Strange Déjà Vu: ver y vivir a Dream Theater
Artículo destacadoPor Ruby Tuesday
martes 25 de marzo de 2008 3:35 COT
Me gusta titular mis columnas de conciertos con el ver y vivir, porque si se va a un concierto no solo se va a escuchar, se va a apropiarse de ese momento colectivo y hacerlo personal, vivirlo y guardarlo como las demás memorias de nuestra vida. Hace un año veía a Roger Waters, en la carne, frente a frente, conmoviéndome, y qué mejor manera de rememorar y rendir homenaje a esa memoria hermosa que escribir una nueva que la complemente. Yo lo hice, y vi a Dream Theater el 12 de marzo en Bogotá. Más de una semana es tarde, pero creo que superar eventos como éstos toma tiempo, tal vez la vida…
Muchos pensábamos que ver dos veces a artistas internacionales de renombre y trayectoria en nuestro país (nada de Víctor Manuelle y esas cosas) era imposible. Pues bien, haciendo una excepción a la regla estuvo Dream Theater este 12 de marzo, presentando su gira Chaos in Motion. Dos veces en la vida se puede ver al teatro de los sueños, y nosotros fuimos parte de la segunda. Ésta es una crónica, bastante subjetiva y llena de esos detalles que solo los fans vemos y contamos a nuestra manera, porque echarme una canita al aire aparte del periodismo es válido, ¿o no?
Esperé este momento durante mucho tiempo, cuando me enteré a comienzos de enero de que Dream Theater volvía al país no lo podía creer, nunca ninguno de nosotros pensó que las palabras de Mike Portnoy en su primer concierto en el país fueran a ser cumplidas o proféticas. Pero lo fueron y se anunció que vendrían en marzo. La espera comenzó y no fue sino hasta que tuve la boleta en mi mano (bueno, la confirmación de la transacción por Internet, pues) que creí lo incierto: ¡Volvían!
Ahí estuvimos el 12 de marzo, mi novio y yo, desde las 10 de la mañana haciendo fila cientos de fans que no creíamos que nuestra banda favorita fuera a venir por segunda vez. La lluvia nos desmoralizó a algunos a la 1 de la tarde, no cesaría hasta eso de las 4:30 cuando, empapados y desesperados gritábamos que abrieran las puertas del Coliseo. En medio de la fila tuvimos la oportunidad de conocer a un grupo de paisas y un cartagenero que se habían hecho el viajecito desde sus respectivas tierras para verlos, eso es amor por la banda. Viandas corrían de un lado a otro de la fila, insultos, empujones… Se acercaba la hora de la apertura de puertas y nada…
Los empujones y el caos reinaron cuando los ‘genios’ de logística abrieron la barda que separaba al público del corredor de entrada. UNA sola persona de logística contra cientos que corrían para asegurar su lugar en la segunda fila. Systematic Chaos total. Afortunadamente obtuvimos un buen lugar, no sin antes recibir codazos, pisadas y empujones en el camino hacia la segunda fila. Una requisa para niños: “¿qué hay en el bolso?” Nada, una billetera, un buso y ya (con cámara encaletada). Nada de revisiones exhaustivas, creo que con el genio que teníamos luego de aguantar el aguacero y el frío nadie se atrevería a hacer ese tipo de peticiones.
Corrimos, hasta llegar a la segunda fila, nos posicionamos de manera que tuviéramos garantizado ver a John Petrucci, nuestro héroe personal. Quedamos en la segunda fila, justo en frente de donde quedaría su pedalera. La histeria se empezaba a apoderar de los presentes. Miembros del sonido de la banda telonera Hidden Path pasaban de un lado a otro, algunos se ilusionaban pensando que era uno de los miembros de Dream Theater y gritaban cosas como “Petrucciiiiii”, “Miiiiiike” y por el estilo. La espera continuó hasta que salió Hidden Path a tocar. Buenos los muchachos, lo que molestó fue el no poder escuchar la voz del vocalista y limitarnos a gozar de la guitarra y el bombo impresionante del baterista. El tiempo voló, fue un buen telonero, tocaron lo suficiente, nos hicieron vibrar al escuchar Battery y se retiraron, con aplausos del público y la ansiedad de ver a Dream Theater en minutos.
Un semáforo que colgaba sobre el escenario daba cuenta de lo que faltaba. La luz roja nos desesperaba mientras veíamos cómo se corría el telón, posicionaban los instrumentos, el rack de Petrucci, la pedalera, la hormiga gigante (cargada por otro hombre gigante), el teclado de Rudess… Todo. No recuerdo bien a qué hora comenzó todo, la euforia hizo de mí su presa y recuerdo escuchar unos violines que anunciaban que el semáforo cambiaría a amarillo en cualquier momento… Así fue… Me hubiera mordido las uñas si hubiera podido pero el tener lista la cámara para capturar ese primer instante no me dejó. Luego el semáforo en verde y empiezan a verse imágenes en la pantalla del fondo del escenario, ¡ya era hora!
