Sistemático, automático, traumático
Columnas > Una mente vulgarPor DieGoth
martes 24 de abril de 2007 2:17 COT
No es difícil hacer un seguimiento durante los últimos años a todos los encontronazos que el presidente Uribe ha tenido con algunos de sus más tenaces contradictores como Piedad Córdoba, Gustavo Petro, Jorge Robledo o Carlos Gaviria, observando una secuencia de hechos que suelen presentarse a continuación de manera repetitiva o sistemática. Yo diría que también automática.
Tenemos una cronología que se ha repetido varias veces desde que Uribe asumió la presidencia por primera vez, en el 2002:
Día 1: Un contradictor (sea Petro, Córdoba o Gaviria) acusa al presidente de algo. No presenta pruebas, o lo que dice que son pruebas en realidad son constancias de que anteriormente hubo acusaciones hechas por alguien del mismo sector político. El tema surge entre la opinión pública y cada quien empieza a tomar su posición.
Día 2: El presidente no contesta. Entonces otro contradictor se une al primero y reitera la misma acusación, o hace una similar, dirigiéndola a un familiar o un amigo o colaborador cercano del presidente. En la opinión pública sube la temperatura de los comentarios.
Día 3: Uribe responde. Da una rueda de prensa, o durante algún acto público se refiere al tema. Acusa a estos contradictores de actuar según los intereses de la guerrilla o el narcotráfico. El escándalo estalla. Las vestiduras se rasgan. Hay condenas por un lado y aplausos por otro. Unos dicen que nadie apoya al presidente, otros que él solo se basta para refutar a sus contradictores. No falta quien oportunamente dice que los ataques del presidente son señal de intolerancia y que constituyen un peligro para los opositores, pues pueden ser señalados ante sectores oscuros que podrían atentar contra sus vidas.
Día 4: Lo que se esperaba… ¡amenazas! El opositor atacante de turno denuncia que acaba de recibir amenazas de muerte y responsabiliza al presidente por lo que le pueda pasar desde ese momento. Las agencias de noticias extranjeras señalan que "tras responder Uribe con dureza las acusaciones recibidas, la oposición denunció una oleada de amenazas en su contra". Se prenden un par de alarmas silenciosas en los países menos esperados, mientras el resto del mundo termina absteniéndose de tomar una posición, en detrimento del apoyo que Uribe podría encontrar para sus proyectos.
La amenaza es sistemática y automática: la oposición ataca a Uribe. Uribe contrataca, y la oposición resulta amenazada. ¿Quién lo hace? Es fácil decir que los "paracos de Uribe". Pero es difícil creer que eso le resulta útil o rentable al presidente.
Emitir amenazas a nombre de quien supuestamente se "defiende", en un contexto de seguridad DEMOCRÁTICA sería un autogol para Uribe. Y para colmo, un autogol que no necesita. ¿Qué ganaría él con eso? ¿Acallar a la oposición? Definitivamente ese no ha sido el efecto, pues ésta cada vez acusa con más fervor y tenacidad al gobierno, ya no sólo en Colombia, sino en caravana por Europa y Norteamérica, especialmente ahora que pueden aprovechar la oreja demócrata atenta a captar todo lo que pueda ser usado en contra de Bush/amigos de Bush y cualquiera de sus planes.
En cambio, suplantar a alguien para lanzar amenazas sí parece un plan más llamativo, más inteligente, más efectivo para perjudicar a quien se suplanta. Es tan fácil enviar una amenaza a Carlos Gaviria a nombre de las "Águilas Negras" justo después de que Uribe lo critique, como destruir un blog a nombre de un uribista, con tal de desprestigiarlos y "autodarse" la razón tras acusar al uribismo de ser intolerante y amenazante.
En el primer caso, se asocian las Águilas Negras con Uribe, y ya no serían simplemente unas bandas de delincuentes conformadas parcialmente por desmovilizados de las AUC a punto de perder todos los privilegios de la ley de Justicia y Paz, sino el brazo armado activo del "paramilitarismo dedicado a la defensa ilegal, criminal y antidemocrática de la figura presidencial".
En el segundo caso, el bloguero que se desee desprestigiar terminará siendo despreciado por al menos unos cuantos entre toda la blogosfera al asociarlo de manera burda con un delito, con un recurso tan barato como dejar su nombre escrito en la pared.
