Terrible indiferencia
accesibilidad web > EstanciasPor Andrea Bernal
domingo 7 de mayo de 2006 17:04 COT
La propuesta temática que rige esta sección se funda en el espíritu de la responsabilidad de sacar a la luz, en tanto sea posible, realidades que no parecen importar. Son ya muchas las situaciones cotidianamente aceptadas que han dejado de preocuparnos en el afán de resolver dificultades que nos afectan inmediatamente. Denuncia es uno de los espacios temáticos de equinoXio, que busca la participación de otras voces sobre la verdad de lo que sucede pero no se dice, quizás por vil indiferencia. Esperamos escuchar muchas otras voces, que permitan partir del conocimiento de situaciones hacia el desarrollo de estrategias encaminadas a cambiar, ladrillo por ladrillo, palabra por palabra, las circunstancias que lastiman el derecho a una vida digna.
Foto El Tiempo
La realidad de un grupo de niños y niñas en la Escuela Cañasgordas de la ciudad de Cali, denunciada por Andrés Felipe C. (psicólogo contratado por el gobierno local para velar por la salud mental) es la excusa perfecta para iniciar este espacio. En resumen: una compañía constructora determinó necesaria la presencia de un muro para separar la escuela de su obra. La situación llegó a oídos de las instituciones gubernamentales de salud, quienes manifestaron su interés en resolver la situación de encierro de los niños y niñas de primaria que eran directamente afectados. El compromiso final se concretó en la modificación del muro, por medio de celosías que permitieron el paso del aire y la luz al salón de clase.
Las novedades posteriores a la modificación del muro son las siguientes: las directivas de la escuela afirman que el muro nunca fue visto como un problema por los padres de familia ni por los maestros. En opinión de Andres Felipe, los niños ven desde hace un buen tiempo la escuela como un espacio de encierro (además del muro, unas rejas gruesas de acero en el segundo piso protegen equipos de cómputo) y en últimas, a nadie se le ocurre decir que el muro es una violación de los derechos de los niños y niñas de la escuela. Especialmente porque antes de su construcción, unos pocos padres de familia tuvieron conocimiento del mismo y ante esta noticia, su reacción fue aprobarlo.
Es ahora el momento de denunciar, no sólo la infamia, sino el peligro que la sostiene: la indiferencia de la comunidad.
Actualización Mayo 15: El Tiempo publica un artículo sobre la situación. La indiferencia se argumenta cobardemente, con el pretexto del muro como generador de trabajo mientras el director de la escuela se queja por la humedad.
lunes 8 de mayo de 2006, 14:19 COT
[…] Terrible indiferencia (by Rana Berden@equinoXio) […]
martes 9 de mayo de 2006, 09:23 COT
Muy triste esta noticia. Porque la indiferencia que llamas, o la falta de conciencia por parte de los padres de familia en torno a los factores ambientales y de dignidad que debe tener la educación de sus hijos es la que permite que esta infamia se perpetúe.
martes 9 de mayo de 2006, 10:47 COT
Comparto que hay verdaderas aberraciones que, de tanto cometerse impunemente, se vuelven algo cotidiano, que no deberíamos permitir. ¿Cómo va por allá el señor Gobernador? Abrazo.
martes 9 de mayo de 2006, 18:24 COT
Bien dicen por ahí que la peor pobreza es la mental no?. Yo pienso que la peor arma es la indiferencia social para cualquier comunidad.