha transformado a Venezuela, que fuera una de los países mas desiguales de Latinoamérica, en un país con alto desarrollo humano. A los blanquitos también les ofende que este hombre de piel canela sea adorado por millones no sólo en Venezuela sino en el mundo entero.
Que viva la verdaderá latinoamérica, la de la piel canela.
Abajo el supremacismo racista de la ultraderecha Uribista.
jueves 19 de febrero de 2009, 09:59 COT
Lo que Tequendamia dice explica por qué a las FARC le quedó grande tomarse el poder: Se pusieron a darle el auténtico poder de mando a unos personajes que no pudieron ser más contrarios y adversos al concepto cobrizo e imberbe de nosotros los mestizos colombianosL Los blancos, barbados y despreciables Luis Edgar Devia y Guillermo León Saénz.
Briceño, Toncel, si son dignos representantes d ela piel canela, ¡Saquen a Saenz de ahí!
PD: ¿Qué tal el clima en Australia?
jueves 19 de febrero de 2009, 11:50 COT
Hola Link,
No había caido en cuenta que los jefes guerrilleros eran “esos hombres barbudos de cuatro patas”. Eso hace quedar a los guerrilleros como las huestes de indígenas encantadas que los seguían tras los tesoros de Moctezuma y Atahualpa. Es como un reencauche de la historia de la guerra de independencia que llevaron a cabo los criollos, pero usando una ambientación de la época de La Conquista.
jueves 19 de febrero de 2009, 13:55 COT
Es que es sencillo: El que llaman Fabián Ramírez lo terminaron considerando “demasiado indiecito, demasiado guache” para ser el vocero fariano en los diálogos en el Caguán, por eso pusieron a Luis Edgar Devia como vocero, alguien “más como nosotros”, como dirán los europeos… segregación velada, que llaman.
Qué lindo es mi país y quienes nos revolucionan, sí señor…
jueves 19 de febrero de 2009, 14:08 COT
Hola Link,
Estás en lo cierto Chaparron.
Estos son las etapas de la historia de nuestro pais:
1.) Colonizado por blancos barbudos,
2.) Oprimido por virreyes afeitados,
3.) “Independizado” por criollos afeitados
4.) Oprimido por los mismos criollos
5.) Cuando un indio, que no necesitaba afeitarse, iba a hacer la revolución lo mataron (A Gaitán)
6.) Criollos barbudos ahora quieren hacer la revolución contra los criollos pro-monarquistas quienes piden ayuda al imperio.
Parece que los barbudos cierran un ciclo abierto por otros barbudos de la cuasi edad media. Esto me suena a que los barbudos completarán su revolución.
Cuando gobernarán este pais los verdaderos colombianos?
Niansesabe pelaito!