La montaña luminosa
Columnas > Nota con fusaPor Bailarina
viernes 13 de abril de 2007 13:24 COT
Era imposible dejar a un lado el tema de “la tierra del Huila que me vio nacer” como dice el bambuco. Así es, nací en el Huila, al sur del país en un pueblo llamado Pitalito al sur del departamento –o sea que soy de los más sur del sur- donde otrora fuera una laguna habitada por los indios laboyos, llamado en ese entonces Valle de Laboyos y de ahí el gentilicio de laboyanos.
Descubrí en octubre del año pasado que Huila en paez significa “montaña luminosa”, y en realidad hace gala de todo su nombre en toda la extensión de la palabra. El Huila comprende 19.890 km2 y limita con el Caquetá, Cauca, Meta y Tolima.
En esos 19.890 km2 desde Colombia hasta San Agustín uno puede encontrarse con un sinfín de cosas, la mayoría disímiles entre sí todas pertenecientes a una misma tierra: valles, cerros, ríos, clima y acentos que cambian a lo largo del departamento. Hay valles y montañas llenos de distintos verdes, tantos que al mirarlos parecen un dechado, un desierto lleno de ocres, rojos y naranjas que dejan estupefacto a cualquiera. Los climas van desde los más calurosos (40ºC) hasta los más fríos (20ºC-15ºC).
Pero las contradicciones no son sólo geográficas, en lo cultural existe una diversidad impresionante. El bambuco que es el ritmo musical por excelencia del Huila y la zona del Tolima Grande, cuyo mayor exponente es el Sanjuanero, se combina con los ritmos andinos venidos de nuestros ancestros indígenas. Se ven hombres y mujeres blancos, negros, mestizos, mulatos, indígenas, con pelos negros, rubios, castaños de todas las tonalidades, con facciones delicadas y europeas, y también los hay de facciones bruscas y más autóctonas.
El acento, que ha sido objeto de burlas durante mucho tiempo porque al final de cada palabra se escucha como un “cantado” que prolonga la última vocal de la palabra como si se perdiera en el infinito dando una sensación de pereza flojera y apatía, y por lo cual los huilenses son identificados de forma socarrona en el resto del país. Sin embargo al norte el acento es mucho más marcado, como cantado; hacia el sur ese “cantado” se va perdiendo para parecerse un poco más al de los pastusos como en el Cauca.
“Para conocer el Huila no basta con ver. También hay que oír, oler y sentir. Ver los rojos ocres y naranjas del desierto de la Tatacoa, el verde de los valles sembrados de arroz, la imponencia de los cerros, la estrechez de los cañones, las cascadas impresionantes y las abundantes orquídeas. Oír el canto de las cigarras y los pájaros, el sonido del Magdalena y el ruidito suave de las corrientes de agua que corren en las entrañas de la Tierra. Oles los pastos secos, la humedad de las cavernas, los senderos y las tumbas. Sentir el calor sofocante del desierto, el frío intenso de San Agustín, el viento fuerte en los altos, el vértigo tras una jornada de rafting en el Magdalena y el misticismo de una cultura prehispánica que aún no se logra comprender…
Desprenderse en el trayecto del río Magdalena y las montañas que forman la cordillera Oriental resulta imposible. El viaje de norte a sur es una travesía en busca de la laguna que le da origen al río Magdalena; del Macizo Colombiano, donde brotan las cordilleras; y de los rastros de paeces, andaquíes, y agustinianos, los grupos indígenas que habitaron el Huila, palabra que en paez significa Montaña Luminosa”.
Ir al Huila es no tener excusa para aburrirse, hay mil y un lugares a donde ir, muchos –si no la mayoría de ellos- que aún no conozco. Pero los invito y les dejo una lista para que para las próximas vacaciones armen plan para allá.
