Dimite Ichirō Ozawa, el líder del principal partido opositor de Japón

El líder del Partido Demócrata de Japón (PDJ), Ichirō Ozawa, ha anunciado este domingo su intención de renunciar a su cargo, por el malestar que produjo al interior de su colectividad una reunión con el primer ministro Yasuo Fukuda que se llevó a cabo el viernes, en la que se contemplaba la formación de una gran coalición integrada por el PDJ y los partidos oficialistas, el Partido Liberal Democrático (PLD) y el budista Nuevo Kōmeitō (NK). Aunque Ozawa rechazó la propuesta, si bien de forma vacilante, según el derechista Yomiuri Shimbun, el diario de mayor circulación del mundo, la idea de la coalición fue del propio Ozawa, quien antes de anunciar su rechazo se reunió con dirigentes del PDJ una vez culminado su encuentro con Fukuda. En la rueda de prensa, Ozawa, de 65 años, manifestó que "hubo confusión política en referencia a la propuesta del primer ministro para formar una coalición. Para asumir mi responsabilidad, decidí dimitir como representante". Ozawa atacó a los medios, con excepción del izquierdista Asahi Shimbun y del centrista y económico Nihon Keizai Shimbun, por haber "difundido rumores" con la intención de destruirlo a él y a su partido.

El primer ministro buscaba de Ozawa colaboración para sacar adelante algunas iniciativas, entre ellas una nueva ley antiterrorista para reemplazar la que expiró el pasado 1 de noviembre, la cual establecía, entre otras cosas, la presencia de dos barcos petroleros de las Fuerzas Marinas de Autodefensa de Japón en el Océano Índico, entre el atolón Diego García y las costas de Pakistán, para reabastecer a los portaaviones estadounidenses que colaboraban en la misión estadounidense en Afganistán. Fukuda también deseaba trabajar con el PDJ en una legislación para todas las futuras intervenciones niponas en el extranjero. Ozawa, quien condujo a su partido a una importante victoria electoral en julio pasado, por la cual el PDJ se hizo con la mayoría de la Cámara de Consejeros (Senado), ha insistido en la inconveniencia de dicha "colaboración", argumentando que esas misiones debían hacerse bajo el mando de las Naciones Unidas. No valieron ni siquiera las presiones de Estados Unidos, cuyo embajador Thomas Schieffer dijo ante los periodistas que gracias al fin de la misión en el Índico, Japón "les estaría enviando un muy mal mensaje a la comunidad internacional y a los terroristas, porque creo que estaría diciendo que Japón está decidiendo no participar en la guerra contra el terror por cualquier motivo".

La mayoría obtenida en el Senado le permite a la oposición bloquear la mayoría de iniciativas legislativas presentadas por el gobierno, presionando a la vez la disolución de la Cámara de Representantes y la convocatoria a elecciones. Durante los últimos dos meses, en que la Dieta se ha reunido de forma extraordinaria, la oposición impidió que el oficialismo intentara extender, nuevamente, la ley especial antiterrorista, debido a los indicios y a algunos reportes que señalan que el abastecimiento de barcos no solamente se hizo para la misión en Afganistán sino también para la ocupación estadounidense en Iraq, lo que consideran inconstitucional, dado el carácter pacifista de la carta magna de 1947. A lo anterior se unió un escándalo que involucraba al ex subdirector de la entonces Agencia de Defensa de Japón, Takemasa Moriya, por haber presuntamente favorecido a una compañía en una licitación.

Para el analista Tobias Harris, la renuncia de Ozawa deja tres fuertes interrogantes:

• El futuro del PDJ, vista la incomodidad de algunos cuadros del partido con la actitud radical de Ozawa, en contraste con la posición conciliadora de Fukuda, así como la "juventud" de algunos posibles nuevos líderes, como Naoto Kan (quien probablemente ocupe la presidencia de forma interina) o Katsuya Okada.
• El significado de la renuncia de Ozawa para el partido, toda vez que, mientras internamente se decide un sucesor para Ozawa, Fukuda podría aprovechar para convocar a elecciones o, si logra extender la sesión extraordinaria de la Dieta, impulsar una nueva ley antiterrorista.
• El significado de la renuncia de Ozawa para la política de seguridad nipona, en vista de que el PDJ es el responsable de que la ayuda que brindaba Tokio a Washington en el Índico no continuara. La oposición de Ozawa a la misión, en opinión de Harris, no era una crítica coherente a la política exterior japonesa ni a las relaciones con EUA. En manos de su sucesor quedaría entonces articularla, por lo que la próxima campaña electoral podría centrarse en este tema.

Ozawa, quien fuera miembro del PLD, formó el Partido Liberal Japonés (PLJ) en 1998, con algunos desertores del oficialismo y otros políticos del extinto Partido Socialista de Japón, así como de otras corrientes. El PLJ se fusionaría con el PDJ en 2003. Ozawa había sido elegido presidente del PDJ en abril pasado y su estrategia, con tufo clientelista, en las zonas rurales fue crucial en el triunfo en los comicios del 29 de julio pasado, que le propinaron un fuerte golpe al entonces primer ministro Shinzō Abe, quien acabó dimitiendo a comienzos de septiembre (menos de un año después de su posesión), incapaz de encarar los problemas del japonés común, sacudido por escándalos y metidas de pata de su gabinete y empecinado en maquillar el pasado imperial nipón y en reformar la Constitución pacifista. Fukuda, un político considerado más moderado, fue elegido primer ministro a finales de septiembre.

[Actualizado el 05.11.2007 a las 08:48 COT]

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