Combatiendo la censura a punta de mensajes de texto
Estancias > Medios y cultura popularPor Carlos Raúl van der Weyden Velásquez
viernes 2 de marzo de 2007 8:06 COT
Al sur de África, en Zimbabue, la mano de hierro del tirano Robert Mugabe controla los principales medios de información, en el país con la menor esperanza de vida del mundo, una hiperinflación que va en el 1.600% y donde se criminaliza la homosexualidad y se desaloja a patadas a la gente de su hogar. No obstante, aquellos que pueden darse el lujo de tener un teléfono celular pueden recibir información independiente mediante mensajes de texto, enviados por la estación SW Radio Africa, que transmite en onda corta desde Londres.
Gerry Jackson, fundador de la estación, cuenta que fue despedido de la radio estatal por cometer el "error" de abrir los micrófonos para que la gente se expresara. Eso ocurrió en 1997, el mismo año en que Tony Blair suspendió la financiación británica de la compra de tierras de los terratenientes blancos (minoría que tiene el 70% de las tierras) para repartirla entre los campesinos, como parte de una reforma agraria. Por supuesto, lo anterior casi nunca se cumplió, lo que hizo que los oyentes arremetieran contra el gobierno en sus intervenciones.
En 2000, Jackson fundó la estación en Harare, la capital, tras obtener el visto bueno de la Corte Suprema. Sin embargo, la represión gubernamental hizo que se trasladara a la capital británica. El gobierno de Mugabe ataca tanto a los blancos como a los negros que se le oponen. Pero SW Radio Africa se ha convertido en una voz independiente en medio de la represión, reforzada gracias a la reciente ayuda china, cuya tecnología les ha permitido interferir las estaciones que no son afines al régimen para que no puedan ser recibidas por la población. Justo esta semana el viceministro de Información lo admitió ante el parlamento.
Para contrarrestar esto y proveer información independiente, SW Radio Africa tiene una base de datos con alrededor de 2.000 números de teléfonos móviles, a los cuales envía diariamente titulares como mensajes de texto de 160 caracteres.
¿Contribuirá esto a que finalmente el tirano que dijo que estaría en el poder hasta que cumpliera 100 años lo deje?
domingo 4 de marzo de 2007, 18:30 COT
Alrededor de todas las posibilidades tecnológicas y de información en general llama la atención cuantos intentos se hacen para controlar, coaccionar y condenar libertades, bien sea de expresión, de culto, y hasta de pensamiento político. Llama considerablemente la atención como en países de África o Asia y algunos de América, día a día se violan los derechos humanos, a través de la represión o por las condiciones de vida extremas, no obstante siempre resulta mas fácil y cómodo escandalizarse o deprimirse por lo que ocurre, con la “tranquilidad” de que no me ocurre a mi ni a los míos. Sin olvidar lo cómodo que resulta mirar al otro lado del mundo sin apenas percatarnos que en el patio de nuestra casa suceden problemas que comprometen al ser humano y sus derechos su bienestar y que sugieren graves problemas éticos. Véase por ejemplo, la situación de guerrilla y paramilitarismo vinculado con la clase política en Colombia, o el constante ataque del gobierno de dicho país al campesinado al reprimir y destruir químicamente cultivos legales o ilegales sin actuar sobre los problemas reales de violencia y pobreza; o las amenazas constantes de EEUU de actuar contra Irán como lo hizo contra Irak por cierto ¿y las armas de destrucción masivas de Hussein? ¿Y Hussein? ah, lo mataron, verdad, ¿y los tribunales internacionales, debido proceso, DDHH y demás? En fin, cito los anteriores solo por mencionar los conocidos y marginalmente mencionados en los mass media globales, el punto es que ante las cosas que se mueven en este pequeño mundo nos horrorizamos (por los que pasan las mujeres musulmanas, o los africanos en condiciones paupérrimas) pero no fijamos posición ni actuamos por lo que ocurre en nuestro entorno, las soluciones a los grandes problemas de la humanidad deben tenerlas los gobiernos, o alguien, que no soy yo, sin embargo desde el estudio de nuestra casa, el colegio de nuestros hijos o nuestro trabajo tenemos la posibilidad de hacer algo, no sé qué exactamente, pero ante lo que va pasando ante nuestros ojos mientras quedamos tranquilos o indolentes siempre hay algo que hacer. No importa que se trate de problemas de índole político, económico o ecológico, algo debe pasar por nosotros antes que cobardemente adjudiquemos la atención a los gobiernos y dirigentes del mundo y de nuestro vecindario. Ya lo decía Aristóteles, respecto a la Ética como búsqueda constante del máximo bienestar posible para la humanidad, para seres humanos concretos en situaciones concretas, no como un ideal sino como posibilidades reales basado en la acción de todos y cada uno de los ciudadanos.
Estimados lectores, disculpen agradecido por su atención espero me disculpen por la extensión y el tono de la presente. Mis palabras solo esperan calar en su vida y retumbar en sus acciones como un eco.