Cinco mujeres de mentiras y otras cinco de verdad

No me considero feminista. Me parece que las teorías feministas buscan la igualdad cuando es imposible: hombres y mujeres somos muy diferentes como para realmente pensar que las necesidades son las mismas. Espero no caer en el típico argumento feminista de que no hay ‘igualdad’ de condiciones para la mujer, porque no abogo por ‘igualdad’. Creo que lo que hace falta en el audiovisual es crear espacios donde la mujer tenga el papel que le corresponde, ni más ni menos.

De las cosas que más me disgustan, más por ‘intentar ser’ guionista y libretista, es ver cómo en las películas los papeles femeninos son de todo menos verdaderas representaciones de lo que es ser una mujer. Si es superheroína, debe ser hermosa evidentemente —no conozco la primera superheroína fea o poco agraciada—, y muy habilidosa, pero de inteligente pocón… Más bien tiene muchos conocimientos, pero eso no significa que sea inteligente. Si es dueña de su sexualidad, seguramente es malvada, cruel y sin piedad… ¡ah y obvio que bella! Y ni hablar de la mujer en las telenovelas, esa categorización–ridiculización de cómo son las mujeres: angelical-pobre-buena / mamacita-rica-malvada.

Quiero enumerar 5 personajes femeninos, que no son el prototipo de belleza, sino hermosas a su manera, que me marcaron de una manera y me parecen una acertada representación en la pantalla chica o grande.

Addison Forbes Montgomery de Private Practice, interpretada por Kate Walsh: este personaje surge primero en la historia de Grey’s Anatomy. Addison es pelirroja, la mejor médico obstetra del país, es fuerte y tiene su ego bien puesto. Pero no es perfecta: por abandono en su relación termina engañando a su esposo con el mejor amigo, pero reconoce su error y decide ir a luchar por el amor de su vida. Cuando se da cuenta de que no sacará nada, no se queda patéticamente ahí, sino que decide irse de Seattle a Miami a buscar una mejor vida. Me gusta del personaje que no se hace la santurrona, sino que siempre se muestra como un ser humano propenso a errores.

Severine Serizy – Belle de Jour de Belle de Jour, interpretada por Catherine Deneuve: a Luis Buñuel no le gustaba la novela en la cual está basada esta película, lo único que le gustaba era el personaje de Severine, una mujer parisina que tiene todo: un matrimonio maravilloso (porque ama a su marido y él la ama a ella), posición social, buena educación, dinero y un cercano círculo de amigos. Pero la vida sexual de su matrimonio es un desastre, por lo que llevada por las circunstancias, la tímida e inexperta Severine pasa a ser una cortesana. Lo que más me gusta de este personaje es que ella se siente completa, descubre otra parte de su yo, se acepta y se ama a sí misma. El problema es, como nos pasa a la mayoría de mujeres, que los demás no.

Marguerite de Valois de La Reine Margot, interpretada por Isabelle Adjani: sería imposible asegurar que la interpretación de Adjani es idéntica a la persona de Margot, pero se acerca mucho al carácter que describen sus biógrafos. No tiene miedo a revelarse como mujer sensual, y esto no le impide que en el momento de cumplir con el deber resulte más valerosa que cualquier hombre: en la matanza de San Bartolomé —que prácticamente fue su fiesta de bodas— los hombres pensaban en sangre, ella solo pensó en la manera de proteger a sus seres queridos del horror de la guerra y salvó a su amante… ¡pero también a su esposo! El mismo que la había menospreciado en público. Inteligente a más no poder, demuestra que la guerra siempre ha sido cosa de hombres.

Hannah Baxter – Belle de Secret Diary of a Call Girl, interpretada por Billie Piper: historias sobre prostitutas hay muchas, ya mencioné una arriba, pero siempre caen en el cliché de la prostituta que es abusada y que no tiene salida –a lo Sin tetas no hay paraíso–. Lo que más me gusta de Hannah es que ella se siente a gusto con lo que es, el asunto es que por tabúes debe ser Belle para otros. Obviamente esta no es una serie intelectual, pero me emociona la hermosa relación con su ex y ahora amigo (ojalá dejen de ser amigos pronto) Ben. Y cómo simplemente el ser prostituta es una profesión. Ella es más que eso.

Connie Summer de Unfaithful, interpretada por Diane Lane: el excelente guión de Claude Chabrol nos muestra la dimensión de la infidelidad en una mujer. Pudo haber caído en el cliché de la mujer malvada e infiel por naturaleza, pero Connie ama a su familia, solo está aburrida de su vida por solo ser madre y esposa. ¿Cuántas mujeres existen así? Pero a Connie se le atraviesa un francés que generará caos, pero les recordará a todos, incluyendo a su marido, lo valiosa qué es. Ella no es impulsiva, su pecado es querer algo más en la vida. El irracional es su marido… pero no cuento más porque daño la historia.

