La contraparte femenina (II): Batgirl
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 24 de febrero de 2010 0:30 COT
Le llega el turno ahora a una de las contrapartes femeninas más populares en el mundo del cómic. Batgirl es un personaje que no requiere mayores presentaciones; sin embargo vale la pena hacer una breve sinopsis de ella con el fin de aclarar las confusiones generadas a raíz de esa estúpida película llamada Batman y Robin, en la cual Joel Schumacher no solo demostró su capacidad para engendrar estolideces sino que alteró, en dicha cinta, de un modo absurdo e innecesario el verdadero origen de Batgirl.
Barbara Gordon, la hija menor de James Gordon, comisionado de policía de Ciudad Gótica, adopta la identidad de Batgirl en homenaje al gran amigo de su padre y también en parte para demostrarse a sí misma que era capaz de desempeñarse en la lucha contra el crimen de un modo más libre y directo de lo que su padre podía hacerlo. Una ciudad como Gotham, sumida en el crimen y la corrupción, necesitaba de más sombras justicieras para apoyar a Batman en su cruzada.
De este modo, Barbara desconoce al comienzo de su carrera la identidad secreta de Batman; sin embargo se lanza a emularlo apoyada por sus conocimientos detectivescos, herencia de su abnegado padre. Debe reconocerse que Batgirl empezó cojeando en la saga de Batman, sus primeras intervenciones pusieron en riesgo su vida muchas veces debido a su falta de entrenamiento y de la agilidad que permitieran a Robin ganarse un lugar más sólido como aliado de Batman desde un principio.
Pero estas deficiencias las suplía Barbara con la explotación de su alter ego, lo que le permitía estar cerca de las evidencias de los crímenes y sonsacarle información a su padre… que sin tener un pelo de tonto logró descubrir bien pronto que su propia hija era en realidad la misteriosa Batgirl y pese a sus regaños sabía que la joven estaba bien crecidita para tomar sus propias decisiones.
Sin embargo, Barbara no es, como todos creen, la primera Batgirl en la saga de Batman. Durante los cincuenta apareció una mujer que adoptó el nombre de Batwoman (Kathy Kane), una mujer con más buenas intenciones que capacidades heroicas —vale aclarar— y que tuvo a su cuidado a su sobrina, la primerísima Batgirl… ambas han quedado en el olvido debido a su intrascendencia (y sus trajes, si los miran detenidamente). Barbara Gordon logró pues no solo dar al título de Batgirl un lugar de honor en la historia de Batman, sino que entró con fuerza en los setenta como otra de las heroínas abanderadas de la liberación femenina.
Pero, como es costumbre en las historias de Batman, el toque dramático era inevitable y Barbara enfrentaría un doloroso revés en su vida de la mano del Joker… quizás el villano que más ha logrado dañar el cuerpo y la mente de los miembros de la llamada Batman family.
Durante tres décadas Batgirl acompañó de modo activo a Batman, llegó a tener su propio título, varias ediciones especiales y como si fuera poco impuso un estilo propio que la convirtió en un símbolo para varias generaciones de jovencitas.
Pero a finales de los ochenta las cosas se comenzaron a poner bastante oscuras en el universo DC y tras los sucesos fatídicos de la Crisis en las Tierras Infinitas (de la cual hablé en otro post hace un tiempo) las historias dejaron de ser positivas y esperanzadoras para convertirse en relatos de corte más sórdido y desgarrador.
Una de las primeras víctimas de este revolcón argumental fueron, a saber: el segundo Robin, de nombre Jason Todd, quien fue asesinado por el Joker (en la saga Muerte en la familia), y Batgirl, quien recibe un disparo en la columna vertebral de manos del mismo villano en la ya clásica saga La broma mortal.
Barbara Gordon queda pues confinada a una silla de ruedas, el diagnóstico es definitivo: no podrá volver a caminar; por ende, la personalidad de Batgirl desaparecerá para siempre y la ex heroína se enfrentará al reto más doloroso de su vida. A partir de este punto el carácter de Barbara se endurece y de alguna manera alcanza un grado de madurez y seriedad tan grande como el de Batman, cosa que en su anterior identidad no habría podido alcanzar.
