Animatico: algo sobre el Loop 2008
Artículo destacado > Life in the Picture MotionPor Diana Luque Lavado
martes 26 de agosto de 2008 0:02 COT
Arriba izquierda: exposición sobre la animación en Colombia; arriba derecha: María Laura Moure de Patagonik Films; abajo izquierda: Carlos Reyes y Andrés Barrientos de En Agosto; abajo derecha: Tony Muller en el seminario de animación de personajes en Blender (Foto: Diana Luque Lavado, especial para equinoXio)
Aprendí muchas palabras la semana pasada. Mi medio de trabajo me lleva siempre a hablar, leer o escribir sobre cine argumental, o documental, pero sobre animación poco o nada sabía, hasta que llegué al Loop 2008: Festival Latinoamericano de Animación y Videojuegos que se lleva a cabo del 15 al 30 de agosto en Bogotá. Llegué no por un interés propio: me parecía un evento de pesados ñoños y adictos a la tecnología que ya he visto y no quiero repetir. Pero no.
En medio de un arduo trabajo, tuve la oportunidad de asistir a varias conferencias, tanto nacionales como internacionales. Lo primero que debo decir es que realmente se están haciendo cosas muy trabajadas, con historias interesantes pero, sobre todo, con mucho profesionalismo en Colombia. Un ejemplo es Efe-X con los efectos especiales para La Milagrosa, de Rafa Lara: sorprendente que estemos llegando a este nivel. Parte de este éxito no se debe al apoyo –aparte de los premios del Fondo de Cinematografía del Ministerio de Cultura– sino más bien a las ganas, muchas ganas.
Pude ver los cortos de Juan Manuel Betancourt, de Gato Encerrado, llamado RojoRed, y de Andrés Barrientos y Carlos Reyes, de Black Velvet, llamado En Agosto, el cual fue estrenado como parte del festival, que me impresionó por su originalidad, tanto en el arte como en la historia. Compartieron con los espectadores parte del proceso de realización de sus animaciones y ambos, aunque no lo dijeron explícitamente, hicieron evidente que la única manera de hacer algo así es trabajando y mucho: la realización de RojoRed duró tres años, la de En Agosto dos, sin contar el proceso de escritura de guión.
También estuve en la parte internacional –aunque las presentaciones nacionales no tienen nada que envidiarles a las conferencias de otros países–. Lo más llamativo: Tony Mullen, quien trabaja en el Tsuda College de Tokio (Japón), experto en Blender, software open source de animación que ya está dando mucho de qué hablar. En Blender ya se han realizado animaciones como Plumíferos en Argentina y Elephants Dream. Además, Mullen realizó un taller de animación los últimos días de la muestra.
En cuanto a exponentes latinoamericanos estuvieron María Laura Moure de Patagonik Films (Ratón Pérez) quien habló sobre lo necesario de buscar un coproductor europeo para proyectos de largometraje; Andrés Couturier de Ánima Estudios (El Chavo Animado), quien tocó muchos puntos, entre ellos, la importancia del orden desde el guión –y la falta de guionistas–; Carlos Argüello de Studio C, quien sorprendió, pues en su estudio en Guatemala se han hecho los efectos de películas como Las Crónicas de Narnia; y Javier Mrad de Banzai Films y Medialuna (promos para MTV y VH1).
Si me pusiera a contar detalladamente todo lo que dijeron, este artículo no tendría final; pero quiero rescatar el espíritu de Javier Mrad: el trabajo con Medialuna en Argentina es increíble, pero realmente le dedicó 15 minutos, terminó diciendo que su trabajo, tanto en la agencia como con Banzai Films, se basa en respeto y ganas de hacerlo; si no, no se involucra. Lo que hizo después fue dar una clase como las que da en la carrera de Diseño Gráfico en la UBA: lo que realmente importa es que este es un medio, el dibujo, la animación es un medio de expresión.
