Pico y placa y guardias
ColumnasPor Fabio Villegas Botero
sbado 27 de agosto de 2011 19:36 COT
Vuelvo a los problemas del tránsito. Al comenzar la semana el titular de los periódicos era: “Medellín colapsada”. A las obras del puente Gilberto Echeverri Mejía se añadía la repavimentación de parte de la regional, un profundo hueco en la autopista norte y cantidad de problemas y obras adicionales. Todo al comenzar el nuevo pico y placa.
La ciudad creó hace bastante tiempo los guardias azules para encargarse de la mejor circulación por sus calles, mientras la policía se encarga de las carreteras. Con la llegada del pico y placa, al menos en El Poblado donde resido, parece que esto se hubiera convertido en la mina de oro para explotar. No los vemos casi a ninguna hora del día o de la noche, pero al llegar el pico y placa empiezan a revolotear como los gallinazos cuando hay carroña, para multar a todos los conductores que por cualquier razón infrinjan la norma, así sea por un solo minuto. Es triste que una ciudad tan bien financiada como Medellín, tenga que acudir a un ardid tan pobre para financiar una de sus secretarías más importantes, con el agravante de que en vez de agilizar el tráfico, lo que hacen es obstaculizarlo, al frenar el ritmo, al menos, en uno de los carriles, mientras imponen una tras otra las multas. El pico y placa está convirtiendo en una congestión permanente mínimo dos o tres horas adicionales, al poner a multitud de personas en una carrera desesperada por llegar a su casa o a puerto seguro, antes de que empiece. Claro que hay otros momentos o sitios que ya tienen detectados los azules para agazaparse y cobrar multas. Si hay un cruce o un ingreso a alguna vía principal, donde sea fácil que el conductor se equivoque, ahí los encontrará hasta en grupos de tres y cuatro. ¡Qué maravillosa eficiencia!
Respetuosamente los ciudadanos nos atreveríamos a pedirle al Secretario de Tránsito, que en vez de buscar un arbitrio fiscal tan cicatero, más bien oriente a todo su personal a colaborar en que la circulación fluya lo más ágil posible. Cuántas veces los semáforos de cruces importantes tienen una falla y no hay ningún guardia que pueda dar aviso a la central y mientras tanto dirija el tráfico. O se presenta un accidente y solo llegan los guardias a las mil y quinientas. La mayoría de los ciudadanos somos personas conscientes, que aceptamos una indicación amable. Claro que hay unos pocos abusivos e irresponsables que solo proceden ante la amenaza, o solo respetan las cámaras, que ya tienen detectadas, y lo demás no les importa. A esos si hay que tratarlos como merecen.
Aprovecho la oportunidad para hacer otra sugerencia. Desde hace algún tiempo se viene implementando la unidireccional de más y más vías de la ciudad, como si fuera la única solución. Lo que han conseguido es hacer que cada vehículo tenga que recorrer un largo trayecto adicional, contaminando más el ambiente y congestionando las vías por donde todos tienen que circular. En el Poblado nos han obligado a recorridos adicionales a veces de kilómetros. ¿Será sensato?