Tengo pocas compañeras de profesión. Solo conozco a una guionista, a una productora, a una fotógrafa y a una diseñadora de arte. Pare de contar. Evidentemente tengo muchos amigos fotógrafos, algunos amigos productores, muchos camarógrafos que recomendar. La industria es dura para una mujer. No es que no exista el espacio: ahora de mis alumnos, la mitad son mujeres, lo que en mi época era poco usual, pues en mi salón éramos 8 de 30. No me refiero a eso. Me refiero a que en los puestos, hay una competencia feroz, una preferencia por los hombres y casi siempre, si hay favorecidas son las niñas bonitas, pues es el mundo de la imagen. Y qué pena, pero no pueden decir que esto era antes, porque lo he visto AHORA.

Obviamente hay algunas mujeres que son nuestra esperanza, para quienes trabajamos en este medio, de no quedarnos únicamente con el cartón o las ganas (o las dos), sino que sí se puede, solo que nos tocará al doble. Ellas son:

Sophie Muller, directora de videos musicales: de ella se dice que todo lo que toca lo convierte en oro, con que un artista nuevo tenga un video dirigido por ella, irá a la cima. Eso lo pueden decir Mika, Lily Allen, The Raconteurs, Maroon 5 y hasta le revivió la carrera a la propia Shakira con Hips Don’t Lie. En su haber tiene más de 200 videos, cosa que no he oído de ningún otro director y ahora tiene su propia compañía, subsidiaria de Oil Company.

Thea Von Harbou, actriz y guionista: de la primera que tuve oportunidad de saber algo, perteneciente al cine clásico de Hollywood. Esposa de Fritz Lang, es a ella a quien le debemos genialidades como Metropolis, M, Doctor Mabuse, el Jugador y Phantom, todas obras cumbres del expresionismo alemán. Me gusta porque es la demostración que detrás de todo hombre siempre está una mujer poco reconocida.

Nora Ephron, directora y guionista: es la creadora de la verdadera comedia romántica con obras como Cuándo Harry conoció a Sally, Sintonía de amor y Tienes un e-mail. Aunque estas películas sean cursis para los hombres, a mí me parecen una excelente interpretación sobre las relaciones entre hombres y mujeres dejando atrás el prototipo de la tonta enamorada. Fue una de las primeras en ser directora y productora, lo cual es muy difícil para una mujer en esta industria.

Marta Rodríguez, documentalista colombiana: vine a descubrirla tardíamente, aunque Chircales siempre era nombrada por los (pseudo) intelectuales de la carrera como un hito para el documental. Pero al empezar a reconocer su obra, entendí que es una mujer a quien le ha tocado luchar contra muchas cosas para llevar su trabajo a donde quiere, porque los premios y reconocimientos son un valor agregado. No solamente lucha contra lo difícil que es hacer cine, sino que tiene un verdadero compromiso con temas tan difíciles como el maltrato infantil, el etnocidio y los campesinos.

A las cercanas: pues aunque no son tantas como quisiera, hay mujeres que me han ayudado en el recorrido profesional. Angélica Figueroa fue mi compañera de formación, de quien aprendí el valor de la disciplina. Tatiana Pereira, compañera de trabajo docente, quien es una verdadera fotógrafa de vocación. Carolina Aponte, mi productora en Señal Colombia, quien jamás se comportó como mi jefe, sino como una verdadera guía, lo que hace un productor. Ivonne García, quien también escribe en equinoXio y otro par de revistas, de quien me precio ser amiga y me enseñó que ser diferente es lo mejor del mundo.

Hay muchas más mujeres, empezando por mi mamá —ya esto está lacrimoso—, pero no me alcanzaría la hoja. Así que simplemente, hay que seguir abriéndonos campo, sin buscar igualdades, sino tal y como somos.

Etiquetas:

Enlace permanente | Enlace corto: http://www.equinoxio.org/?p=3445

Agregar esta entrada a:
del.icio.us | Gacetilla | Digg | Facebook | Google | Twitter
Menéame | Blogmemes | fark | Fresqui | Furl | Mister Wong
Newsvine | Neodiario | Nowpublic | Reddit | Spurl | Súbela | Wikio | Yahoo!

Reacciones vía Technorati o Sphere | Versión para celular (cortesía de Google)

Comentarios cerrados. RSS comentarios | URL para referencias.