Colombia - Cargada el 06.09.2017 23:07:19 COT
Una depuración de la política colombiana sólo puede realizarse con el concurso de las tres ramas del poder público. El gobierno, el congreso y la justicia, unidos, tienen la capacidad para derrotar la corrupción. Uno sólo apenas limpiará la casa por un tiempo, el suficiente para que los delincuentes retornen con nuevas caras y trampas para seguir robándose el país.
Saliendo de la U. de los Andes, me abordaron dos lindas muchachas ofreciéndome un producto financiero especial para los estudiantes de la universidad, que provenía de uno de los grandes bancos comerciales que operan en el país: una tarjeta de crédito especial, sin cuota de manejo, con intereses moderados y un cupo limitado con el cual se pretendía facilitar a los estudiantes de la universidad más costosa del país, la adquisición de libros, fotocopias, participación a eventos, etc. Sólo para uniandinos, claro está.
Estamos viviendo una situación internacional de distanciamiento entre los representantes gubernamentales de los distintos estados nacionales y la ciudadanía. No entraré en un análisis pormenorizado de las causas que han propiciado este clima político, que viene gestándose desde hace décadas y más especialmente desde los dramáticos acontecimientos del 11-S. Es mi deseo ofrecer en este artículo una reflexión personal desde un punto de vista ético de esta crisis de relación entre el Estado y los ciudadanos, que nos está llevando paulatinamente y de forma inexorable a un modelo de dictadura global.
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