La intimidación y la violencia regresa a muchos municipios colombianos, según confirma la OEA
Estancias > Primera planaPor Álvaro Ramírez Ospina
viernes 27 de febrero de 2009 7:42 COT
Hay señales muy preocupantes de que la violencia y la intimidación que sacudió a muchas localidades y territorios de Colombia hace apenas 5 años está retornando. Son malas noticias para la población que encontró en la desmovilización de las AUC, un alivio inmenso a la situación de desamparo frente a los armados, aparejada con la guerra que Uribe les declaró a las FARC (grupos guerrilleros de extrema izquierda y que usan el secuestro y el narcotráfico con fines de lucro).
En muchas áreas rurales y en ciudades como Medellín, los alcaldes trabajaron en llave con el gobierno nacional para conseguir que el estado regresara a su función de hacer presencia con instituciones como la polícia, el ejército, el aparato educativo y judicial, indispensables para inspirar confianza en las instituciones democráticas. El cambio ha sido notorio y positivo, pero el bienestar que se generó empieza a tambalear y así lo sienten muchas comunidades veredales y barriales tradicionalmente olvidadas o excluidas.
Las hechos se confirman dado que la Organización de Estados Americanos (OEA) acaba de elaborar un informe donde dice que:
“grupos armados colombianos ligados al narcotráfico, surgidos después de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), amenazan el proceso de paz que incursionó el organismo en la nación.
Durante en el año 2003, el Gobierno colombiano inició un programa de desmovilización de las AUC con el fin de desmontar este grupo paramilitar, desarmarlo y dar un golpe a sus estructuras. Sin embargo, la OEA indica que de los 31 mil 651 paramilitares desmovilizados desde el 2003, actualmente 23 mil 8 se encuentran activos. Además asegura que alrededor de 7 mil miembros de las AUC no participan en el programa de desmovilización.
Estos datos están reflejados en el décimo segundo Informe Trimestral sobre la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) presentado este miércoles por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, al Consejo Permanente del organismo.
“Los grupos armados ligados al narcotráfico que han surgido después de la desmovilización en varias regiones del territorio, generan contextos de ilegalidad que son una de las principales amenazas al proceso”, señala el titular de la OEA.
En las consideraciones generales del informe de 16 páginas, la OEA explica que las organizaciones criminales han establecido además alianzas con grupos del narcotráfico y siguen haciendo uso de la violencia.
Si en el pasado los grupos armados (guerrilleros y autodefensas) imponían su ley en cientos de poblaciones, hoy las autodefensas están regresando a sus viejas andanzas. Esto pone en una situación grave de vulnerabilidad a la población civil de varias regiones del país y muy especialmente a las víctimas de las AUC, quienes ya no se atreven a participar en el proceso de Justicia y Paz.
Según el informe de la OEA hay 28 zonas afectadas por los grupos armados en 153 municipios colombianos. La situación es muy delicada y frente a ella uno se pregunta: ¿qué puede hacer el país para enfrentar esta amenaza?
Fuente: EFE vía teleSUR
viernes 27 de febrero de 2009, 12:35 COT
LA verdad es muy preocupante la situación que estamos viviendo varios sectores y barrios de Medellín. no solamente es La Loma también encontramos partes como El pedregal, Berlín, la sierra…en fin…
Lo preocupante es que uno no sabe ni enque confiar, si en ellos o en las autoridades, como dice el famoso dicho “si no puedes con el enemigo únete a él” y en este caso no sabemos quien es quien.
viernes 27 de febrero de 2009, 15:30 COT
La OEA también está despistada, la intimidación siempre ha existido en Colombia, eso nunca ha parado, sino que se ha perfeccionado. Vean no más cómo me tratan de guerrillero en estos blogs por expresar mis opiniones. Esa es la forma de intimidación y amenaza más usada desde que Uribe llegó al poder. Ya se sabe que señalarlo a uno de guerrillero es amenazarlo de muerte. Por eso les recomiendo que se lean My Colombian Death. para que se den cuenta que siempre ha sido parte de nuestra cultura aunque lo neguemos o no lo notemos de la misma forma como negamos o no notamos los tugurios de nuestras ciudades.
sbado 28 de febrero de 2009, 00:46 COT
Sin duda alguna no podría dar una respuesta a su pregunta final. Me es difícil establecer con certeza cuál sería una solución viable, ya que muchas situaciones hacen meollo en la agudización del fenómeno: ausentismo estatal, pocos procesos sociales eficaces frente a situaciones de conflicto armado e incluso legitimación de fuerzas no legales por parte de las mismas comunidades. (Y eso dado a partir de un sinnúmero de factores).
Pienso que su artículo es un aporte valioso en la intención de dar a conocer lo que sucede, y además lleva consigo el deseo de la mayoría de la población civil: No queremos que vuelva!
sbado 28 de febrero de 2009, 14:13 COT
Te imvito a vistar mi blog
sbado 28 de febrero de 2009, 17:13 COT
Tequendamia, ¿Ud no dice hacer parte de las FARC y su causa?
¿Como sigue el clima en Downunder?
sbado 28 de febrero de 2009, 19:51 COT
Creo que Santos, Uribe y hasta el mismo Luis Carlos Restrepo nos podrían iluminar sobre qué hacer, para eso está la ya famosa campaña de “Seguridad democrática” de la que tanto se ufana el actual gobierno.
Me devuelves a analizar ¿qué está pasando? y porqué se ha reincidido en esto.
Un abrazo apreciado Álvaro!
sbado 28 de febrero de 2009, 20:21 COT
Están desesperados por que El Padrino George W. Bush se les fue entonces intensifican sus acciones mafiosas. Mire no más lo del DAS.
lunes 2 de marzo de 2009, 14:17 COT
ahora lo grave es que como bogota demostro no estar en la onda de la cultura del terror ahora nos estan azotando con bombasos y atentados, de los que uno no esta seguro de que lado vienen, izquierdas y derechas m****a y mas mireda :@