Vistazo a Singapur
Austral > ColumnasPor Julio Suárez Anturi
mircoles 4 de octubre de 2006 1:08 COT
De los cuatro tigres asiáticos el emblema de uno de ellos son los leones. Pequeños territorios que sorprendieron al mundo con tasas de crecimiento económico del 10 por ciento anual, y uno de ellos es apenas una ciudad. Una ciudad–Estado, pero en nada parecida a la antigua Roma, y me refiero a Singapur.
¿Podrá un país latinoamericano emular a Singapur? La respuesta es, nítidamente, no. Se sabe de la intentona de México, y es mejor que se pare ahí. Estas anotaciones de Singapur solo se proponen compartir información y una mirada admirativa.
Aunque se le nombra junto a Taiwán, Corea del Sur y Hong Kong, Singapur tiene una historia de conflicto y desarraigo que moldeó su sentido de realidad.
Primero fueron los imperialistas holandeses, luego los imperialistas japoneses, enseguida los imperialistas británicos que hollaron su suelo. Y cuando Singapur creyó poder fraternizar en la Federación Malaya, ésta lo expulsó.
Para bien, creo. Eso hizo, pues, que se plantearan su supervivencia de manera autónoma.
¿Con qué contaban en aquel momento? Con menos de 3 millones de habitantes y una economía empobrecida; con 693 kilómetros cuadrados y muchas ganas, eso sí.
Solo, el país de Singapur tuvo que aprender a valerse por sí mismo.
El proceso desde 1959 fue conducido por el primer ministro, el mítico Lee Kuan Yew.
Fue él quien proclamó la República, el glorioso 9 de agosto de 1965.
Ya en los años ochenta, Singapur descollaba como un tigre vigoroso. ¿Qué ocurrió?
Hoy Singapur tiene los mismos 693 kilómetros cuadrados, mientras solamente Bogotá tiene 1.732; hoy Singapur tiene 4,6 millones de habitantes, mientras solamente Bogotá ya casi tiene 8 millones; hoy Singapur tiene un ingreso de 28.228 dólares por habitante, mientras Bogotá tiene solamente…
Desde los tiempos de Lee Kuan Yew se estableció una democracia multipartidista, que tiene mucho de autoritarismo. Aquello se ha consolidado después, por parte de Goh Chok Tong, y desde el 12 agosto del 2004 por Lee Hsien Loong, hijo de Lee Kuan Yew.
Pero es un autoritarismo peculiar, que se declara en contra del asistencialismo de Estado y se proclama, en cambio, “socialista, pero distinto”.
Peculiar porque el manejo de su economía se reconoce transparente, y la corrupción prácticamente inexistente.
En Singapur nadie pide limosna, porque “no sirve un pueblo donde se pida limosna”. Axioma este que viene de la época de Lee Kuan Yew.
Tampoco le servía un pueblo donde las personas no fueran propietarias de sus viviendas, y a este efecto construyó vivienda de buena calidad, y otorgó créditos hasta de 20 años.
Muchos se hicieron a su vivienda, en mejores condiciones porque eran propias, comparativamente con la vivienda alquilada, de menores dimensiones y paredes descascaradas. De este tigre copió Margaret Thatcher el programa británico de vivienda en su administración.
También dijeron los padres de la patria: A un país no le sirven los sindicatos, sino el trabajo. Y establecieron una política de pleno empleo con cero sindicalismo.
Y también dijeron: Toda empresa tiene que ser rentable, y en especial si la empresa es del Estado.
Y desde que cada una de esas empresas se fundó, comenzaron a ser rentables: su refinería petrolera –que es la más grande de Asia–, su puerto marítimo –con el mayor volumen de carga anual– y su empresa aérea –la más confortable y dinámica del mundo.
Singapur vende equipos informáticos y de telecomunicaciones, y productos petrolíferos, en tanto compra aviones, petróleo, productos químicos y alimentos –ya que la agricultura es prácticamente inexistente.
En igual medida en que resulta molesto el sindicalismo para el pleno empleo y la productividad, es molesta la oposición. Pero no la reprimieron, sino que adecuaron una explanada, con una tarima, llamada “La esquina de los oradores”, donde todos tienen derecho de ir a arengar.
La concurrencia, poco a poco, se extinguió, aunque el espacio de mantiene. “La gente se aburre de oír las mismas quejas”, dicen las autoridades, “mientras el país crece”.
El sentido práctico, la patria mediante la producción, la utilidad de cada ciudadano, hacen la diferencia de este tigre con emblema de leones.
