Ética y bitácora
Ética en InternetPor Andrea Bernal
jueves 4 de mayo de 2006 20:10 COT
El asunto de la ética parte, como ésta pintura de Kandinsky, de saber hacia dónde se quiere llegar. Pensando en la bitácora como una carta de navegación, sin duda, es necesario preguntarse por el camino a recorrer, pero más aún, por el destino del viaje en el mundo de la discusión y la expresión de ideas con otros y otras.
Si ése destino es un lugar en el que pueda darse la expresión del libre pensamiento, no será posible entonces restringir las opiniones de otros, aunque sean distintas de las propias. La bitácora debe ser un lugar de tolerancia y de respeto a la diferencia.
Cuando la meta es un espacio donde se desea comentar asuntos de la sociedad o de la cultura, es necesario que la información sea un conjunto de miradas, y no sólo la apreciación del autor. La bitácora puede y debe construirse con información proveniente de fuentes que garanticen una perspectiva completa de lo que ocurre. Un lugar de discusión de realidades sociales, debe garantizar que las voces de aquellos involucrados en ellas sean escuchadas.
Si se quiere llegar a un sitio que anime a la participación, la bitácora debe tener un lenguaje sencillo, sin pretensiones. Es importante mantener un diálogo cercano, a fin de lograr que el lector o lectora se sienta a gusto y pueda relacionarse efectivamente sin temores. La comunicación debe ser definida por esta forma de escritura sin deseos de teorizar.
La bitácora es un espacio que en principio no debe ser nada en sí mismo, sino que se define progresivamente a partir del fin hacia el que quiere dirigirse. Su ética en cambio, es algo preciso desde el mismo instante en que inicia el viaje.
mircoles 17 de mayo de 2006, 10:27 COT
[…] Conclusiones Convite > Ética en Internet Por: Marsares15 de mayo de 2006 No sé por qué, leyendo los escritos remitidos a nuestro primer convite, me vino a la memoria Mad Max. Una civilización caótica, sin nada más que el deseo primitivo de sobrevivir. Y esto es Internet: anárquica, sin reglas, muchos de cuyos habitantes sólo siguen una norma: primero estoy yo, los demás no importan. No obstante, grupos humanos, como en la sorprendente película australiana, construyen nuevas comunidades virtuales, dándose las reglas que les permitirán fortalecerse. Como en la realidad, pese al individualismo de los habitantes de la red, la única posibilidad de crecer y desarrollarse, es a través de estos grupos virtuales. Y esto es precisamente lo que destaca Administraciones en red, el blog vasco, que participó en el debate: una nueva ética parte de la creación de comunidades hacker, con identidad de principios y objetivos. Habitantes que no abandonan su individualidad, pero que hacen del servicio a los demás, el principio que rige su vida, respetando la libertad de expresión, la privacidad y los estilos de vida de cada quien. Pero acá no hay reglas estrictas, aplicables como una receta a todos por igual. Y Mauricio llama la atención sobre esto. Nuestra diversidad cultural impide uniformar al planeta con rígidas normas. Lo fundamental es que cada quien, de acuerdo con el contexto cultural en el que viva, desarrolle su propias reglas de comportamiento, partiendo de la autorregulación como lo indica Marsares. Pero claro, primero hay que partir de nosotros mismos, como acertadamente lo señala Julián . De lo contrario, si uno cosa somos y otra lo que mostramos, esta falta de coherencia nos derrotará en la red. Solamente, en la medida que seamos uno solo en nuestras palabras y nuestros hechos, podremos llevarlos a la práctica en la red. Pero, por supuesto, esta coherencia debe basarse en un elemento fundamental para vivir en comunidad: la sana convivencia, como lo señala Julio, que se refleja en el respeto por las ideas ajenas y la propia humildad que desecha ser dueños de la verdad, como lo asevera Alvaro. Si partimos de ahí, la construcción de un sitio para la reflexión, el diálogo y la comprensión, comienza a ser posible. Entonces, como lo señala la Rana Berden, teniendo claridad en lo que se busca, sencillez en el lenguaje y ofreciendo a nuestros visitantes pluralidad de puntos de vista, la concordia comienza a ser un hecho. Y si, además, como Carolina lo afirma, el respeto hacia los demás, hacia sus obras, citándolos cuando las usemos, lo llevamos a la práctica, quizás el caos, por lo menos en nuestro entorno comienza a retroceder. Aparte de esto, la propia Carolina escribió un artículo para equinoXio en el que precisa el alcance de los derechos de autor en la blogosfera, estudiando tres casos de plagio, presentados en nuestro país. Enriquecedor este primer convite de blogs. Las ponencias fueron esclarecedoras y muestran que la preocupación por una ética propia del mundo virtual es una necesidad, que en muchos lados se comienza a desarrollar y que solo de nosotros mismos depende que sea una realidad y no una simple excepción. | […]