¿Videoclip en decadencia?

Me pregunto, ¿qué ha pasado con el videoclip, en especial en el año que acaba de pasar, 2008? ¿En qué momento pareció perderse la creatividad, productividad y buena manufactura que hizo que muchos amáramos esta parte del audiovisual? Decido hacer este balance del año, pensando en lo que sucede en videoclip, partiendo de los premios: muchos se quejarán de que los premios no son precisamente lo más representativo, pero es de suponer que los premios muestran lo comercial, que podrá no ser representativo, pero sí lo conocido para el público.

Empezaré a demostrar mi punto partiendo de lo internacional. Tomo a MTV, teniendo en cuenta que a pesar de que la calidad del canal va cada vez más en picada, su influencia sobre el nacimiento y desarrollo del videoclip es innegable. En los VMA 2008, en la categoría de mejor video, es indiscutible la preponderancia del pop comercial, donde los videos son simples muestras del poder, dinero o sexo del artista.

Primer ejemplo: Jonas Brothers con Burnin’ Up. Dirigido por Brendan Malloy y Tim Wheeler. Los niños amados de Disney hacen una muy mala imitación de lo que podría ser su próxima película mostrando solo sus caras bonitas. Después podemos seguir con dos videos representativos pop: Chris Brown con Forever y Pussycat Dolls con When I Grow Up, ambos dirigidos por el reconocido Joseph Kahn: aunque un poco más sofisticados pues Kahn es un excelente realizador de efectos especiales, es la muestra del dinero –en el caso de Brown– o de lo que es vender con un buen cuerpo –en el caso de las Pussycat Dolls–.

Mucho más fuerte es el caso del video ganador, Piece of Me de Britney Spears, dirigido por Wayne Isham. Primero, porque los que vimos esa noche los VMA nos sentimos un poco engañados: los premios fueron creados para reinvindicar la imagen de Britney y su patético show del 2007. Y ya entrando al video, no hay mucho que decir, solo recordar que este señor ha dirigido los últimos videos de Maná y varios de Ricky Martin: eso ya habla de su trabajo.

Para mí, los ganadores debieron haber sido The Ting Things con Shut Up and Let Me Go, dirigido por Alex & Liane. Ya en un artículo anterior había hablado de este video y la banda. Supuestamente, estas categorías deberían premiar lo mejor y más novedoso en cuanto a la interpretación de la música por medio de la imagen. En los 4 videos anteriores no hay nada de innovador en imagen –para no herir susceptibilidades musicales–. En cambio, aunque con un toque vintage, Alex & Liane hacen un excelente trabajo.

América Latina

Si este es el panorama de lo que sucede a un nivel ‘mundial’, miremos que sucedió en los Premios MTV Latinoamérica, tratando de distinguir si hay una tendencia a la baja también en nuestro continente. Comenzaré con el ganador a Mejor Video que fue 1, 2, 3, go de Belanova, dirigido por Jesús Rodríguez. Para un público desentendido puede resultar un buen video, pero es triste considerar que este es el mejor video latinoamericano, pues no me parece que una imitación de teletubbies sea innovadora en cuanto a imagen.

Basta con mirar sus competidores, para darse cuenta de que algo sucedió, porque se están haciendo mejores cosas. El primero fue Babasónicos con Pijamas, dirigido por Agustín Alberdi: es de tener en cuenta que esta banda tiene una carrera y una imagen muy sólidas después de 15 años de trabajo, pero aún dicha imagen sigue impactando, creando un mundo surrealista que se siente cercano. También está Café Tacuba con Esta vez, dirigido por Ernesto Contreras y José Manuel Cravioto, quienes han decidido contar historias a través de imágenes, algo mucho más inteligente pues transmite mucho más que una gran cantidad de efectos. Hasta me atrevo a decir que Me enamora de Juanes, dirigido por el colectivo Agressive, es mucho mejor que el de Belanova, pues por lo menos en Latinoamérica no estamos acostumbrados a ver las pantallas de colores, aunque sea una copia de Speed of Sound de Coldplay, dirigido por Mark Romanek.

En realidad, el video que debió haber ganado, aunque esto se debe a la poca rotación que ha tenido el video y el grupo, así como el poco aprecio latinoamericano por bandas que están tratando de crear buen sonido es el de Motel, con Uno, dos, tres, dirigido por Pablo Dávila. La animación es una excelente opción en América Latina y en especial para el videoclip, y este video demuestra un buen uso de la técnica manteniendo un estilo propio y personal.