Y quizás sea la producción y la economía, lo primordial. Porque ¿para qué le enseñan a un muchacho la historia griega, si eso le sirve solamente para pedir limosna, y pedir limosna es inconcebible? Mejor enseñarle informática y cosas prácticas.
Son muchas entonces las razones por las cuales no es posible tomar a los tigres asiáticos como modelos que se puedan copiar en América Latina.
Y de ellos, no es posible tomar a Singapur, como quiso México, aunque podamos parecernos en tener un clima tropical húmedo, y el voltaje de los electrodomésticos a 220.
mircoles 4 de octubre de 2006, 10:42 COT
Julio, buen retrato, ponderado y neutral, de este enigmático país del sudeste asiático. Uno no podrá estar de acuerdo con ese autoritarismo extremo, pero se reconoce el grado de desarrollo de esta pequeña sociedad.
Igual, acá siempre que se copia, se copia mal, “imponiendo” en lugar de “adaptar” a las verdaderas necesidades locales. Los japoneses, por poner sólo un ejemplo, fueron mucho más vivos: “copiaron” para adaptarse (y defenderse de los europeos, tras ver lo que estaban haciendo en China) y lo “mejoraron” en muchos sentidos, sin enterrar su cultura y buena parte de sus tradiciones (lamentablemente algunas de ellas bien retrógradas).
Un abrazo, ala.
mircoles 4 de octubre de 2006, 17:19 COT
Bueno justamente vi el domingo un documental del Discovery Channel a ese respecto.
Renunciar a las raices en aras del progreso.
mircoles 4 de octubre de 2006, 17:47 COT
El nivel de bienestar es proporcional al nivel de exigencia productiva, y creo que una sociedad así es relativamente feliz (independientemente de nuestras preferencias o nuestros prejuicios). Hicieron las cosas bien con lo que tenían a la mano. Y obviamente, estas experiencias que nacen de una desgarradora realidad, no puede ser copiada como bien lo señalas Julián, como si fuera con papel carbón. Me parece muy adecuado el ejemplo que pones de Japón, porque su propósito, en efecto, fue copiar. Y un paso más allá, su propósito fue copiar y mejorar la copia frente al original. Es lo que han estado haciendo, y hoy por hoy se reconoce como legítimo y se aplaude. Abrazo.
Sí, lo ví también, Aldemar, pero en ese reportaje lo que noté es que, justamente, no hay ninguna raíz, porque los distintos imperialismos la arrancaron. Me parece que tuvieron que inventársela, decirse: esto somos, y ponerle el pecho a la brisa. Lo que queda claro de la historia de Singapur es que existe la posibilidad de escoger un camino hacia ese progreso que tú señalas (progreso que puede verse monetariamente, medioambientalmente, familiarmente, laboralmente, en suma, socialmente). Abrazo.
jueves 5 de octubre de 2006, 09:18 COT
Me llaman la atención dos premisas en tu artículo: la ausenciua de corrupción y la rentabilidad de las empresas del estado. Ambas van de la mano y son, tal vez, dos circunstancias por las cuales a nosotros nos queda duro seguir ese ritmo.
Cuando pensamos en rentabilidad, pensamos en rentabilidad propia e inmediata: por eso los negocios no prosperan. Estoy cansado de ver cómo excelentes ideas se van al traste porque los gestores no tienen la paciencia para que prosperen. Porque como no dio utilidades desde el primer dia, no sirven. Y por eso los servidores públicos – empezando desde las cabezas – prefieren hacerse su dinero fácil y rápido – y sin escrúpulos – en lugar de pensar que trabajando con honestidad, por ejemplo, por la ciudad, la ciudad crecerá y con ella creceremos nosotros.
jueves 5 de octubre de 2006, 11:34 COT
La nula corrupción fue también, Mornatur, un valor que decidieron enarbolar para atraer inversión extranjera, porque comenzaron sin tener nada. Esa nula corrupción es, además, un arma política contra la oposición, y, por supuesto, un voto de confianza del pueblo.
En cuanto a las empresas estatales, el mítico Lee Kuan Yew se propuso que, precisamente, debían producir utilidad desde el primer día. Así nació Singapoure Airlines, y desde el primer día fue rentable. Inclusive, lo fue a costa de no pertenecer a un ente coercitivo como es la International Air Transport Association (Iata). La aerolínea prefirió no estar en la Iata, pero ofrecer tarifas baratas y servicio de calidad.
