[Especial de navidad 2009] Desde Cuba, el año que estamos esperando
Especial Navidad 2009Por Huésped
jueves 24 de diciembre de 2009 7:01 COT
Por Yoani Sánchez*
Un árbol de navidad en un lujoso hotel de La Habana
En vísperas de las fiestas navideñas las personas que se encuentran han empezado a decir la palabra que más se repite por estos días: ¡Felicidades! Este sustantivo encierra el deseo de que cada persona disfrute junto a su familia de una agradable Navidad y se hace extensivo a todo lo bueno que se puede pronosticar para el año venidero. Claro que como anda el mundo en medio de tantas crisis, y en particular como se vislumbra el futuro de Cuba en lo inmediato, dan ganas de ser maleducado y no decir ni "gracias" ante lo que tiene mucho de una simple formalidad.
Para toda una generación de cubanos las navidades perdieron su sentido desde que fueron abruptamente suspendidas en 1969, en los días en que el país estuvo inmerso en la tarea de sobrepasar todos los récords de producción de azúcar. Durante los casi treinta años que duró la prohibición se eliminaron los días feriados para estas fechas y las celebraciones se tiñeron con un carácter semiclandestino, pues acordarse del nacimiento de Jesús contravenía “la cosmovisión científica del mundo” que propugnaba el ateísmo marxista. No fue hasta 1998, con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II, que el estado permitió celebrar de nuevo las tradicionales fiestas; para entonces había muchos que ni siquiera estaban enterados de lo que correspondía hacer y otros tantos lo habían olvidado.
En esta Navidad los mercados están muy deprimidos y será muy complicado comprar todo lo necesario para la cena de nochebuena, donde no debe faltar la carne de cerdo o el pavo junto a las viandas, ensaladas y postres de rigor. Sin embargo los hoteles de La Habana y otras ciudades, en medio de la temporada alta del turismo, ofrecen la impresión de que no falta nada. Lo mismo ocurre en los restaurantes donde se paga en pesos convertibles y en las casas de los nuevos ricos que son pocos pero señaladamente ostentosos. El otro extremo se hace visible en las miles de familias que lo perdieron todo en los huracanes del año pasado y en el centro del espectro aparecen los que son más, exprimiendo sus ahorros para cumplir la costumbre.
Lo más notable quizás sea la creatividad que tanto caracteriza a la gente de esta isla; gracias a ella se introducen innovaciones en las clásicas recetas de los banquetes navideños, se reparan los arbolitos alegóricos y hasta las frágiles bolas de cristal que los adornan son restauradas para disimular sus fisuras. Las formas de saludar también se modifican y ya mucha gente sustituye el habitual “¡Felicidades!” por una frase críptica, pero llena de premoniciones: "¡Que el 2010 sea el año que todos estamos esperando!"
*La autora es licenciada en Filología y reside en La Habana. Es dueña del blog Generación Y
jueves 24 de diciembre de 2009, 19:56 COT
Te he leìdo mucho Yoani y al repasar lo que has escrito aquì en equinoXio sobre la navidad en Cuba hace que Cuba estè tambièn en este paìs Suramericano.
Deseo tambièn felicidades para todos en el 2010.
sbado 2 de enero de 2010, 22:23 COT
Me has llevado a otra época y en Cuba, tienes ese don especial de hacernos caminar por tus senderos apreciada Yoani. Rico leerte en equinoXio.
Lo mejor para tí y la gente linda de Cuba en este año que ha comenzado y me uno a tu frase final:
“¡Que el 2010 sea el año que todos estamos esperando!”