Divisar las siluetas de Portnoy, Rudess y Petrucci (en lo que yo podía ver) fue impresionante. John Petrucci estaba de pie, frente a nosotros con su guitarra y lo único que atinábamos a articular, entre gritos histéricos, fue “¡John! ¡John!” desesperadamente, como si el mundo se fuera a acabar. Sí, puede ser una actitud muy de fandom, pero tener a tu artista preferido a solo 3 metros de distancia no tiene precio. Sonaron los primeros acordes de Constant Motion y el mundo se acabó, la locura se apoderó de todos los presentes que mirábamos, con incredulidad todavía, a LA BANDA. Extenderme en elogios y distinciones para el repertorio sería algo aburrido y repetitivo: insigne, extraordinario, sin palabras, así que les doy el setlist no más:
- Constant Motion
- Never Enough
- Blind Faith
- Surrounded ‘07
- The Dark Eternal Night
- Erotomania
- Voices
- Forsaken
- Take The Time
- In The Presence of Enemies I & II
ENCORE
- Schmedley Wilcox:
- Trial of Tears
- Finally Free
- Learning to Live
- In The Name of God
- Octavarium (Razor’s Edge)
El concierto completo fue un despliegue de luces, video y sonido espectaculares. Para quienes no teníamos mucha fe de poder escuchar el concierto en todo su esplendor, los ingenieros de DT nos callaron la boca porque hacer sonar algo en el Coliseo es prácticamente imposible, es pedir un milagro. Los visuales de la banda fueron impresionantes, la historia caricaturesca de The Dark Eternal Night fue muy buena y grata, “The North American Dream Squad” jamás dejará de sorprendernos… El video cuando tocaron Surrounded fue muy emotivo. Pero sin duda la canción cumbre del concierto fue In The Presence of Enemies en sus dos partes, completas, demostrando que Dream Theater no es solo perfección en la ejecución de sus instrumentos sino virtuosismo y música de verdad.
- 08 may 2007 Dream Theater, en constante movimiento
- 12 mar 2007 In The Flesh: ver y vivir a Roger Waters
Recursos:
La banda, sobra decir, se ‘fajó’ con el show. La emoción con la que canta James LaBrie es incomparable, hacía sentir cada palabra de cada canción y se apropiaba de ella. John Myung como siempre, absorto con su bajo, concentradísimo en su ejecución pero jamás ausente. De Jordan Rudess me impresionó mucho el nivel de contacto que tuvo con el público, muy, muy grato verlo aplaudiendo y saludando constantemente a la audiencia. Mike Portnoy, como siempre, el showman de la banda, haciendo de las suyas, dándole a esa batería como solo él sabe, haciendo gestos a la cámara y siempre pendiente de la audiencia a pesar de tener poca movilidad. Y por último, Dios… perdón, John Petrucci, maestro de la guitarra, virtuoso, incomparable.
La noche del 12 de marzo de 2008, al igual que la noche del 9 de marzo hace un año con Roger Waters, quedará en mi memoria, y sé que en la de cientos de personas más, como una de esas noches mágicas en las que pudimos estar, sin estar soñando, en el teatro de los sueños con Dream Theater.
martes 25 de marzo de 2008, 20:04 COT
Maravillosa vivencia en vivo pero me hizo falta el video en esta entrada.
Un abrazo!
mircoles 26 de marzo de 2008, 07:30 COT
Lully, en mi blog hay video de Dream, en el palacio de los deportes de madrid.
http://auraneurotica.blogspot.com/2007/11/cronicas-de-mosh-symphony-x-y-dream.html
mircoles 26 de marzo de 2008, 15:58 COT
Uy si definitivamente un dia memorable…
domingo 30 de marzo de 2008, 21:51 COT
El concierto, definitivamente ALUCINANTE!!!
Y los paisas eramos nosotros!, mucho gusto!!!
lunes 2 de junio de 2008, 17:53 COT
Hola, Ruby.
Te felicito por la descripción de ese evento, no pudiste expresar algo parecido a mi propia emoción al ver a Dream Theater pero en México el 29 de abril de 2008, en el Auditorio Nacional. Por una rara situación no pude estar cerca de ellos y tenía boleto hasta abajo. Y aun no sé lo que se siente ser fan de alguien y tener a ese artista frente a ti. Pero viviré la experiencia de sueño en teatros con nuevas emociones, espero que para entonces vuelvan a México. Un saludo y ojalá subieras mas fotos
viernes 17 de abril de 2009, 12:25 COT
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