De todo lo que oí en las conferencias quiero concluir con dos cosas. La primera: para hacer algo en Colombia realmente hay que trabajar. Todo el audiovisual debería ser riguroso, pero la animación requiere mucho más trabajo del que uno se imagina. Si se comienza a hacer un trabajo mucho más dedicado en las primeras etapas de la preproducción –guión, que es donde hay más debilidad; storyboard y animatico– es mucho más sencillo encontrar patrocinio o coproducción.
La segunda surgió de los invitados internacionales: no estamos listos para competir con Estados Unidos o Japón en materia de animación. Y no lo digo yo, lo dijo María Laura Moure. Pero para hacer producciones de largometraje, además de una coproducción con Europa, se necesita una unión latinoamericana. De las cosas más agradables, tuve la oportunidad de comer con todo el panel internacional en un hermoso lugar del centro de Bogotá. Mi impresión: excelentes personas, que llenaron a todo el mundo de tarjetas y correos, diciendo ‘el que se quiera ir para Argentina a componer me lo llevo’ o ‘créeme que te tendré en cuenta para el guión’… eso último me lo dijeron. Solo es cuestión de buscar.
Una cosa más. El equipo de Loop: Óscar Andrade, Julián Gil, Andrés Murcia y muchas personas más que estuvieron colaborando en el evento se merecen lo mejor del mundo. En un momento dado, estuve hablando con Andrés sobre cómo iba todo. Me dijo: “nosotros no hacemos esto para lucrarnos, si así fuera, estamos haciendo algo equivocado, porque dinero no queda”. Después Julián me complementó la idea: “este es un evento académico, lo que queremos es hacer que la gente y las empresas se interesen por lo que está pasando ahora”.
El evento todavía continúa. Hay muestras en el MAMBO de las animaciones que participaron en el concurso y la exposición sobre la historia de la animación en Colombia, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez.
Me pareció muy triste la poca publicidad que existió del evento, hecho con un bajísimo presupuesto, aunque uno de los canales privados fuera el patrocinador: fueron el viernes, cuando el sábado se terminaban los talleres y las conferencias. Este es el tipo de eventos que realmente vale la pena anunciar con bombos y platillos, no esos donde toca hacer cola desde días anteriores, pagar una cifra astronómica, solo para que unas cuantas empresas se hagan publicidad. Hay demasiadas quejas sobre lo poco que se ve de cine o de animación en el país: pues sería bueno que apoyaran iniciativas que no tienen nada que ver con parafernalia, sino con educación.
A ver si se animan, ¿no?
martes 26 de agosto de 2008, 02:28 COT
Hola Diana, muchas gracias por compartir estas buenas noticias. Los festivales de animación son fabulosos, toda una fiesta de creatividad desbordada. Eso sí, me deja intrigado la segunda conclusión, la de competir con Japón o EEUU, porque precisamente estos festivales son también para descubrir pequeñas joyas que resultan estimulantes a la imaginación, fragmentos que sorprenden sin necesidad de tener el sello Pixar detrás.
No sé por qué pienso ahora en “El mariachi” de Robert Rodríguez y la versión hollywoodesca que hizo después, “Desperado”: sé que es una cuestión de gustos, pero me quedo con la primera, hecha con bajísimo presupuesto pero chispa y entusiasmo. La segunda es un derroche de efectos especiales que difuminan por completo la historia original; solamente recuerdo las explosiones y a Salma Hayek.
Una pregunta: ¿hay algún lugar en Internet donde se puedan ver los cortos?
lunes 1 de septiembre de 2008, 01:44 COT
Que envidia la movida cultural de Colombia. Suerte.
Buen blog, felicidades.
jueves 4 de septiembre de 2008, 20:10 COT
hola que bueno es todo esto y la verdad es que para hacer animacion y cortometrages en nuestro pais es muy dificil ya que si no se trae una firma famosa los empresarios y gobierno casi nunca ponen atencio pero como dices en tu articulo esto se hace es trabajando y casi siempre es con las uñas pero no importa las mejores cosas son las que se hacen asi
y para terminar les comento que yo tambien hace un tiempo estoy que trabajo en una idea en 3d el que este interesado solo es que se comunique con migo ennter@gamil.com
att fernando perez