- Cueva de los Guácharos
- Estrecho del Magdalena
- El Salto de Bordones
- La Represa de Betania
- El Salto del Mortiño
- Cuevas del Tigre y el Amor
- La Caja de Agua
- Cuevas de Santa Clara, San Calixto y Pantano
- Desierto de la Tatacoa
- Los termales de Rivera
Y por supuesto el Parque Arqueológico de San Agustín que en 1995 fue declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad, entre otros muchos sitios, además de muchas fincas cafeteras que funcionan como hoteles, el anillo turístico que implica visita al Macizo Colombiano, de la posibilidad de hacer rafting, de comer achiras, probar el asado huilense y el jugo de cholupa y por supuesto comprar alguna de las hermosas artesanías que allá se fabrican y que son tan famosas incluso a nivel internacional, como las chivas de la familia Vargas.
sbado 14 de abril de 2007, 01:24 COT
Hola Bailarina: no he tenido la oportunidad de conocer tu tierra. Pero los testimonios de primera mano, todos coinciden contigo. Es una lástima que haya aún tanta violencia en tu región, y además es injusto, porque los huilenses que he conocido, son gente pacífica y trabajadora. SALUDOS
domingo 15 de abril de 2007, 00:40 COT
Hola Bailarina:
De las cosas bacanas de tu tierra es el vallenato que por allá se escucha y que de Neiva es JAIRO SERRANO, un buen cantante del folclor.
Como en cuatro veces hace 10 años estuve en la Universidad Surcolombiana dictando un seminario de investigacion para bibliotecologos. Fue muy agradable.
Saludos desde la Perla del Otún.
domingo 15 de abril de 2007, 00:41 COT
Hola Bailarina:
Me apasiona escuchar hablar de las regiones de Colombia y el Huila es uno de mis preferidos. Tengo muchas fotografías de San Agustín porque hay unos vínculos ancestrales que me relacionen. Los paisajes del sur son encantadores y apaciguadores del espíritu. En cuanto al universo gastronómico destaco degustar achiras.
¡Qué gusto saber que naciste en entre tanta naturaleza, la montaña luminosa!
Un abrazo equinoXial y luminoso para ti!
lunes 16 de abril de 2007, 14:17 COT
De esos sitios que mencionas, hay varios que me muero por conocer, como la Cueva de los Guácharos, el Desierto de la Tatacoa y el Estrecho del Magdalena. Pero hay otros nombres tan poéticos entre los que mencionas, que dan ganas de ir a verlos. Por ejemplo, el Salto de Bordones, el Salto del Mortiño, la Cuevas del Tigre y el Amor y la Caja de Agua.
Un abrazo.
martes 17 de abril de 2007, 14:12 COT
Bailarina:
Tengo una deuda personal en cuanto a ir hacia el estrecho del Magdalena. Tengo entendido que por estas montañas, se encuentran las franjas de bosque y selva de montaña más importantes que quedan aún en la cordillera central. Algún día estaré visitando esa hermosa región que tan bien nos reseñas.
Un saludo
jueves 19 de abril de 2007, 20:41 COT
Me da pena decirlo, pero no conozco el Huila. Comparto las palabras de Markota…tal vez con ella, y contigo como anfitriona, pudieramos organizar una “rodadita” un día de estos. Excelente manera de promocionar tu tierra.
domingo 27 de abril de 2008, 11:27 COT
HOLA BAILARINA:
TE FELICITO POR LO QUE ESTAS HACIENDO AL HABLAR
BIEN DE TU TIERRA ,PUES ESO ES LO QUE HACE FALTA,PERO NO SOLO AQUI EN EL HUILA SI NO TAMBIEN EN TODO COLOMBIA ES DECIR QUE ESTAMOS PERDIENDO NUESTRO SENTIDO DE PERTENENCIA Y ESTO SI QUE ES GRAVE, INVITO A TODOS LOS COLOMBIANOS A QUE CONOZCAMOS PRIMERO LO NUESTRO SIENTETE ORGULLOSO DE SER LO QUE ERES UN BUEN Y BERRACO COLOMBIANO.CUIDENSEN
martes 13 de mayo de 2008, 11:17 COT
Buenas…. Cuando se aprende a valorar las personas y la tierra donde se vive ya estas afirmando algo bueno de ti; Vivo en el Huila, concretamente en Timaná y vaya sorpresa la que me llevo al leer lo que afirman lo unico que me gustaría añadir es que no olvidemos que quien nos da estos privilegios es aquel maravilloso arquitecto del universo llamado DIOS. Estoy de acuerdo que en toda Colombia hay lugares maravillosos y doy gracias a Dios por eso. SANDRA