Una llamada, una firma falsa. Los recursos para activar ese tipo de mecanismo son increíblemente baratos y fáciles, y en cambio las consecuencias pueden llegar lejos. Tan lejos como suspender una ayuda económica a un gobierno o boicotear con desplantes cuanta cumbre ambientalista llame la atención del mundo. O tan cerca como para disuadir a un grupo de uribistas de que no vale la pena sostener un blog de opinión que critique a la oposición.
La suplantación del contrincante a la hora de emitir amenazas o cometer delitos es algo demasiado fácil de hacer y demasiado rentable como para no creer que son prácticas comunes en este país recargado de vicios.
Y claro, la defensa irracional y visceral, rayando en la ilegalidad también ha estado presente en nuestra historia. Ciertamente no la podemos descartar de entrada, menos con un presidente que tiene fama de temperamental y cuya lengua no ha estado carente de tropiezos, como su comparación entre un "guerrillero mediocre" y un "hipotético buen guerrillero de fusil al hombro". Pero haciendo a un lado las torpezas declarativas, pasa el tiempo, y la oposición nunca muestra pruebas, ni la Fiscalía corrobora que las amenazas sean reales o efectuadas por quienes supuestamente las hicieron. Incluso puede llegar el día en que exista una prueba de que alguien de la oposición suplante a otros a la hora de lanzar ataques o amenazas para desprestigiar a su contrincante. Es una suposición factible y rentable, que no merece ser descartada de entrada tampoco.
Pero, ¿qué tiene de rentable defender al presidente con amenazas? Hace falta una buena explicación al respecto. Toca esperar a que el elaborado discurso de la oposición alcance para cubrir ese tema algún día.
El método es traumático, se aplica de manera sistemática y su efecto es automático. Un sector del país cree o finge creer que funciona. La mayoría de la gente no, pero esa mayoría no lee, no hace presión. No es entrevistada por los periódicos. No tiene una columna de opinión en un medio masivo.
Quedan entonces dos posibilidades: es usado por "aliados" del presidente para defenderlo, o por enemigos del presidente para desprestigiarlo. Yo le apuesto a lo segundo, porque considerando el comportamiento de los medios y de las masas, el trauma del sistema de autoamenaza encuentra allí un ambiente controlado donde sobrevivir. Si fuera lo primero, entonces los medios serían el catalizador para disparar una carrera suicida en el despacho presidencial, y tarde o temprano alcanzarían a fuerza de elocuencia y corroboración a influenciar a las masas. Pero precisamente a eso le podría estar apostando la oposición, es decir, a presionar para que eso sea lo que se crea que está pasando. Además, si fuera lo primero, al presidente le resultaría muy fácil desautorizar a sus "defensores" ilegales y criminales, con lo cual no obstante no necesariamente los disuadiría de cumplir las amenazas (y así el propósito de las mismas no se afecta), pero sí ganaría muchos puntos ante la opinión pública. Pero no lo hace. No mata dos pájaros de un solo tiro, cuando podría hacerlo. ¿Por qué? Porque él tampoco cree que todo este asunto se trate de un sistemático actuar de amenaza automática, sino de un comportamiento de autoamenaza sistemático.
mircoles 25 de abril de 2007, 12:26 COT
Esa comparación recurrente estilo “Si yo fuera un X, no sería un X mediocre sino un X de fusil” (X en el conjunto {guerrillero, paramilitar}) es pasada por alto por casi todo el mundo como si fuera la manera natural de actuar y expresarse, incluso cuando fue repetida varias veces durante la misma semana.
¿Soy el único al que lo aterra que en Colombia tan poca gente se escandalize por eso? ¿que ese sea un detalle menor de lo que dice el presidente?
mircoles 25 de abril de 2007, 14:39 COT
J.: Yo ya he leído varias columnas de opinión de gente que ha criticado ese comentario de Uribe. Pero más que todo la crítica se basa en lo feo y torpe que suena, sin profundizar más.
