El metal, de capa caída
Artículo destacado > Especial Rock al Parque 2009 > MúsicaPor Germán A. Quimbayo
jueves 2 de julio de 2009 1:17 COT
Haggard (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Ya mucho se hablado de cómo se ha venido comportando el Festival de Rock al Parque (RAP) en los últimos años. Que si el cartel de artistas es bueno o no, que si el comportamiento del público también, que si la fecha es relevante o no, etc., etc. Yo no vengo a redundar en todo ello. Voy a hablar como un fanático más de la música, que valora con sus pros y contras espacios como este festival y con toda la ignorancia que eso implica.
Estoy de acuerdo con los que afirman que a un festival como Rock al Parque, hoy por hoy, es algo tendencioso darle el apelativo de festival de “rock”, cuando actualmente los festivales más importantes alrededor del mundo presentan todas las tendencias, desde las más extremas hasta las más rumberas, en un solo lugar, además de comprender que el rock es una gran familia con muchas vertientes y tendencias pero con una sola actitud.
A decir verdad, iba con mucha prevención al primer día del Festival, generalmente reservado para los sonidos fuertes y el metal (denominado este año como Ciudad Rock: Derecho Extremo). Me pareció de entrada que el cartel estaba muy flojo: mucho viejo conocido que repetía festival y algunas bandas muy poco conocidas pero sin ningún tipo de gancho que a uno le dieran ganas de ir a ver. Bueno, tampoco se trata de pedir que vengan los artistas que uno siempre ha pedido o espera porque ¡como es gratis…! Pienso que se trata de dar cabida a nuevas agrupaciones y nuevas posturas musicales, para que la gente entre y escoja. De hecho creo que ese siempre ha sido el ánimo de RAP, pero como que eso no se ve muy claro en el día de los sonidos fuertes.
Kilcrops (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Descomunal (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Siendo sincero, cada año que voy al día del metal me siento atrapado en el tiempo, como si no hubiese cambiado nada desde hace como más de diez años en la escena metalera. Y eso lo volví a sentir en esta edición. Me preocupa ver bandas como Introspección, Kilcrops, Neurosis, Legend Maker, Tenebrarum o Ingrand de nuevo y con posturas ya muy reconocibles dentro del público. Pero lo más preocupante es que, ante todo, dicho público sea muy condescendiente con ello y no vea que el metal y el rock duro no se quedaron en los ochenta y noventa. Existen nuevos sonidos. Qué más que la escena metalera para ayudar a posicionar esos nuevos sonidos. Pero al parecer no hay con qué.
Igual yo sé que no son todos, pero existe una inmensa minoría que reconoce lo que digo. Aquí es donde entra la responsabilidad de los organizadores de RAP. Si el público no responde, entonces no hay que ser tan "olímpico" de dar siempre lo que el público quiere, sino de formar público, trayendo apuestas musicales arriesgadas y que estén al día con lo que suena actualmente. Bueno, pese a este solitario reclamo, ya me espero la avalancha de insultos.
Para que esto no se quede en un muro de los lamentos, rescato este año el ejercicio de haber tenido un tercer escenario llamado Distrito Rock que, como dice Carlos Solano de Caja de Resonancia, uno se siente como si de verdad estuviese en un festival. Rico este escenario, aparte que se vieron las propuestas más interesantes junto al escenario El Lago.
Black Sheep Attack (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
José Fernando Cortés (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Propuestas interesantes en mi concepto (de las que pude ver) del primer día:
- Los Plankton: No eran un grupo propiamente de metal, sino que tocaban un estilo de surf-rock bastante fresco e irreverente. Nada pretencioso y sí muy divertido, como para bailar.
- Black Sheep Attack: Pese a que ya habían estado en el festival, nunca los había visto. Son de esas bandas que tocan rock, sencillo, directo y guitarrero, sin pretensiones. Muy buena energía, especialmente la de su cantante, personaje completo y ya viejo conocido en la escena bogotana.
- Descomunal: Ecuatorianos con mucha fuerza, a quienes por lo menos se les notó la intención de tocar un buen y potente metal, vigente, aderezado de algo de hardcore, death y pasajes que recordaban a Fear Factory, Divine Heresy, Mnemic o Messhugah.
