El homenaje a un héroe que nunca existió
Estancias > Primera planaPor Marsares
jueves 12 de abril de 2007 14:37 COT
La historia no es justa. Hay países a los que les pasa de todo. Su nacimiento es todo un parto y su desarrollo es tan sufrido que uno no sabe si una maldición bíblica pesa sobre ellos o simplemente son de malas. Miren los Balcanes y por nuestro lado la misma Colombia. Pero hay otros a los que nada les pasa. Los conquistaron, luego los independizaron y más tarde los pusieron a jugar a la democracia, casi sin darse cuenta. Costa Rica es el ejemplo.
Situada en un rincón de la Capitanía General de Guatemala, tuvo la fortuna de no tener metales preciosos que despertaran la codicia española. Apenas vegetación exuberante que en esa época era un fastidio. Por eso la conquista y la Colonia, salvo algún recaudador de impuestos, le pasaron como el rayo de luz por el cristal, sin romperla ni mancharla. Igual pasó con la independencia. Sin batallas, sacrificios o héroes para recordar, un día les notificaron que eran libres del yugo español.
¿Pero puede existir un país sin mártires para venerar? Vade retro. Imposible. Pero como no pueden ver un pobre acomodado, aparecieron los gringos y con ellos los héroes. Valiéndose de un aventurero, William Walker, invadieron América Central y les dieron la oportunidad a los ticos de hacer lo que en otras partes era motivo de orgullo. Combatir al enemigo en desigualdad de condiciones, sufrir derrotas y cubrirse de gloria con las victorias. Ni más faltaba.
El héroe de esta historia es Juan Santamaría. Cuenta la historia oficial que era tambor del ejército patriota. En la batalla de Rivas, los invasores se atrincheraron en una casona siendo imposible desalojarlos. Santamaría se ofreció como voluntario para quemar la edificación y así lo hizo, provocando la derrota del adversario y su propia muerte. Otra versión dice que no murió de balas sino de escorbuto, poco después.
Treinta años después aparece su nombre en boca de dos historiadores como el héroe mayor. Sin embargo, nunca su supo nada de su familia, origen, amigos, apenas que era hijo extramatrimonial de Manuela Santamaría. Pero como en los actos de fe de la historia, estos “vacíos” fueron perdonados y se le ensalzó a la categoría de héroe nacional. Incluso, la estatua que adorna el parque creado en su nombre pertenece a un soldado francés que iba para un monumento en Haití pero que por equivocación fue a parar a Alajuela.
Pero como en el caso del colombiano Antonio Ricaurte, que luego se supo que nunca voló el lugar donde estaban las municiones de los españoles, sencillamente porque murió de un vulgar lanzazo en otro lugar de la batalla, ahora resulta que Juan Santamaría, cuya fiesta nacional se celebró ayer 11 de abril en Costa Rica, nunca existió. Un historiador devela el hecho, pero tiene un problema. Las leyendas son imposibles de refutarse precisamente porque son leyendas. Y en ellas todo es posible.
La necesidad de restarle protagonismo a todo un pueblo que se levantó en armas para causarle al imperio su primera derrota y explicarla a través de hechos individuales, hizo que se creara este Juan Santamaría, cuya memoria es honrada con desfiles cívicos en Alajuela, su lugar de nacimiento, aunque uno llegue al sitio donde se supone que nació y solo encuentre un terreno baldío y una placa que demuestra que la historia es simplemente una novela que se reedita en cada generación, con éxito asegurado.
jueves 12 de abril de 2007, 17:33 COT
Sólo puedo decir dos cosas: 1984 y Jeremías Springfield.
jueves 12 de abril de 2007, 17:38 COT
Iba a mencionar exactamente lo mismo que Andrés… pero añadiéndole también los casos de Pereira y Manizales…
jueves 12 de abril de 2007, 17:52 COT
Y antes de que se me olvide, un aviso que me parece delicado: el blog de Bilioso – conocido opositor de Jaime Ruiz y “País Bizarro” – ubicado en http://bilioso.blogspot.com, ha desaparecido hoy sin previo aviso. Aunque es posible que hubiera sido cerrado por su propietario, personalmente lo considero improbable. ¿Acaso el o los bloguicidas están de regreso?
Cordialmente solicito estar en guardia… y si alguien sabe algo de Bilioso, pues que lo publique para estar tranquilos.
jueves 12 de abril de 2007, 22:35 COT
Y así los deben tener, creyendo en cosas que no existen en nombre de la “patria”… tal vez por eso sean tan pacíficos…
sbado 14 de abril de 2007, 16:56 COT
“tuvo la fortuna de no tener metales preciosos que despertaran la codicia española”. Al menos sus ciudadanos están en calma en un país tranquilo. Colombia, mi país, ha sido tan rico, que ni los colonizadores, ni los japoneses en los mares, ni los gringos, ni la guerrilla, ni los gobiernos, ni los paramilitares… ni siquiera los corruptos, han podido acabarla. Sus tierras producen toda clase de frutas, flora… café, el mejor del mundo y obvio, la coca tan codiciada. Bueno, me voy saliendo del tema.
