Si haces ruido eres blogger
Columnas > Limpia - MentePor Johanna Pérez Vásquez
domingo 8 de noviembre de 2009 14:24 COT
Por medio de una tercera supe de un estudio que hicieron en NYU acerca del crecimiento de autores, igualando el término con el de bloggers.
Basados en estadísticas de usuarios de diversas redes sociales como Twitter, Facebook y demás herramientas, usadas para darle a conocer al mundo hasta el color de la ropa interior, los investigadores afirman que cuando la población mundial llegue a los 10.000.000.000 de habitantes se podrá hablar de una blogósfera literalmente, pues cada uno de los seres humanos tendrá un espacio donde publicará algo. Nótese que no se especifica qué se dará a conocer ni la calidad del contenido.
Teniendo en cuenta que nuestra especie no es capaz de hablar apenas nace, ni tampoco tiene la motricidad suficiente para usar un computador y navegar en internet, sin tocar el tema de que carece de elementos suficientes para entender las instrucciones que le pemiten abrir una página en una red social o subir archivos a Internet, supongo que para inflar los números se incluye a todas las personas que son susceptibles de generar material que alimente la web 2.0.
photo credit: Liliane Ferrari
Pensando de este modo creo que se subvalora el potencial de creación de contenido, también se podría contabilizar a todas las especies del planeta, descubiertas y por descubrir, ya que una persona que se acerque a una de estas para registrarla por medio de fotografía, video o simplemente describiéndola, podría abrir un blog como si la especie en cuestión fuera la autora del espacio. Creo que a este paso todavía podemos esperar nuevas explosiones en el uso masivo de Internet, por ejemplo cada célula será capaz de tener su blog, su cuenta de Twitter o su perfil en Facebook.
Tanto se ha centrado la atención en la cantidad y en el qué al punto que nos olvidamos del cómo.
Hay miles de estudios, que copiando al Conde Contar, entran en éxtasis cuando deben dar los resultados de los tantos cientos de miles de personas que usan las nuevas herramientas, datos muy bien presentados en preciosas diapositivas de Powerpoint que luego son subidas a internet, para que los neófitos tengan el privilegio de acceder al sacrosanto conocimiento numérico. ¿Quién se pregunta cuántos usan las tecnologías 2.0 de un modo crítico? ¿Cómo sería un sistema para la cualificación de la información que no se base en votos de opinión?
Seguro que hay preguntas más interesantes, más valiosas que deben hacerse.
El sentido de los estudios acerca del uso de Internet y de los contenidos crecientes debe acercarse más a la construcción de pensamiento, al mejoramiento de la convivencia entre los que estamos, incluso a la reducción de la población mundial en vez de estar sacando cuentas como una vieja sumadora con rollo de papel que sólo hace lo que la mano le dice.
domingo 8 de noviembre de 2009, 17:50 COT
Cuando Lutero tradujo la Biblia (hasta entonces un libro en latín sólo para iniciados) la idea era que todo el mundo tuviera acceso a la “Palabra de Dios” sin necesidad de intermediarios. Obviamente eso no significa que automáticamente todos los alemanes de ahí en adelante se volvieran santos, pero sí permitió que algunos inquietos y talentosos pudieran acercarse a la Teología y la espiritualidad cristianas en formas que antes hubieran sido más difíciles.
De la misma forma, que la gente tenga acceso a publicar en internet sin una editorial de por medio no va a convertir automáticamente a los usuarios de internet en émulos de Miguel de Cervantes. Sin embargo, la sola posibilidad de que de vez en cuando surja un Hernán Casciari (orsai.es) o una Carolina Aguirre (bestiaria) justifican las toneladas de basura digital que congestionan las redes sociales.
jueves 17 de diciembre de 2009, 21:48 COT
Apolo apelas a mi lado flaco con esa última parte. Está bien, te lo concedo, por autores como ellos vale la pena seguir haciendo minería en la red.