- José Fernando Cortés: A mí personalmente no me ‘mató’, pero sí creo que es un excelente músico que demostró el porqué de su trayectoria. En mi concepto, lo que le hace falta es algo para conectarse más con el público. Eso sí tiene un bajista tremendo (¡qué hombre para tocar esas seis cuerdas graves!).
- Haggard: Uno de los más esperados. Los mató el sonido por un buen pasaje de la presentación y el comportamiento de algunos, en medio del hacinamiento que ya tenía el Simón Bolívar a esa hora. Por eso me fui, pero al parecer mejoraron al final. Finalmente se destacaron. Bien por ellos.
- Antípoda: Les tocó bailar con la más fea, pues al mismo tiempo que tocaba Haggard tocaban ellos. Igual tuvieron cierta audiencia y me parece que es uno de los grupos con mayor proyección a nivel colombiano y que sí vienen tocando bajo parámetros del metal actual, en especial del death melódico. Pero eso se debe a que han venido trabajando en Suecia los últimos años junto al reconocido productor Daniel Bergstrand, quien ha trabajado con bandas de talla mundial como Meshuggah, Soilwork, In Flames, Behemoth, Fredrik Thordendal, Dark Funeral, Strapping Young Lad, Stuck Mojo y Darkane, entre otros. Contundente sonido y se nota la mano de Bergstrand.
- Morbid Angel: El plato fuerte. Majestuosidad y brutalidad la de estos dioses del death metal. Demostraron el porqué son los forjadores de esta vertiente del metal. Pese a que algunos digan que se quedaron enclaustrados en el tiempo, para mí no es así. Los había visto en 2004 en un mítico concierto en el Castillo Marroquín, a las afueras de Bogotá, y esta vez tocaron más duro y más pesado que en esa ocasión. Espero ansioso su nuevo disco, del cual dieron un adelanto.
La niña de Haggard mandándoles un pico a los espectadores (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Morbid Angel (Foto: © Ivonne García, especial para equinoXio)
Como adenda y sacando mi sesgo ambientalista, me pronuncio:
- 02 jul 2009 Bailamos hasta quemarnos (Diana Luque Lavado)
- 02 jul 2009 Y pasó Rock al Parque (Ivonne García)
Además: 06 jun 2009 RAP 2009: cultivo de audiencias (Ivonne García)
¿Qué es eso de "naturaleza viva" en Rock al Parque 2009? Pura correctez, como el dichoso tema de la tolerancia, si el Simón Bolívar produce más basura que cualquier otro sitio de la ciudad por estos días. Coherencia con el discurso, por favor. Sería interesante proponer a los directivos del Festival y a la Administración Distrital que apliquen un sistema de gestión ambiental o de manejo integral de residuos durante el evento, que reduzca el consumo de botellas plásticas y de paquetes, así como el excesivo uso de publicidad en flyers que no hacen sino basura.
jueves 2 de julio de 2009, 10:43 COT
¡excelente crónica! … me parece que Quimbayo acierta en que la escena rockalparquera del metal se quedó estancada en el tiempo. Yo voy hace 13 años a rock”al y también tengo la misma sensación del “primer día”. Veo que en Colombia, no surgen bandas nuevas y veo que, pese a vigorosos guitarros y bajistas, no han concretado su virtud en bandas que hagan estremeser y se salgan de ese sonído estático y perenne.
Entre otras, ¿qué ha pasado con el Death Melódico y con el Black?
jueves 2 de julio de 2009, 15:59 COT
el rock en general, desde los 90 no sale nada original aqui, pura copia de l rocksito adormilado gringo, ver el tributo a rock al parque con todos esos buenos artistas, solo deja ver que desde ellos no ha pasado nada de nada, sí el rock nacional esta estancado, muy mal…
jueves 9 de julio de 2009, 23:15 COT
BRUTOSSS!!!!!!!!!!!!!!
No saben una m****a de metal, pongase hablar de lo que usted sepa gran i*****l.
ahh reverendo bruto, es Ciudad Rock no ningún distrito y Antipoda no es deah reverendo i****a, dejense de poner hablar m****s que ni saben que hay personas que si sabemos y vemos como pasan pena, y haganos un favor no se haga pasar por metalero que usted no tiene ni un pelo pedazo de B***O.