Un aire fresco
EditorialPor Marsares
lunes 24 de julio de 2006 1:00 COT
No hace mucho, la Justicia Penal Militar arrebataba, o por lo menos peleaba a dentelladas con la ordinaria, cualquier proceso que involucrara a sus miembros. Varios fueron los fallos absolutorios que luego, para vergüenza del país, eran refutados en las cortes internacionales, profiriéndose condenas contra el Estado colombiano.
Hoy las cosas parecen cambiar. Después de la matanza de los miembros de la Dijin en Jamundí a manos del ejército, y de la eficiencia de la Fiscalía que con sagacidad investigativa descubrió el infundio, los militares dieron su brazo a torcer ante una opinión pública consternada y asqueada ante tamaño crimen. Asì, sin controversias, la justicia ordinaria asumió el conocimiento del proceso.
Pero la liebre salta donde menos se le espera. Cuando se contaba con un proceso transparente, una condena justa y un precedente que al derrotar la impunidad, frenaría actos similares en el futuro, el juez encargado del caso, en un volantín digno de politiquero, decidió que los hechos debían considerarse como "actos del servicio" y quiso remitirlo a la Justicia Penal Militar, no sin antes considerar que se trataba de una decisión "inapelable".
Sin embargo, algo ha cambiado en Colombia. Aparte de la indignación nacional, pronto la justicia penal militar sobre la que pesa la coyunda de una reforma a fondo, rechazó la competencia. El juez, aparte de admitir que la decisión era consultable y remitirla al Tribunal Superior de Cali para resolver la controversia, avergonzado, debió renunciar.
El proceso, no cabe la menor duda, pronto regresará a la justicia ordinaria, para que se profiera el fallo correspondiente. La maniobra no tuvo éxito y los que están detrás de esto, el narcoestado que funciona en la sombra, debieron resignar sus intenciones. Perdieron esta batalla, pero no la guerra.
En cualquier momento volverán a mover sus fichas y otro ingenuo corrupto se prestará para su juego. Pero ya no es tan fácil como antes. En el cuento de hoy, aunque parezca increíble, los pájaros le tiran a las escopetas, como en los viejos tiempos. cuando las escopetas sólo servían para espantar gallinazos y no para sepultar la vida.
lunes 24 de julio de 2006, 07:22 COT
Me alegro que en esta ocasión la justicia haya salido bien librada. Espero que este tipo de actos de soborno no se sigan presentando.
lunes 24 de julio de 2006, 08:39 COT
La Justicia Militar no funciona, asì que se decide by-pasarla. Pero… cuando se reformarà? Cuando se individuaran los responsables de su mal funcionamiento?
lunes 24 de julio de 2006, 14:08 COT
Esperanzas como esta es lo que necesitamos, a ver si de una buena vez le ganamos a la indiferencia colectiva en la que hemos ido cayendo. Duro a las escopetas, Marco. A ver si dejamos de ser presas del miedo, y nos convertimos en cazadores de la esperanza. Abrazos desde la pileta.
lunes 24 de julio de 2006, 20:44 COT
Bueno que no se hayan salido con la suya… por ahora. No hay que confiarse.
lunes 24 de julio de 2006, 22:43 COT
Confiemos, Marco, en “ya no es tan fácil como antes”. Abrazo.
martes 25 de julio de 2006, 09:18 COT
Me alegra que en este momento por lo menos se vea la intención de hacer justicia. Pero hay una duda. ¿Cómo es que un juez que está siendo investigado es nombrado para llevar un caso de este tamaño..?. ¿A qué jugamos? Me alegra que se encuentren personas que ventilen dichas anomalias para que el pueblo colombiano abra los ojos.
martes 25 de julio de 2006, 12:46 COT
Alvaro:
La justicia no sólo ha salido bien de este lance sino de muchos otros. Infortunadamente este caso, por su importancia tuvo una gran exposición, quedando en la opinión una imagen negativa. Sobornos se seguirán presentando, pero lo importante es que se esté atento para que aborten.
Doppiafila:
Los asistentes a la audiencia pudieron ver las expresiones de júbilo de los procesados al escuchar la decisión del juez. Su felicidad era tal que parecían escuchar su propia absolución. Preocupante, por supuesto. Como en el resto del mundo, donde el espíritu de cuerpo prostituye la justicia penal militar. No debería ser así, pero tan mal anda la nuestra, que al revés, los que saltamos de alegría fue el resto del país cuando la medida quedó en suspenso, con la consulta de la decisión al tribunal Superior de Cali. Esperemos que las reformas que vienen en camino para la JPM surtan efecto.
Rana
Si, Ranita, bien lo dices. Tenemos que convertirnos en "cazadores de la esperanza". Y este hecho nos demuestra que sí es posible cuando no volteamos para otro lado, sino enfrentamos a los corruptos como lo hizo la fiscalía y la opinión pública.
Julián:
Cierto, Julián, hay que seguir con los ojos bien abiertos, en cualquier instante otro corrupto reaparecerá y sólo podrá impedísele sui fechoría si la ciudadanía está vigilante.
Julio:
Antes era probable la trampa. Ahora, tan sólo es posible.
Janet:
Cierto. Aunque hay que recordar que en la mayoría de los casos corresponde al reparto que se hace de los procesos, con el fin de que haya equilibrio, poderación y justeza a la hora de fallar. Lo que sorprende es que nadie hubiera dicho nada, hasta que se produjo el incidente.