¿Y en Colombia?

También es bueno ver qué está sucediendo en el campo nacional con los videos. Para esto, haré referencia a los Premios Shock, que es uno de los pocos espacios reconocidos en esta área. En la categoría de Mejor Video, comencemos con Experimental Ape de Koyi K Utho, dirigido por Salomón Simhon, el cual tiene una mejor imagen que muchos videos de metal, pero que no presenta nada novedoso a los artistas tocando, lo cual es entendible por la fuerte imagen que ya de por sí la banda tiene.

Estaba también El Sie7e con Ileso, dirigido por Felipe Martínez. De todos los nominados fue el que me pareció el menos trabajado y más pretencioso: muchos se olvidan de que, en un videoclip, lo que prima es la canción pues es lo que se debe vender. Este video tiene muchos elementos, entre ellos intertítulos, cosa que es desagradable. Además debieron esforzarse mucho más con el corazón y crear un buen efecto para el mismo. Una gran falla del departamento de arte. El ganador fue Bam, de Doctor Krápula, dirigido por Klych López. Debo admitir que no es un mal video, pero me parece que había mejores elementos en los otros videos. La animación que manejan es interesante, pero es evidente que el video ganó más porque Doctor Krápula es la banda representativa del momento.

Quedan dos videos. Uno es Unpure de The Hall Effect, dirigido por Andrés Cortés y David Rodríguez, el cual tiene una temática muy melosa y cursi con el elemento narrativo de la niña, lo cual me parece excesivo, aun para esta banda que es de por sí muy suave; pero me parece muy rescatable la manufactura: es un video muy bien hecho, con una fotografía impecable y con una utilización de colores muy adecuada y sencilla, pero que no por eso deja de ser bueno. Lo que me lleva al video que para mí debió haber ganado, que es el de La 33, Bye Bye, dirigido por David Muñoz Guerrero. El video también es simple, pero tiene muy lindos elementos como el ser muy urbano e identificable con cualquier ciudad de Colombia, no simplemente con Bogotá. También está el narrar una historia sin necesidad de elementos externos a un buen par de actores pero, sobre todo, está el montaje rítmico, extraño para un video de salsa.

La conclusión es: sí, el videoclip está en decadencia. Hacen falta mejores trabajos, directores que se vuelvan íconos como en la década de los 90 y, en el caso de Colombia, un mejor canal de música, pues el que tenemos es casi inexistente. Quiero resaltar un aspecto positivo del video de La 33: me parece importante mirar géneros que no sean rock o pop para los videoclips, pues la escena musical del rock es casi inexistente en el país, mientras que la salsa y el tropipop tienen mucha salida, lo que quiere decir que puede que en estos géneros se puedan producir buenas imágenes.

Otros videos que valen la pena

Pero para no dar la impresión que pienso que todo es malo, quiero recomendar cuatro videoclips del 2008, que pueden ser no tan publicitados, pero que pueden ser la muestra de que no todo está perdido.

El primero es Pa’ bailar de Bajofondo Tango Club, dirigido por Pablo Cascuberta. Aunque el video tiene referencias al trabajo de Prisca Lobjoy para Gotan Project, es un video agradable de ver y que tiene toda la simbología del tango y su relación con América Latina. Después pueden ver Good Morning de Kanye West, dirigido por Takashi Murakami. Una de las características de Kanye West es que va más allá del concepto del rapero y demuestra que puede llegar a un alto nivel de desarrollo de imagen, por lo que no únicamente recomiendo ver la historia de este osito, sino todos los videos de West en su página web, único sitio donde se pueden ver.

Después está 10,000 Night of Thunder de Alphabeat, del que no fue posible encontrar el director, pero que deseo colocar porque me parece que, entre tanta confusión sobre qué es realmente pop, Alphabeat es una excelente representación de lo positivo del género; además este video además tiene el toque adecuado de color y sencillez que debería acompañar a canciones suaves y entretenidas. Y por último está Me muelen a palos de Los Bunkers, dirigido por Jesús Rodríguez, el mismo de Belanova, lo que demuestra que no muchas veces tiene que ver con el director sino con otros asuntos de mercadeo. El blanco y negro excelentemente usado hace que los edificios y todo el contexto urbano en vez de uniformarse, resalte junto con los artistas de fondo.

En realidad, no todo es malo. Solo hay que saber buscar.

Feliz 2009 y que la vida se siga moviendo al ritmo de la imagen en la pantalla.

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