La llegada del Reino (Kingdom Come)
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 8 de abril de 2009 7:48 COT
Lo prometido es deuda, sobre todo si se trata de continuar reseñando acerca del portentoso arte del señor Alex Ross… Emprender algo como lo que me propongo aquí requiere mucha dedicación y documentación, pero esto es una deuda que tengo conmigo mismo y con uno que otro interesado en saber más acerca del artista. Bueno, sin más preámbulos, a continuación la revisión a una de las obras más monumentales en la historia del cómic:
KINGDOM COME
De entrada se puede decir que esta historia pertenece a la compañía DC Comics, la más dura competidora de Marvel y quien quizás ha logrado poner en el top del imaginario popular a cinco superhéroes imperecederos: Superman, Batman, Wonder Woman, Flash y Linterna Verde.
En el post de Marvels ya hablé suficiente acerca de la meteórica carrera de Alex Ross, quien en esta ocasión hace llave con uno de los mejores guionistas de cómic en la actualidad: Mark Waid. Ahora pretendo profundizar un poco en su lenguaje gráfico y en la propuesta que hace de Kingdom Come una de las historias más profundas y universales jamás contadas.
Todo comienza en un futuro no muy distante… los seres humanos han convivido por varias generaciones con los superhéroes viendo como luchan contra villanos y salvan la humanidad, las cosas han ido cambiando, se acercan tiempos oscuros y los más galantes superhéroes han muerto, optado por el retiro o simplemente han acumulado un poder ilimitado y controlan los destinos del grueso de la humanidad. Por otra parte, las nuevas generaciones de héroes crecen sin control y han perdido el respeto por la humanidad poniéndola aún más en riesgo que los mismos villanos.
Los villanos de vieja data, por su parte, también han ido cayendo víctimas de la nueva ola de héroes que carecen de compasión y de ética (al igual que con Marvels, iré deslizando como quien no quiere la cosa las maravillas de trazo del señor Ross).
El hilo conductor de la historia se centra en dos personajes sui géneris, un superhéroe de vieja data conocido como el Espectro y un anciano pastor evangélico de nombre Norman McCay, que sufre de continuas pesadillas acerca del apocalipsis. En este caso particular, es el Espectro quien acude a pedir ayuda a un ser humano para mostrarle cual Caronte el advenimiento del fin en esta agotada guerra entre héroes y villanos.
El anciano se encuentra torturado por visiones del Armagedón, el Ragnarok, el fin de los días o por decirlo de un modo más criollo, “la chupamelculo final”. Dichas visiones metafóricas dejan entrever a los personajes que definirán en últimas el destino de la humanidad en este cataclísmico episodio y, como era de esperarse, el señor Ross deslizó unas magistrales metáforas que para los más entendidos permiten entender que en esta guerra final el combate no será entre héroes y villanos… sino entre los mismos héroes.
Crece la tensión a medida que los nuevos héroes se dedican a pelear entre sí y traer consigo un caos peor que el desatado por cualquier villano, los cuidados hacia los humanos normales se pierden y éstos comienzan a sentir más temor que agradecimiento por sus supuestos benefactores.
La Mujer Maravilla, quizás la única que ha mantenido sus convicciones y su vitalidad al máximo, en parte gracias a su condición de inmortal, decide emprender una cruzada para tratar de encauzar al redil a los jóvenes héroes. Para ello, decide buscar a Superman en su exilio autoimpuesto, en un intento de encontrar en la imagen del héroe un modelo… y ¿por qué no? un hombre por el cual siempre sintió más que una amistad.
Los acontecimientos se desarrollan bajo la atenta mirada del Espectro y Norman McCay, quienes viajan entre dimensiones para asistir al crecimiento del conflicto. Las cosas comienzan a tomar un cariz diferente cuando la nueva JLA, al mando del recuperado Superman, decide crear una especie de reformatorio de héroes que no lleva más que ha aumentar la tensión ya existente y genera el enfrentamiento con enemigos nunca soñados… la siniestra alianza entre el veterano Lex Luthor y ¡Batman! con el apoyo de algunos héroes retirados que al parecer no están conformes con el regreso de Superman y un nutrido grupo de héroes descendientes.
Más allá del argumento, se encuentra esta simbología premonitoria del fin del mundo que el ser humano siempre se ha esmerado en imaginar… qué mejor manera de actualizar el mito del fin del mundo que poner el destino de la humanidad en manos de los superhéroes, los íconos modernos, la mitología que ha calado con mayor fuerza en el siglo XX y en el naciente XXI.
De nuevo Ross nos sumerge en su concepto realista y la cotidianidad humana puede sentirse por encima de las presencias meta-humanas. Como es obvio pensar, la humanidad no se va a quedar quieta mientras el destino del mundo depende de dos fuerzas de cuya confrontación final no puede surgir beneficio alguno… la decisión está tomada y una ojiva nuclear está lista para ser lanzada en el momento en que a Superman se le salga de las manos controlar el conflicto creciente.
Kingdom Come añade a su riqueza narrativa y visual una revisión completa de los superhéroes clásicos de la DC Comics, y un enriquecimiento masivo con personajes nuevos, una evolución más allá de toda concepción en la que podemos apreciar la herencia y el peso mítico de los modelos heroicos en toda su dimensión. Adelantar algo más acerca del argumento sería arruinar la posibilidad de que los lectores conozcan los motivos que mueven a los personajes a actuar como lo hacen… de esta historia resulta interesante la decisión de Batman al apoyar a los villanos y, como siempre en él, sus motivaciones no son lo que aparentan.
Se puede decir, sin lugar a dudas, que este ha sido el trabajo más rico y profundo de Alex Ross, su concepción fue casi autónoma y el genio se vio libre de ataduras para enriquecer la historia con una galería delirante de personajes nuevos fruto de su mente, una libertad que entre otras cosas no es el común denominador en las grandes compañías de cómics, que siempre sujetan la rienda del creativo y en muchos casos controlan los derechos de autor de los héroes y villanos novedosos.
Como decía un lector en el post anterior, Alex Ross no se ha quedado quieto luego de los dos grandes logros ya citados, la siguiente es la lista grosso modo de sus más recientes trabajos:
- Como portadista en la macro saga Earth–X, Universe–X y Paradise-X
- Como ilustrador en Libertad y Justicia y Justicia para la JLA
- Como ilustrador en las novelas gráficas Paz en la tierra de Superman, Guerra contra el crimen de Batman, El espíritu de la verdad de Wonder Woman y Esperanza de Shazam
- Como ilustrador en la miniserie Tío Sam
- Como ilustrador en la historia corta the trust de Batman y Superman
- Como portadista en la serie Astrocity
- Como ilustrador en la presentación de la película Spiderman 2
- Como portadista en la miniserie Batalla de planetas
- 01 abr 2009 Las maravillas (Marvels) de Alex Ross
Y un etcétera de maravillosos trabajos en portadas de decenas de cómics y ediciones especiales… reseñar todo esto resultaría fatigoso pero será necesario hacerlo en la medida de lo posible. Por lo pronto queda en tarea del lector introducir el nombre de este señor en cualquier buscador web o adquirir el libro Mithology dedicado a su trabajo y continuar el apasionante viaje gráfico de la mano de este portento.
mircoles 29 de abril de 2009, 11:48 COT
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mircoles 13 de mayo de 2009, 00:14 COT
[…] sola viñeta, y el guión es de Mark Waid, el mismo que escribió la ya citada Kingdom Come con Alex Ross… y a propósito de él, les dejo como regalo final una obra que […]