Lo que uno observa es un compromiso con su terruño, su patria, su ciudad, su espacio, por encima de mesquindades, como suele ocurrir en Colombia, o Venezuela, o Chile, o Argentina. Se privilegió el trabajo por la construcción de sociedad, lo cual va de la mano con la no corrupción.
Hay, también, un sentido práctica en la toma de decisiones, más que en los cálculos politiqueros. Por ejemplo, los inversionistas extranjeros gozaban de cero impuesto por un tiempo determinado, o tasa impositiva moderadas por un tiempo determinado. Pero la inversión, preferentemente, se hizo a través del Estado, de modo que se obtenía utilidad para contrarrestar la anulación fiscal por los beneficios.
Como diría un argentino, “son otra cosa”. Sí, este tigre simbolizado con leones, es otra cosa, y una buena cosa. Abrazo.
jueves 12 de octubre de 2006, 10:21 COT
Julio:
Súper interesante tu artículo. Dos cositas:
1. El comentario de Julián sorprende por su visión netamente occidental hacia oriente. Para entender los paises asiáticos (y cualquier otro) es necesario contextualizarlos en su cultura e historia. No entiendo como puedan calificarse las costumbres como retrogradas, cuando se está hablando de todo un país. ¿Retrogradas con respecto a qué “avances” y de quienes? Vale la pena tener siempre presente el concepto de la relatividad cultural.
2. Si observas bien, en el escudo de Singapur no aparecen dos leones, sino un león y un tigre. Es solo una precisión, porque el tema está estupendamente desarrollado. Supongo que será parte de una serie sobre los 4 tigres asiáticos…
Un abrazo y Majulah Singapura!
lunes 11 de agosto de 2008, 17:56 COT
Marlene Zelaya
Creo que Paraguay si puede solucionar su situacion de pobreza asi como lo consiguio Singapur,, con una mejor organizacion empezando con las autoridades que gobiernan el estado,,, porque de alli parte todo, para que loa ciudadanos que forman parte de la misma tenga establecida su nivel economico
lunes 11 de agosto de 2008, 18:04 COT
Eluana Da Silva
Sin querer ser pesimista creo que el Paragual si puede solucionar su situacion de pobreza como lo hizo Singapur pero esta muy lejos de hacer ,, porque si nla filosofia principal de singapur es trabajar ,,, y no mendigar el de Paraguay es enrriquecerse a traves de l pueblo ,, para empezar el sistema se gobierno democratico parece mas una tirania porque solo tyeine derecho nel que tiene dinero todo de compra ,, hasta la conciencia
Hay mucho por hacer la mayor politica en el Paraguay estaria regida por TRABAJAR DE VERDAD Y BMUCHO Y ROBAR MENOS
lunes 11 de agosto de 2008, 18:32 COT
Una de las estrategias que se debe implementar por el gobierno de Paraguay a fin de elevar el nivel economico ..a mi parecer es que debe de disminuir mas los cargos de diputado, senadores, son muy numerosos…y con el sueldo que tiene???—creo que esta debilitando el nivel economico de nuestro pais..a mas que no hacen nada..por decir bulgarmente solo se pasan rascandose, parece exagerado pero no.. es la triste realidad de este pais.
lunes 11 de agosto de 2008, 19:11 COT
Debate sobre :”los paises pobres eligen ser pobres”
Integrantes: Eluana Dasilva y Marlene Zelaya
Marlene: Un pais tiene toda la posibilidad de progresar si actua de buena forma, porque uno construye su propio destino..es decir,elige ser pobre.
Eluana ;dificilmente una persona puede cambiar el futuro o su porvenir si nace en un pais pobre.
Marlene: desde luego que puede cambiar…ya que si un pais busca la forma adecuada …(por ejemplo la buena administracion de los bienes)..podra lograr elevar su nivel de pobresa.
Eluana: cuanto tiempo llevaria ?
Marlene : no llevaria mucho tiempo si todos los ciudadanos son unidos.
Eluana : aah,,estas afirmando mi hipotesis el resultado de un pais pobre es la reiterada mala administracion de su gobernantes y no una eleccion de ser pobre o no serlo.
Marlene:estoy de acuerdo en un sentido de que la persona no elige directamente ser pobres sino que lo obligan, digo esto por las influencias sociales mas poderosas que uno esta sometido.
domingo 7 de septiembre de 2008, 16:43 COT
Aqui en El Salvador estamos jodidos, singapur es un gran ejemplo a tomar seria bueno que El Salvador copira lo de este pais pero no, El gobierno solo copia lo malo y solo quedar bien con los Estados Unidos