Bueno, él dijo eso en un contexto de defenderse de acusaciones de estar vinculado con las AUC, y nadie se imaginaría a Uribe vinculado con las guerrillas. Creo que esa es la razón por la que nadie se escandalizó tanto por el comentario. Estaba afirmando categóricamente que él no ha pertenecido a ningún grupo violento y creo que eso le restó impacto a la frase. Otro caso sería si por ejemplo de la noche a la mañana, sin estar defendiéndose de acusaciones recientes, alguno de los congresistas de la costa investigados por tener vínculos con las AUC dijeran exactamente lo mismo. Ahí ya mucha gente sospecharía que la frase podría ser una confesión sutil, y ahí sí cabría la reacción que usted esperaba. Eso es lo que creo que pasó.
mircoles 25 de abril de 2007, 17:46 COT
HOLA
Trabajo con la Senadora PIEDAD CORDOBA como director de su Movimiento Político, estoy desde hace unos días fuera del país por recomendación del Fiscal Gral de la nación quien me aoonsejo salir debido a las AMENAZAS que ustes CREE SON INVENTADAS POR NOSOTROS… Mi predecesor en el cargo JAIME GOMEZ fue asesinado hace un año por no atender recomendaciones de este tipo (ver sus restos e historia en http://www.dondeestajaime.com) y aún ud. considera que debamos compadecer a Uribe y su gente porque son simples “angelitos?”
LEA LO QUE PIENSO DE LA ACTUALDIAD EN MI BLOG: http://ricardomontenegro.blogspot.com/
mircoles 25 de abril de 2007, 20:50 COT
Yo tenia un blog.
Y era cool, porque no decia nada, tan solo era superfluo.
Bueno, un dia quise meterme en la politica de blogosfera, para hacer algo que valiera la pena leer, mostrando mi total simpatia por Uribe.
Grave error, me converti en un proscrito, una amenaza.
Total desde ese momento recibi, injurias y amenazas.
Finalmente paso lo del hacker y perdi el blog.
¿Es que es un pecado bloguistico ser Uribista?
jueves 26 de abril de 2007, 03:13 COT
No, Diego, yo no veo esa afirmación de Uribe como una confesión velada ni nada por el estilo sino más bien como una glorificación innecesaria de la violencia y el caracter aguerrido por medio de las armas. Un síntoma, si quiere, de un mal general de la sociedad colombiana. A mí me impresiona que declararse un hombre literalmente “de armas tomar” sea una cualidad deseable, algo de admirar y de reconocer en público con orgullo.
jueves 26 de abril de 2007, 08:23 COT
Scaramanga: ¿su blog fue saboteado también? Interesante saber eso, porque un par de emisarios del hacker han estado haciéndole la labor mediática con el cuento de que el hacker era uno de País Bizarro para “castigar” a los antiuribistas a pesar de que sólo una porción de los blogs dañados eran de opositores de Uribe. Ahora hay un blog uribista atacado también, y ni hablar de que a PB enviaron el email de phishing antes del primer ataque, sin éxito. ¿Qué tendrán que decir al respecto?
El pecado es ser minoría en un medio porque siempre se estará desafiando el consenso de las mayorías. Pero no importa si se es mayoría o minoría. Lo que importa es serlo con argumentos sólidos.
j.: estoy de acuerdo con la posible intención de Uribe con ese comentario. Generalmente los serreros o montañeros o campesinos tienen cierta simpatía por el uso de la fuerza, porque para ellos desde niños es normal usar una escopeta para salir de cacería, y los ejemplos de peleas resueltas a machete en su comunidad son comúnes. Para mí ese comentario fue un provincianismo de Uribe, pero le repito: creo que la gente no se indignó mucho porque el asunto se ve más como una torpeza discursiva del presidente y no una mala intención de promover la violencia. Ojalá Uribe fuera más prudente al hablar, y sobre todo que su discurso ayudara a moldear un proyecto de reforma moral para este país.
Pero como lo que dijo, lo dijo en una respuesta a los ataques de la oposición, la gente estaba más pendiente de vicios discursivos peores que rememorar la cultura campesina.
jueves 26 de abril de 2007, 16:45 COT
Ricardo: lo malo de sobreinterpretar los escritos es que se descarta totalmente cualquier opción distinta a la preconcebida.
Yo no estoy diciendo que en Colombia no existan amenazas reales, que provengan de quienes dicen ser. Digo que precisamente por ser este un país donde esas cosas han pasado muchas veces, también la cuestión se presta para un juego nuevo que se está popularizando: la suplantación del contrincante para desprestigiarlo amenazando a su nombre.
Yo nunca escribo en términos absolutos.
En el caso específico de Piedad Córdoba, es apenas lógico que a través de los años ella haya llamado la atención de los ultraderechistas y se haya ganado su odio. Castaño la secuestró a raíz de su visita al Caguán, de donde salió maravillada por la “lucidez” de Tirofijo, con lo cual a nadie le quedan dudas de que algunos ultraderechistas podrían ponerle un precio a su cabeza. Pero yo no me he referido específicamente a ella, de quien todos sabemos que sí ha recibido amenazas reales, y más que hablar de alguien en particular, hablo de un comportamiento que se ha venido presentando con frecuencia en los últimos años.
