[Memorias de un camino andado] Heridas de huellas borradas (3/4)
Lunes 27 de Diciembre de 2010 20:15 COTPara los rionegreros, la llegada del zapato fue “una bendición de Dios”, como lo cuenta Maria del Carmen Arias, una residente del municipio que vivió esa transición entre tener sus pies llenos de ampollas por el suelo y las carreteras destapadas por las que debía transitar, y tener sus pies llenos de ampollas por la falta de costumbre de usar unos zapatos.