[Interludio] El riesgo del Risk
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 17 de octubre de 2012 19:31 COT
El Risk es uno de esos juegos de mesa que pululan hoy en día y que consiste básicamente en manejar estrategias para adueñarse de varios países hasta dominar el mundo. Si usted, lector, ha tenido la oportunidad de jugarlo, se habrá dado cuenta de que pueden pasar horas antes de que la cosa se ponga interesante. Sin embargo, pese a su carácter lúdico, hay gente que se toma esto demasiado en serio y es ahí cuando la cosa se torna más aburridora.
El suscrito cometió hace pocos días la estupidez de volver a jugarlo, debido a la insistencia de un individuo adicto a tal juego en una reunión social. Yo ya había tenido la amarga experiencia de enfrentar este juego en el pasado, pero no podía recordar el motivo por el que le hubiera cogido fobia… tarde recordé la razón. En aquella época también acepté jugarlo con otro fanatiquillo y la experiencia volvió a repetirse en toda su asquerosa dimensión.
Si uno poco o nada conoce acerca del juego y sus intrincadas reglas, se convierte en presa fácil de los adictos, quienes te bombardean con una retahíla de reglas amañadas para que tú solo sepas lo que a ellos les conviene para hacerte perder y de paso hacerte sentir un imbécil.
El fanático del Risk tiene por norma hacer gala de sus conocimientos acerca del juego y de esgrimir una suficiencia que raya en la impotabilidad. Sus métodos para adueñarse del control son 'multivariados', pero el principal consiste en una extraña complicidad con los dados utilizados. Al principio el fanático te hace sentir cómodo, de repente te ves en cierto sentido tranquilo… pero mucho cuidado, pues todo forma parte del plan que este mentecato ha concebido para ridiculizarte poco a poco.
En esta ocasión hice pareja con mi novia, que al igual que yo entendía la mitad de las absurdeces mentadas por el fulano. De este modo nos vimos convertidos en una ficha más del juego y el tedio nos invadió a medida que veíamos cómo este sujeto esgrimía extrañas normas y reglas que sospechosamente no aparecían en la caja de instrucciones.
Lo que más desprecio de estos fanáticos es su incapacidad para tomar el juego como algo azaroso, su meta obsesiva es ganar pese a todo, así las personas con las que juegan comiencen a mirarlos con odio. Ellos no prestan importancia a esto, ni siquiera los bostezos resultan útiles, el fanático está inmerso en su mundo de triunfo y gloria intrascendentes sobre los demás, así estos sean inexpertos despreocupados por adueñarse de un mundo de cartón con muñequitos de plástico.
En el colmo del abuso, el fanático ya entrado en calor comienza a alterar las normas y se inventa las propias que le permitan conquistar y conquistar más territorios aplastando en el proceso la simpatía que se hubiera podido sentir por él antes de comenzar el dichoso juego. Llegados a este punto, los aburridos contertulios solo quieren terminar la estupidez lo más pronto posible y ni siquiera quedan ánimos de rebatir las sutiles alteraciones de las reglas que se hayan venido dando.
Tengo algunas teorías psicológicas acerca del porqué estos fanáticos actúan así, y de ellas la que más me agrada es que tales personajillos se sienten tan mediocres con sus vidas que encuentran en este juego la manera de sentirse superiores así sea por un momento. Quizás exista un complejo de inferioridad, pequeñez en el pene, deficiencias eréctiles, eyaculación precoz o problemas de personalidad de muy variada índole. Lo cierto es que el fanático del Risk es un ser despreciable y debería estar restringido su acceso en cualquier fiesta o reunión social.
Yo, por mi parte, ya aprendí mi lección y tengo claro que frente a uno de estos fanáticos badulaques debo escurrir el bulto. Si alguno de ustedes tiene la desdicha de enfrentar esta situación, absurda por demás, debería seguir este sabio consejo y largarse cuanto antes del lugar. Eso sí, no sin antes echarse en el bolsillo algunos de los muñequitos, pues están bien hechos y se ven muy bien en una colección de figuras en miniatura… amén de que puedes imaginarte la ira del fulano cuando descubra que sus pendejos soldados están incompletos.
jueves 18 de octubre de 2012, 20:57 COT
A mi me gusta el Risk, aunque también me parece muy largo para mi gusto, pero la nueva versión de el Risk la cosa cambia y no se hace tan largo el juego.
Debo admitir que tienes razón en lo de las reglas inventadas, todo el mundo tiene una forma de jugar, pero creo que eso pasa con la mayoría de juegos, a mi por eso tampoco me gustaba el monopolio…me parecía eterno, pero leyendo bien las reglas los juegos se juegan mejor, creo que el error también es de los que participan que se conforman con las reglas que les cuentan y no las leen ellos mismos.
Hace rato que no comentaba, pero te leo siempre.