Mi sueño era ser guerrillero
Artículo destacadoPor Bailarina
viernes 17 de noviembre de 2006 1:40 COT
Dedicatoria
Esta tesis va dedicada a todos aquellos niños y adolescentes que fueron y que aún son presa de los grupos armados ilegales para combatir en las filas de sus ejércitos. Fueron ellos la inspiración de este trabajo, y su situación me duele tanto, que espero sea este un primer paso en la búsqueda de un mejor futuro …de una vida.
- En mi pueblo no hay policía, la guerrilla es la que manda allá, claro que antes sí había puesto de policía pero con eso del despeje en esa zona ya no hay nada, la guerrilla es la que pone la ley.
- Quedé muy satisfecha por irme para la guerrilla porque yo pensaba era luchar por el pueblo y también me gustaba ese lugar donde estaba.
- Yo entré porque mi novio se metió y para no perderlo me fui con él.
- "Ellos van por allá, por acá, por el campo. Uno ve con ánimo a esa gente, pues, con sus fusiles, sus uniformes, entonces a uno le dan ese ánimo y eso me pasó a mí. Yo tenía amigos en la guerrilla que lo convidaban a uno. El contacto era poquito pero me decían que la vida era buena, y todo, no le faltaba a uno la comida, la ropa, que nada faltaba, entonces a uno le daba ánimo y se iba. La decisión fue mía.
- A mí me gustaba la guerrilla porque yo veía que ellos eran admirados por la gente”, joven de 16 años.
- Yo me metí a la guerrilla porque tengo muchos familiares en la guerrilla o en el Ejército. Tengo unos primos en la guerrilla, y otros por otro lado en el Ejército, a mi me gusta esa vida militar y me gustan las armas.
La UNICEF estima alrededor de 300.000 menores de 18 años involucrados en más de 30 conflictos en el mundo. Explica que algunos son inducidos por reclutamiento forzoso, otros por la pobreza, por abuso o discriminación de parte de sus familiares, o buscando venganza por la violencia cometida contra ellos o algunos de sus parientes.
Los menores son más propensos a convertirse en niños soldados si están separados de sus familias o si son objeto de maltrato por parte de las mismas, si son desplazados o si viven en zonas de combate o de limitado acceso a la educación, porque la pertenencia a estos grupos les garantiza comida diaria y supervivencia. La mayoría de los menores responden a presiones económicas, culturales sociales y políticas.
Antecedentes de los niños soldados en Colombia
El 13 de mayo de 1997, seis jóvenes (mujeres) fueron entregadas en Medialuna (Cesar), por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) a una delegación conformada por la Defensoría del Pueblo, Unicef, la oficina del Alto Comisionado para la Paz, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y los medios de comunicación.
A finales de 2000 el proceso se radicaliza. El Ejército Nacional realizó la Operación Berlín, en Suratá (Santander). Fue cercada la columna Arturo Ruiz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), murieron 100 personas y fueron capturadas 90 de las cuales 72 eran menores de 18 años. Esto obligó al Estado Central a formular políticas, no sólo de prevención de reclutamiento de menores de 18 años, sino políticas de atención a los menores desvinculados o “reinsertados”.
Se estiman cerca de 11.000 menores combatiendo en el conflicto armado tanto en la guerrilla, como grupos paramilitares y pandillas urbanas El reclutamiento de niños es una práctica ampliamente utilizada por los grupos al margen de la ley en Colombia desde la década de los 90.. Los datos que arrojan las recientes desmovilizaciones son: aumento en el reclutamiento de mujeres y niñas en las organizaciones armadas irregulares.
Los infantes son sometidos a fuertes entrenamientos físicos, que incluyen el manejo de armas y manipulación de morteros y granadas y construcción y detección de minas antipersonales. También son utilizados para labores de inteligencia -sobre todo en el caso de los grupos de autodefensa-, como mensajeros, escudos humanos, guías, cocineros, vigilantes, etc. Se les ordena ejecutar criminales, infligir torturas, participar en secuestros o vigilar secuestrados.
El análisis
El menor tiene algo que se llama red social, conformada por sus familiares, amigos, vecinos, paisanos. La tesis de que la sociedad y las relaciones sociales tienen un peso muy fuerte en las decisiones del menor, está presente en el desarrollo del modelo; el sólo hecho de que el menor se encuentre en una “zona rural”; conlleva a altas probabilidades de inserción en un grupo armado irregular.
En el proceso de la investigación encontré cinco motivos principales por los cuales los menores deciden convertirse en “niños soldados” en las filas de los grupos armados irregulares (GAI):
- El “estatus” que el menor experimenta al insertarse en uno de éstos grupos y cargar un fusil, la sensación de poder y el mayor atractivo que ejerce hacia las chicas, en el caso de los hombres.
- La creencia que el menor tiene acerca de la mayor protección que tendría en términos de defensa y la mejor oportunidad de conseguir ingresos y mejorar su estatus de vida.
