Chile trabó el engranaje suizo
Estancias > Primera planaPor Marsares
mircoles 23 de junio de 2010 13:06 COT
Todo se daña en esta vida hasta los relojes y más si funcionan a la antigua con engranajes, el uno dependiendo del otro. Si uno sólo falla, el mecanismo se para. A Suiza, le duró 559 minutos el tic tac perfecto. Cada jugador en escena cumplió bien su tarea, copando espacios, encimando contrarios, destruyendo jugadas, un muro sólido de contención destinado a cansar, desesperar y motivar el descuido. España lo padeció y Chile era el segundo en fila para consolidar el récord de la valla invicta.
¿Es válido jugar de esa manera? ¿Jugar a no dejar jugar? Válido sí, pero extraño en una Suiza que tiene a Roger Federer, uno de los mejores tenistas de la historia, que nos acostumbró a sus jugadas de fantasía, un exquisito banquete de creatividad, alegría, delicadeza y energía, resumen de lo que ha sido Suiza, cuya naturaleza desigual, da pie para que la imaginación se desborde en cada rincón, jamás igual, pero armónico en sus diferencias, que en Suiza se han multiplicado con la inmigración, creando una maravillosa amalgama de culturas.
Pero el fútbol suizo es la excepción. Pobre de solemnidad, está condenado a repetirse en cada partido. Un fútbol difícil, agreste, traicionero, a veces inofensivo de lo simple que es, pero otras letal como las avalanchas que de cuando en vez arrasan con los aventureros. España lo sufrió y descendió al infierno colocándole el baldón de nueva frustración porque aparte de ser incansable contra el muro suizo, se descuidó un momento.
Alpinista avisado no muere escalando. Y Chile es un alumno juicioso. No ha tenido un fútbol ganador en una región de campeones mundiales. Produce talentos, es luchador, tiene un juego alegre, pero es lo que se diría una selección de media tabla, y por eso debe esforzarse al máximo para obtener resultados. Con Suiza no cambió su juego ofensivo que lo llevó por buen camino en las eliminatorias. La cuestión era el cómo practicarlo con Suiza.
Lo primero que hizo fue atacar, pero dejando atrás un cerrojo que impidiera los desbordes suizos. Así comenzó un juego de sumo singular, restringido al medio campo, ambos pujando, con leve ventaja para los suizos que fueron llevando a los chilenos a su campo, pero pasándose de revoluciones con la tosquedad de su marca. El resultado se vio al minuto 31 con la expulsión de Behrami por una falta descalificadora contra Vidal.
A partir de ese momento, se terminaron las tímidas apariciones de Suiza en predios chilenos buscando encajar con el solitario N'Kufo que arriba esperaba un descuido para anotar. Así terminó el primer tiempo y comenzó el segundo con un Chile que descubrió el secreto. No es con pelota a ras de piso, como tampoco por arriba como se ataca a Suiza, sino dándoles de su propia medicina, velocidad que genere sorpresa, con Alexis Sanchez y Beauseyour proyectándose por las bandas.
De todas formas, la segunda mitad avanzó para Chile sin concretar pese a que se comenzó a llegar con posibilidades de anotar y ya tenían en su cuenta un gol anulado por fuera de lugar. La angustia comenzó a correr para ambos y aunque Suiza seguía con aplicación el libreto, la sorpresa arruinaba les causaba desconcierto con los yerros consiguientes.
Apenas a un cuarto de hora del final, el asalto tuvo éxito. Un pase de Valdivia a Paredes y de éste a Mark González para que de cabezazo vulnerara la red suiza. Un invicto al que se le puso fin y un justo premio al esfuerzo. El viejo cuento de la gota de agua sobre la piedra, renació para dicha de los australes y castigo para el fútbol cicatero.
Un sudamericano más que se une a la fiesta. La Copa tiene sabor a tierra nueva, a esfuerzo, a dedicación, al nuevo vino que se recrea como el maravilloso Carmènére, que encontró en Chile su nuevo hogar para regresar al mundo, renovado. Este mundial sabe a Nuevo Mundo, como nunca antes.
La cueca chilena le impuso su ritmo, con tubas y bombos a las trompas de los Alpes.
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Partido de la segunda jornada del Grupo H del Mundial de Sudáfrica 2010 disputado en el estadio Nelson Mandela Bay ante 34.872 espectadores.
Chile
Bravo; Jara, Medel, Ponce, Isla, Carmona, Vidal (Mark González, min.46), Matías Fernández (Paredes, min.64), Alexis Sánchez, Suazo (Valdivia, min.46) y Beausejour.
Suiza
Benaglio; Lichtsteiner, Von Bergen, Grichting, Ziegler, Inler, Huggel, Behrami, Gelson Fernandes (Bunjaku, min.76), Frei (Barnetta, min.42) y N'Kufo (Derdiyok, min.68).
Gol: Mark González (min.75).
Árbitro: Khalil Ghamdi (KSA). Mostró cartulina amarilla a Suazo (min.2), N'Kufo (min.18), Carmona (min.22), Ponce (min.25), Barnetta (min.48), Matías Fernández (min.60), Inler (min.60), Medel (min.61) y Valdivia (min.90+2) y expulsó con roja directa a Behrami (min.31).