El poder para qué
Crónicas Utópicas > EstanciasPor Daniel Ramos
martes 5 de diciembre de 2006 14:44 COT
1.
Después de leer la entrada de bienvenida de don Chere en equinoXio, vi de nuevo ese cáncer de la corrupción que recorre América Latina desde el descubrimiento o encubrimiento, como quieran llamarlo. ¿Es un legado vigente aún de los tiempos de la Conquista ese de llegar y saquear los bienes de los demás? ¿Qué tanto del espíritu de los conquistadores ambiciosos queda en nuestros políticos, de aquellos que llegan al Estado como si hubiesen encontrado El Dorado?
2.
Semana de vacaciones en Aruba para facilitar el cambio de perspectiva vital. Me sentí en Providencia: el Ballet Nacional de Aruba está conformado en su mayoría por colombianos de Cartago, Medellín, Cali, Bogotá y hasta Itagüí; los venezolanos y arubanos son la minoría. En cada casino hay por lo menos 2 croupiers colombianos. Conocí a David Croes, colombiano de ascendentes neerlandeses que en bogotano me explicó cómo se programa la máquina láser para la corrección de la miopía. Restaurantes con meseros colombianos que le cuentan a uno de todo sobre la isla. ¿Por qué estos colombianos con nombre bien ganado de trabajadores dedicados no encuentran trabajo en Colombia?
3.
Obviemos el famoso conflicto interno. Bastan los titulares de prensa de las últimas dos semanas en las que los analistas políticos colombianos empiezan a conocerse como parapolitólogos: ¿qué país es viable cuando hay que gastar tantos recursos económicos, de tiempo y energía tratando de desenmarañar las complicadas redes de la parapolítica colombiana? ¿Cuánto nos cuesta que el Presidente tenga que gastar tiempo y capital político defendiendo a los conchudos? ¿Quiénes son los que van a crear las condiciones necesarias para que los colombianos no tengan que irse a trabajar al exterior? El fracaso total del conflicto interno se refleja en todos estos viajeros que prefieren irse a vivir adonde hay trabajo antes que apoyar a los políticos locales, sean paras, guerrilleros, terroristas o profesionales.
4.
1995. Claudia tiene 15 años, vive al suroriente de Bogotá y le gusta mucho el heavy metal. Escucha UN Radio para disfrutar su afición. "Claudia, ¿vas a ir a rock al parque?", le pregunto. "No tengo plata para ir", me responde. "La entrada es gratis". "No tengo dinero para el bus". Empiezo a descubrir entonces que hay muchos niños y jóvenes en el barrio que no conocen nada más allá de las fronteras del mismo. El Centro de Bogotá les es tan lejano como Medellín, Cartagena o Hong Kong. El poder para qué. 2006. Claudia tiene 2 hijos, no me atrevo a preguntarle si ya corretearon palomas en la Plaza de Bolívar…
5.
En un estilo muy latinoamericano el péndulo sigue oscilando hacia la izquierda. Titánica la labor de la Izquierda colombiana: 4 años más de parapolítica, quién sabe qué nos espera en 2010 (¿o más de lo mismo?) pero ahí vamos: es, sin duda, una de mis crónicas utópicas preferidas, nos ayuda a ver algo de sol en medio de ese panorama latinoamericano oscuro del que habla don Chere.
martes 5 de diciembre de 2006, 14:59 COT
Daniel,
Primero que todo, gracias por la referencia.
Es complejo el caso de Colombia, acá en Chile muestran una imágen de un país que está saliendo adelante más allá de todos los conflcitos paramilitares, la realidad que nos muestras dice otra cosa.
Hago un paralelo con el caso de Chile. ¿Será que la imágen que nos pintan nuestros políticos hacia afuera no es más que un espejismo de lo que pasa adentro?
Yo en lo personal creo que por ahi van las cosas.
En Chile por suerte hay trabajo, tan mala la cosa no está y sin lugar a dudas despuntamos delr esto del continente, pero ¿Cuál es el fin de pintar un país como la 8va maravilla si dentro de él sigue habiendo gente que no tiene ni siquiera salud digna?
Me gusta este espacio..el de equinoXio, como observador pasivo me ido enterando de lo que piensa la gente, el latino común, sin líneas editoriales, y ejerciendo inconcientemente un tipo de periodismo que y por deformación profesional práctico conciente, el periodismo de cuneta, la voz de la calle, la historia no oficial.
Cuídate.-
mircoles 6 de diciembre de 2006, 15:20 COT
Hola don Chere, me alegra mucho que te sientas a gusto en equinoXio, bienvenido de nuevo. Es fabuloso que podamos compartir experiencias entre latinos, las percepciones sobre nuestros países de origen y encontrar las coincidencias y diferencias que de alguna manera nos unen. Es curioso, pero con tu comentario creo ver que ambos tenemos la percepción de que las cosas en el país del otro no están tan mal como cada uno cree y esto da un punto de apoyo para relativizar nuestras críticas. Pero quizás estés de acuerdo que cuando el Presidente de una nación les pide a quienes lo apoyaron que aprovechen que todavía no están en la cárcel para ayudarle en su gestión en el Congreso y a vender la joya de las empresas públicas, está la situación bastante grave.
Gracias de nuevo y un abrazo.
mircoles 6 de diciembre de 2006, 16:26 COT
Definitivamente seguimos estando jodidos.
mircoles 6 de diciembre de 2006, 18:02 COT
Cuando la ministra no era ministra y los Araújo eran los Araújo y no LOS Araújo, salía con un amigo mío muy cercano de aquella casa. En el Club Valledupar se les vio bailando muchas veces y todos apostaban por un matrimonio que uniría a dos prestigiosas familias. Pero sus destinos no estaban cruzados. Un viaje del novio a Pennsylvania los separó para siempre. Hoy el exnovio recuerda con nostalgia a la adolescente que lo hizo suspirar cuando hablaban del país que soñaban y no del que se estaban inventando a sus espaldas.