Bárbara recibe el apoyo de la JLA, cuyos miembros ofrecen sus recursos tecnológicos para que ella vuelva a caminar, pero la joven rechaza la oferta y decide iniciar un proceso de reconstrucción personal asumiendo su limitación como una oportunidad para empezar de nuevo y desde otra perspectiva.
Es así que nace Oráculo, una red informática global que suministra y recoge todo tipo de datos necesarios tanto para Batman como para otros héroes, y que es controlada por Barbara desde su silla de ruedas en medio de un sinfín de computadoras.
Oráculo se gana un lugar de importancia en la JLA que Bárbara jamás alcanzó a tener en su identidad de Batgirl, la satisfacción desplazó en últimas al dolor y la frustración… pero a pesar de todo, la aguerrida mujer continúa luchando físicamente por recuperarse y sacudirse la silla de ruedas a futuro.
Se podría decir que ese fue el final de Batgirl, pero las cosas no se quedaron así, pues durante los eventos de la saga Cataclismo, surge una nueva Batgirl encarnada por otra joven justiciera: la silente Cassandra Cain.
Luego de que la luchadora Barbara Gordon tuviera que dejar definitivamente su rol de Batgirl y convertirse en Oráculo, el asunto de la mujer en las historias de Batman volvió a quedar en manos de Gatúbela, quien por estas épocas ya no se cuenta entre las villanas sino entre las nuevas heroínas del cómic. Es más, Gatúbela ha hecho alianza con Oráculo, Canario negro y Huntress para fundar el grupo anticriminal femenino de Ciudad Gótica conocido como Birds of prey.
Este giro en los cómics sirvió de excusa para que en su momento la Warner Bros lanzara una serie en imagen real con el mismo nombre. La idea, a pesar de ser buena, no contaba con un sólido guión y no tuvo el empuje de series como Smallville, por ello no aguantó más allá de la primera temporada, pero como es costumbre para mí decirlo en este espacio, “esa es otra historia”.
La huella dejada por Bárbara era muy fuerte como para que las cosas quedaran así y por eso apareció la sucesora de la identidad de Batgirl, una joven con extraños (y si se quiere recurrentes) poderes de agilidad llamada Cassandra Cain, quien vino a asumir el rol tras los eventos de la ya mencionada saga Cataclismo, en los cuales ciudad Gótica quedó reducida a astillas tras un salvaje terremoto de 8,5 en la escala Richter (para que vean que no solo en Haití se sacude el mundo).
Siendo una heroína sin mucha experiencia previa le fue difícil llenar el traje por un tiempo, pero demostró su valía durante la recuperación de la ciudad que tuvo que adelantar Batman en la serie Tierra de nadie, cuando los villanos decidieron repartirse los escombros y apoderarse de lo que quedaba de la ciudad.
Superada la crisis, la joven Cassandra perdió sus habilidades sobrenaturales (¡gracias a Dios!) y comenzó a depender de su propia habilidad física, cosa que ha permitido que el público la vaya aceptando como la sucesora de Batgirl… hay que anotar que yo, al igual que muchos lectores voraces del título de Batman, siempre apreciamos más el corte de estos héroes desprovistos de habilidades superhumanas… este cambio en Cassandra la hace mucho más interesante que antes. Es poco lo que ha hecho Cassandra en estos pocos años, pero si Batman ya le dio su aval debe ser por algo, se espera mucho potencial en esta heroína que en el nuevo siglo mantiene vivo el cuerpo y el espíritu de Batgirl.
Y bien, concluyo aquí este breve homenaje a las contrapartes femeninas en el universo DC, hay muchísimos más casos que muestran este fenómeno, obviamente, están por ejemplo: Hawkwoman, Zatana, Dra Fate, varias Green Lanterns, etc. Pero pienso que son Supergirl y Batgirl quienes explican de un modo más contundente el asunto de las contrapartes.
En cuanto al universo Marvel las cosas no son tan claras, tenemos una Spider Woman, una She-Hulk, una Namorita, etc; sin embargo siempre me han parecido de mayor profundidad argumental las dos citadas heroínas, aunque si alguien quiere hincarle el diente un rato al asunto de las contrapartes femeninas en la Marvel Comics, pues bienvenido. Yo prefiero dejarlo por ahora así y no meterme en camisa de once varas.