El año de Michelle
Columnas > EnchiladosPor Don Chere
martes 13 de marzo de 2007 0:01 COT
El pasado domingo Michelle Bachelet cumplió su primer (y agitadísimo) año sentada en el Palacio Presidencial de La Moneda.
La verdad ha sido un año complicado para la Presidenta.
¿Qué sugiere cuando una Presidenta tiene uno de los niveles de popularidad más bajos de la región (cerca del 38%), uno de los promedios más mediocres desde la vuelta de Chile a la democracia (3,8 en escala del 1 al 7) y ha debido hacer frente a constantes crisis tanto políticas (con su coalición) como estructurales y sociales?
Si usted piensa que la respuesta a esta pregunta es que su gestión ha sido una mierda, déjeme decirle que está muy equivocado.
La Gordis (como le llamamos en Chile) ha debido hacer frente a algo que definitivamente escapó de sus manos: los descalabros de Ricardo Lagos, uno de los presidentes mejores evaluados de la historia de Chile (con un 75% y nota de 6,2 cuando dejó su mandato) y también uno de los más ineficientes de la historia de Chile también.
Porque esa es la verdad, más allá de la buena imagen internacional y un sentido de confianza que todavía despierta (cada vez menos, a Dios gracias) el ex Presidente, cuesta encontrar algo no sólo que se haya llevado a cabo en 6 años de gestión, sino que se haya realizado de buena forma.
Las reformas a la salud, procesal penal, de tribunales a la familia y la hoy ultra mediática revolución del transporte público resultaron ser unos chascos bíblicos. A eso se suman continuos casos que datan de la época de Lagos y que sólo hoy han salido a la luz pública como son Chiledeportes, el uso de gastos reservados para campañas políticas, el escándalo de Patio 29, la revolución pingüina y podemos seguir un buen rato más.
En contrapartida, Michelle ha reaccionado siempre dando la cara a todos estos problemas que después de 365 días todavía no la dejan comenzar su Gobierno, pero se ha caído en dos puntos fundamentales: primero, dejarse asesorar por un pésimo equipo comunicacional que la ha hecho errar su discurso una y otra vez y, segundo, haber padecido de una mal entendida lealtad política que la ha llevado a asumir como propios errores que son de su antecesor.
La pista no se ve bien para Michelle, en un enrarecido clima tanto en la oposición como en su coalición, que ha llevado a 3 años de las elecciones a que muchos candidatos ya estén lanzando sus campañas presidenciales. No es mucho lo que puede hacer, más aún considerando que quienes la llevaron al Palacio de La Moneda están hoy preocupados de sacar a uno de los propios como candidato, más que de apoyar a la candidata que sacaron como Presidenta.
A eso se suma el hecho que, ante la mediocridad imperante de la oferta política actual, sólo dos nombres figuran como candidatos actuales con serias aspiraciones a llegar al sillón presidencial en diciembre del 2009, y estos son el mismísimo Ricardo Lagos (gracias a una extraordinaria estrategia comunicacional que ha logrado, ante una masa de imberbes intelectuales, achacar a la actual administración todos los errores propios con tal de satisfacer las ansias propias de poder), y el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, también conocido como el paladín del ex Presidente Lagos.
Agreguémosle un dato no menor: mientras el Gobierno actual sea capaz de absorber los fracasos del Gobierno anterior como propios, el camino hacia La Moneda estará pavimentado para uno de estos dos teniendo en cuenta que en el grueso común del vulgo no pensante (cerca del 70% del electorado) estarán frescos “los fracasos de Michelle” y el liderazgo de Lagos, generando un efecto de nostalgia.
Justo a un año de su llegada a La Moneda, Michelle Bachelet se encuentra más sola que nunca, metida en un raro clima de competitividad política, con una oposición que, siguiendo su histórica tónica, se ha mostrado incapaz de aportar nada, y con un bando propio absolutamente dividido y empeñado en el fracaso de una propuesta.
Así como están las cosas, difícil imaginar un buen segundo año.
Desde Chile, tierra geográfica y mentalmente insular, para el mundo; Don Chere® suelta el micrófono.
martes 13 de marzo de 2007, 00:25 COT
Muchas gracias por esta mirada honesta, alejada de la propaganda de los medios tradicionales, sobre la situación política en Chile. Ojalá a la señora Bachelet el sol le sonría en su segundo año, pero por tus dudas, parece poco probable. Un saludo.
martes 13 de marzo de 2007, 18:04 COT
Chere:
He aquí un análisis más equilibrado desde mi punto de vista.
sbado 17 de marzo de 2007, 12:05 COT
[…] Chere of equinoXio [ES] gives an overview in numbers: ¿Qué sugiere cuando una Presidenta tiene uno de los niveles de […]