A mí no me interesa qué pueda sentir la gente por Uribe. Simplemente planteo este juego que he observado y que usted tampoco puede descartar de tajo porque me consta que en la vida real existe.
jueves 26 de abril de 2007, 19:33 COT
Excelente comparación con lo que está sucediendo en la blogosfera.
La otra fechoría igual de grave a la amenaza y finalmente de la consumación del delito, es la adjudicación del crimen a los que nada tienen que ver. Por ejemplo si asesinaran mañana a alguien de la oposición, rapidito saldrían los medios a culpar a Uribe de lo sucedido. Sería un golpe fuertísimo para Uribe, por eso no sería raro que uno de la misma oposición asesine a otro de su mismo bando. Hay que recordar que hay muchos que todavía creen y defienden la “combinación de todas las formas de lucha” como mecanismo válido para llegar al poder.
Por eso es obvio, al menos para mí, que detrás de los ataques a los blogs está alguien que ha tenido muchos encontrones con Jaime Ruiz.
viernes 27 de abril de 2007, 13:51 COT
Esas salidas guerreristas de Uribe son aterradoras. Un líder político elegido democráticamente haciendo semejante apología a la violencia… No importe que eso le guste a las mayorías. Sus leitmotivs retóricos son propios de un finquero con una visión de mundo estrecha y colonial.
Menos mal fue a Oxford y no a la Sabana…
martes 8 de mayo de 2007, 00:03 COT
ese tal scaramanga es un troll de lo mas fastidioso, no nos venga con el cuento del hacker que austed no le hicieron nada, pedazo de mentiroso; usted “privatizo” su blog de pacotilla: http://schlecter.blogspot.com/
a usted no le cojieron fastidio por uribista, le cojieron fastidio por troll y por pelmazo.
mircoles 9 de mayo de 2007, 12:48 COT
Icarus: eso es “lógica elemental” para nosotros. Para otros es “prueba reina” de todo lo contrario. Jodida la vaina así.
Juan Buridán: lo de Uribe no me parece ninguna apología a la violencia. ¿Usted sintió que Uribe estaba invitando a la gente a meterse a la guerrilla? ¡Vaya manera de interpretar los hechos!
Aguanto un resto: es absurdo que usted venga aquí solamente a atacar a Scaramanga con el argumento de que él es un troll. Pues aquí Scaramanga opinó sobre el tema y usted en cambio es quien vino comportándose como un troll, para decir que el troll es otro.
Qué importa lo que haga Scaramanga con su blog. Si quiere “privatizarlo” o volverlo fucsia con dorado. Es el blog de él y es él quien verá qué hace con ese espacio. Sinceramente no entiendo cuál es el motivo de su comentario. ¿Acusar a alguien de ser troll usando métodos de troll? Qué bien.
lunes 28 de mayo de 2007, 22:03 COT
Ya que cada vez que un opositor X acusa a Uribe de algo jamas presenta pruebas (supuestamente), que tal cuando un presidente Y, para defenderse de las infundadas amenazas del acusar X, sale a decir, en televisión nacional, por todos los canales, en una rueda de prensa que él mismo convocó, que tiene información de INTELIGENCIA sobre las actividades de la oposición política. Si mal no recuerdo un tal Richard Nixon le tocó renunciar a la presidencia por algo similar…aunque el no se declaró culpable de manera abierta y descarada
lunes 28 de mayo de 2007, 23:02 COT
Nixon renunció porque dijo que no estaba espiando a nadie, cuando en realidad ordenó un allanamiento ilegal. Después admitió que sí ordenó o consintió el allanamiento, y ahí fue cuando renunció, al reconocer públicamente que había mentido.
Los mismos norteamericanos ahora saben que todos espían a todos, y dificilmente un presidente caería o renunciaría por un caso similar al de Nixon. Lo mismo pasa aquí o en muchos otros lugares.
lunes 28 de mayo de 2007, 23:36 COT
Diegoth:
El mal menor de Nixon fue mentir al respecto. El verdadero crimen fue haber espiado de hecho a los demócratas. El crimen que Uribe admitió en vivo y en directo, sin que nadie lo acusara o le preguntara por él. Y en Colombia no pasa nada…asi que que va a pasar si un Petro acusa a Uribe en el congreso con pruebas contundentes o sin pruebas contundentes…nada