- La vinculación y familiarización del menor con algún GAI, ya sea por la presencia de éstos en el lugar donde vive, por nexos familiares o de amistad.
- La influencia de los amigos, y en el caso de las mujeres también la influencia del novio.
- Y el último motivo que se contempla dentro de la hipótesis planteada es el reclutamiento forzado ya sea mediante la “cuota”, que es la contribución que deben hacer las familias a los grupos armados, o el reclutamiento obligatorio que los GAI hacen en colegios, escuelas y/o calles.
El territorio en el que el menor se encuentra tiene características muy especiales. Generalmente está controlado por algún GAI, o está en disputa por algunos de ellos. En la mayoría de los casos es un territorio muy pobre, lejano del Estado con bajo nivel de bienestar: bajos grados de salubridad, altos niveles de desnutrición, malas condiciones de vivienda, y pésimos servicios de salud y educación.
Con estas características, estos territorios se convierten en nichos aptos para la creación y proliferación de un grupo armado irregular, en el cual éste pueda obrar con relativa ventaja en comparación con las Fuerzas Militares. El GAI controla y domina todo, y es su presencia la que determina de algún modo la inserción de un menor en sus filas.
Existen diversas razones por las cuales un menor puede terminar en un grupo armado. El entorno sociocultural del menor, su origen, lazos de parentesco o de filiación con un miembro del grupo armado, la ubicación geográfica, su red de amigos o familia y la obligación del “pago de un servicio militar”, refuerzan la idea en el menor y lo obligan e impulsan a tomar la decisión de insertarse en un GAI.
Conclusiones
La mención de “zona rural” y su caracterización no es caprichosa. Desde la posición de las redes sociales un menor que se ubique en una zona urbana, tendrá bajas probabilidades, tal vez nulas, de insertarse en un grupo armado irregular. Asimismo, los territorios deprimidos en términos económicos conducen en muchas ocasiones al menor hacia el grupo armado.
La distancia relacional o personal cumple un papel importante. Las personas que rodean al menor en la red por medio de vínculos cercanos y están ubicados en su mismo territorio, desempeñarán un rol fundamental mediante el proceso de socialización. Por este mismo motivo, el menor siempre tenderá a imitar a sus pares en la sociedad; a quienes él tenga más cerca, de quien haya aprendido su comportamiento, y a quienes él quiera seguir e imitar.
La conclusión más importante es el sistema de ingreso de los menores. Los menores están ubicados en pequeños cliques que pertenecen a una red más grande. El clique permite el flujo de información perfecta a través de los miembros que lo conforman, y en él los vínculos fuertes tienen un peso importante en la elección del menor.Así mismo los vínculos fuertes explican la existencia de umbrales bajos en el clique que condicionan la probabilidad de inserción y a su vez garantizan la inserción del menor al GAI.
Recursos:
Aún quedan algunas cosas por discutir ya que el tema es amplio y puede abarcarse desde varios puntos. También algunos interrogantes: ¿El menor decide entre insertarse a las filas de los grupos armados o quedarse en casa y dedicarse a negocios lícitos? ¿Hasta qué punto las condiciones sociales, culturales, económicas y geográficas los obligan a tomar decisiones de este tipo? Esto podría ser tema de otra investigación.
sbado 18 de noviembre de 2006, 10:58 COT
Tu escrito pone el dedo en la llaga de una tragedia que afecta a la niñez colombiana en esta guerra que se libra sin cuartel desde hace muchos años. Hoy, el Tiempo llama la atención sobre la impunidad que cobija estos crímenes. Excelente entrada, Bailarina.
sbado 18 de noviembre de 2006, 12:34 COT
La mentalidad desarrollada por estos niños me recuerda el mismo estado de “euforia” que desarrollan quienes se inician en una secta.
El adoctrinamiento recibido por los niños-guerrilleros debe ser muy fuerte.
Casi similar al que reciben en clase los estudiantes de la UN.
Similar al de una compañia de multinivel
Similar al de una iglesia de barrio.
Las FARC son en cierta forma una Religion toxica, que envenena al pais.
domingo 19 de noviembre de 2006, 21:57 COT
Hola Bailarina:
Interesante tema y una visión cruda sobre la utilización de seres humanos por sectas esquizofrénicas, como bien lo dice Stanley. No entiendo es cómo fue una tesis para economía…
Un abrazo!
viernes 8 de diciembre de 2006, 22:40 COT
Excelente artículo … me tome el atrevimiento de menearlo.
viernes 8 de diciembre de 2006, 22:43 COT
Mi sueño era ser guerrillero…
[c&p] Esta tesis va dedicada a todos aquellos niños y adolescentes que fueron y que aún son presa de los grupos armados ilegales para combatir en las filas de sus ejércitos. Fueron ellos la inspiración de este trabajo, y su situación me duele …
domingo 25 de noviembre de 2007, 12:34 COT
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