Libros, historia y el príncipe vampiro
Columnas > Las torres de TanelornPor Beto Agudelo
jueves 5 de octubre de 2006 14:40 COT
La imagen de un dragón, hoy, evoca en nosotros mundos distantes y fantásticos, en los que cualquier cosa es posible. Pero hace quinientos años, en Europa central, era símbolo de terror… o de libertad.
LIBROS, HISTORIA Y EL PRÍNCIPE VAMPIRO
Los invasores otomanos avanzaban, aparentemente invencibles, y amenazando el mundo occidental con la Media Luna del Islam; pero su avance fue retrasado, y a veces detenido, por reyes, príncipes y caballeros que pusieron su vida, y la de sus vasallos, al servicio de la cristiandad, con el fin de detener la incontenible arremetida.
Entre los más valerosos defensores europeos estaban los integrantes de la Orden del Dragón de San Jorge, originalmente creada por el Caballero serbio Milos Obilic y, tras la muerte de éste junto con once de los doce Caballeros originales en la Batalla de Kosovo en 1389, el Rey Segismundo de Hungría, más adelante Sacro Emperador Romano-Germánico, renovó y amplió el número de Caballeros del Dragón. Vlad II, Voivoda de Valaquia, estaba dentro de los elegidos, y a partir de entonces tomó el nombre Dracul, que transmitió a su hijo Vlad III, llamado Drácula.
Ese nombre, occidentalizado a partir del rumano Drakulya, se ha convertido, gracias a Hollywood, en sinónimo de Vampiro, Nomuerto bebedor de sangre y corruptor de doncellas; mas dicha relación, en la moderna Rumania, tiende a tomarse de manera negativa y hasta insultante; Vlad III, conocido como Tepes [Tsepeszch], “El Empalador”, y llamado Kazikh Bey (Príncipe Empalador) por sus enemigos otomanos, es considerado un héroe nacional y su nombre nunca se ha relacionado con el mito del vampiro, aún cuando su singular vida y el misterio alrededor de su muerte y sepultura lo hacen un personaje ideal como estereotipo vampírico. Esta circunstancia fue bien aprovechada por el escritor escocés Bram Stoker, que popularizó el nombre en su famosa novela de 1897.
Tras diez años de exhaustiva investigación histórica, la escritora estadounidense Elizabeth Kostova lanzó, en 2005, una novela que intenta, sin éxito, enlazar al Conde Drácula con Vlad III Drakulya, presentando un vampiro que no ha olvidado su origen histórico pero que persigue, no la infestación de un nuevo territorio repleto de sangre fresca, sino el conocimiento a través de los libros, y que no busca desangrar bellas y núbiles jóvenes para convertirlas en siniestras consortes, sino que prefiere convertir en vampiros… a los bibliotecarios.
En cierto modo, La Historiadora es un libro sobre los libros: todo empieza con un libro – no Drácula de Bram Stoker, como cabría esperar – y todas las pistas que los tres protagonistas siguen en su búsqueda del elusivo Empalador están relacionadas con libros antiguos que, a su vez, guían hacia otros libros que contienen nuevas pistas. Pero además, La Historiadora es un libro sobre la Historia y su influencia sobre el ser humano, incluso sobre ese ser común y casi siempre aburrido que nunca ha sabido ni le interesa saber de la existencia de un príncipe rumano llamado Drácula ni de su mítico, monstruoso homónimo.
La técnica, híbrido entre la narrativa lineal y la epistolar, lleva al lector, de manera ágil, a través de tres relatos, o tres capítulos del mismo relato, vistos de manera simultánea desde los ojos de otros tantos personajes sin duda encantadores y de exquisita construcción, y que nos ofrecen la posibilidad de visitar Oxford, Estambul, Sofía, Budapest y Transilvania, amén de muchas otras locaciones descritas con poética maestría y precisión cinematográfica.
Sin embargo, y a pesar del valor estético y de la investigación que sustenta la novela, hay varios factores que restan validez a los esfuerzos de Kostova como historiadora. La aparente ignorancia sobre algunos elementos básicos de la mitología vampírica y la atribución de información espuria a Drácula de Bram Stoker son decepcionantes; mientras que el escritor escocés hubo de acceder a información de primera mano sobre el vampiro centroeuropeo en un momento en que el vampirismo era considerado como una plaga, aún por fuentes oficiales, Kostova parece haber obtenido su propia información de alguna de las películas de la productora británica Hammer, no precisamente la fuente más fiel a la novela original ni al folklore rumano. Recursos hollywoodenses nada verídicos – si podemos aplicar el término a información relacionada con un Mito – como las balas de plata (que sirven para matar hombres lobo, no vampiros) o el límite de tres mordidas para que un mortal se convierta en nomuerto, pregonan a gritos la fuerte preferencia por los datos históricos verificables sobre el folklore en una historia cuyo personaje más sobresaliente está siendo tratado desde un punto de vista folklórico, y, peor aún, que Kostova, en su pretensión de unir el Drácula histórico con el Vampiro creado por Stoker, no parece haber leído la novela de éste último.
De otro lado, los datos históricos presentados en el libro son precisos y se encadenan en una narración tan sazonada de realidad que podría ser creíble de no ser porque, en el afán de convertir a Vlad Tepes en Vampiro, Kostova lo presenta como un monstruo aún antes de su muerte; un príncipe temido por los Otomanos pero también por su propio pueblo y odiado por todos los gobernantes occidentales de su tiempo, visión difícil de conciliar con la actual imagen de héroe nacional rumano o con el épico heroísmo de príncipe justo y defensor del pueblo que Drácula reviste en la tradición oral de Transilvania, Valaquia, Moldavia y otros territorios.