En este sábado de descanso, quisiera estar en Costa Rica y contagiarme de ese sosiego que se respira con tu información. ¡Un abracito equinoXial para ti Dr. Marsares!
sbado 14 de abril de 2007, 18:18 COT
En el caso del heróico Santamaría, más que ser o no ser cierto lo que se pretende es convertirlo en una figura ejemplar, un modelo a seguir; desafortunadamente el artículo que pone en duda la existencia de éste personaje señala que la intención de crear a Juan Santamaría era borrar a los verdaderos héroes, eso es lo grave pues se convierte, creo, en una burla a la nación y a todos esos principios en los que creyeron estos héroes auténticos de cuyo recuerdo dificilmente quedará en algún registro, que injusta termina siendo la historia cuando los hombres invaden sus memorias…
domingo 22 de abril de 2007, 15:39 COT
¡Esta historia está fascinante! Desfiles cívicos con banderas, honradas estatuas con ídolos impostores, todo para alimentar la ficción de un héroe que nunca existió… Eso es de un exquisito realismo mágico.
¿Cuántos históricos momentos, cuántas celebradas y repetidas hazañas de valientes tendrán igual origen a lo largo y ancho de la Historia? Eso tal vez nunca lo sabremos. Menos aún el origen de las leyendas y los mitos en los que se soporta cada una de las religiones.
Un abrazo Tico.
domingo 22 de abril de 2007, 16:44 COT
Me gustó el artículo, aunque personalmente le “cortaría” todo el párrafo quinto, pues para ser héroe no se requiere ser hijo legítimo, ni tener familia o amigos conocidos. En tal sentido no habría nada que perdonarle a Juan Santamaría, quien además no fue el causante del supuesto error, sino sus historiadores.
A decir verdad, es posible que la Historia esté llena de inexactitudes, héroes falsos y héroes olvidados, pero ¿Y? Las sociedades se fundamentan en esos “recuerdos” y a través de ellos se ejemplarizan algunos valores.
Cambiaría a Bolívar y a Santander juntos por disfrutar la paz que vive Costa Rica.
domingo 22 de abril de 2007, 21:18 COT
Posdata;
Ah, y por no tener a Álvaro Uribe de presidente!
lunes 23 de abril de 2007, 11:22 COT
Andrés David:
La historia es una farsa, escrita por los ganadores
Mornatur:
Buen apunte.
Y en cuanto a tu consejo, seguimos en “Alerta crackera” hasta nuevo aviso. ¿Alguien sabe de bilioso?
Julián:
La historia la escriben los ganadores, no se te olvide. La nuestra también tiene mucho de ficción. El puente de Boyacá, donde se escenificó la batalla que nos daría la libertad, en un chiste. Tan pequeño, que uno no se imagina más que una escaramuza.
Lully:
Definitivamente, Costa Rica es un país tranquilo. Uff, y caluroso. Estamos en pleno verano, aunque se acerca el invierno. Los noticieros apenas reportan accidentes automovilísticos y hurtos menores.
Filipogs:
Colombia no es la excepción. De no ser por José María Carbonell que mantuvo durante todo el día el fuego de la insurrección del 20 de julio de 1810, avivando los ánimos en las barriadas santafereñas, el grito de independencia hubiera sido un patético lamento. Cuando todo parecía apagarse, Carbonell logró que, al finalizar la tarde, el pueblo regresara a la plaza, aprovechando Zea y sus amigos, que en esos momentos temblaban por el fracaso, para adjudicarse la gloria y, de paso, el poder naciente.
Markota:
Cuentan que Bolívar, cuando huía de Caracas ante la embestida realista, montado en un bote y sable en mano, defendía su puesto en él, impidiendo que otros fueran salvados. Salvar el pellejo, a costa de los demás, fue su cuota heroica de aquella jornada. Pero bueno, normal su reacción. Al fin y al cabo era un ser humano como todos, aunque los historiadores no estén de acuerdo.
Sentido común:
Tal vez el párrafo no fue tan claro. Los vacíos históricos perdonados, no fueron los orígenes humildes de Juan Santamaría, sino el no saberse nada más de él. Nadie se preocupó por llenarlos. Simplemente se creó su imagen con tan poca información, llenándose dichos vacíos con la fe del carbonero. Y si, tienes razón, los mitos nacen para darle sentido a unos valores y Costa Rica es un ejemplo. Sin ejército, entre vecinos belicosos, ha logrado construir una sociedad menos inequitativa que la nuestra.
viernes 20 de septiembre de 2013, 11:43 COT
INFORMATE….SI EXISTIO!!!! NO CREAN TODO LO QUE SE ESCRIBE EN INTERNET, CONSEJO: BUSQUEN FUENTES FIDEDIGNAS DE HISTORIA, LAS HAY, INCLUSO EL REGISTRO DE LOS SALDADOS DE LA GESTA DE RIVAS…POR DIOS, COMO ES POSIBLE QUE A ESTAS ALTURAS SE INVENTES ESTAS HISTORIAS DE QUE NO EXISTIO JUAN SANTAMARIA…Y EN CAMBIO SI CREEN EN OVNIS Y EN EL HOROSCOPO, PURA CONTRADICCION
viernes 20 de septiembre de 2013, 13:30 COT
Bueno, es solo falta de información…en realidad la existencia de Juan Santamaría es inegable, un historiador hizo una tesis “probando” que no existía, sin embargo no funciono..la verdad es otra..recomiendo http://wvw.nacion.com/ancora/2009/abril/05/ancora1926379.html
lunes 23 de septiembre de 2013, 11:35 COT
Veo que les tienes miedo a los comentarios que prueban que si existio Juan Santamaría, no los has puesto en el blog…por que? Es humano equivocarse