La Historiadora es, entonces, un libro que presume de hablar sobre Historia, pero que parece tener muy poca estima por la de los dos personajes que pretende fusionar en un ser creíble que, sin embargo, no termina siendo más que una caricatura estereotipada de un personaje capaz de crear estereotipos. A pesar de ello, la excelente calidad narrativa y las maravillosas descripciones de sitios que siguen siendo, para nosotros, exóticos y lejanos, dan valor literario a la novela. En algunos pasajes, incluso llega a conseguir ese delicioso estremecimiento en la columna vertebral y esa maravillosa inquietud que tanto aprecian los lectores de terror, mientras que en otros podemos dejar que el Profesor Rossi, Paul, Helen y la joven historiadora que da título a la obra, nos lleven de la mano por la vieja Europa medieval entremezclada con la de la Guerra Fría y nos cuenten anécdotas, curiosidades y atrocidades sobre el magnífico Topkapi o los monasterios búlgaros. Y entre libros, ruinas e intrigas, tal vez consigamos percibir la presencia ominosa de Drácula tras los estantes de la biblioteca.
Kostova, Elizabeth. La Historiadora. Umbriel, Madrid, 2005. p.p. 700
jueves 5 de octubre de 2006, 18:53 COT
Bueno la verdad me encantó la película Corazón de dragón (Dragon heart), aunque no tiene mucho que ver con los hechos históricos aquí narrados. Es pura fantasía al estilo de Cretièn de Troyes, contada al mejor estilo Hollywood, producida por Raffaella de Laurentis y dirigida por Rob Cohen. La película no tuvo mucho éxito ni eco, pero la voz del dragón interpretada por Sean Connery y el “caballero andante” que intenta recuperar su fe en los valores caballerescos, interpretado por Dennis Quaid, me parecieron muy entretenidos. Y quizás sea ingenuo, pero creo que la historia contada en la película resume muy bien las dos creencias sobre el dragón (en Occidente) en cuanto a “malo” y “bueno”.
Lo de los vampiros ha evolucionado mucho, y ya nadie sabe quién es Drácula, hay tantas versiones y descendientes cinematográficos y televisivos, que toca recurrir a “restauraciones” históricas como la suya.
Gracias.
sbado 7 de octubre de 2006, 21:16 COT
Mornatur, querido, esto es una obra maestra y no te estoy adulando, es mi sentir natural al adentrarme en tu escrito.
Veo que ese personaje Drácula vivirá por siempre también en tus inspiraciones. Te reitero que he soñado con él en algunas oportunidades… pero no ha sido terrible el sueño… lo he sentido morder mi cuello sutilmente y extasiarme.
ah!! qué pena, me estaba “desnudando” en tu columna, te ofrezco disculpas caballero.
Felicitaciones y recibe un abracito!
viernes 13 de octubre de 2006, 14:16 COT
Creo que ya alguna vez te había hablado de la fascinación que produce en mí este personaje y todo el concepto que encierra su mundo.
Excelente escrito. Mis respetos Señor Oscuro.
viernes 13 de octubre de 2006, 16:04 COT
Mornatur, según veo estás desnudando las emociones de tus visitantes. Incluso, la bella Lully abandonó un momento su balcón para confesarte que un vampiro acaricia sus sueños y de paso su cuello. Y la princesa de la oscuridad reitera su fascinación por este singular mundo, nacido de la leyenda, que como cualquier otro, el transcurrir de las generaciones le dio nuevas connotaciones, de acuerdo con sus miedos y sus incomprensiones.
viernes 13 de octubre de 2006, 17:05 COT
THILO: Esa es una película que me encanta, junto con otras bastante maltratads por la crítica pero que considero excelentes: El Rey Arturo de Antoine Fuqua (Versión del Director) y 13th Warrior, basada en la crónica – histórica – de Ahmed Ibn Fadlahn. Puntos de vista diferentes pero dicientes sobre los puntos de contacto entre historia, tradición y leyenda.
Lully: Ah, envidia de ese afortunado nomuerto…
Princesa Oscura: Si te agrada Drácula, te recomiendo el libro comentado. Con las salvedades anotadas, muy interesante.
Marsares: No es extraño que un personaje que ya en vida fuera tan polémico y ciertamente misterioso haya generado tanta especulación a su alrededor…
viernes 18 de mayo de 2007, 09:21 COT
Hi my name is Vali and I”m from Romania.
I want to say that Vald Tepes(Dracul) was 1 of our grater kings and a national hero and is a offence to see him called vampire and monster just becose a stupid german writher called him like that, and our liders dont do nothing to reabilitate his image nerfed by americans and ather movie houses that want to make a sure $$$ from a horor movie.
To end this I want to say 1 more thing – Vald Tepes(Dracul) was a crule but just leader and becose of him during his leadership we had zero infractionality and gold glases to drink water from publick fountains – that must say alot :).
domingo 9 de diciembre de 2007, 15:26 COT
hola soy fanatika delos vampiros probeniente dela family de vampiros
si alguen kiere saber sobre mi y mi family les dejo mi korreo yusdi87@hotmail.com
mi nombre is samocry de cendiente de familia vampiresca