[Interludio] Doctor Comic Origins
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mircoles 15 de abril de 2009 9:03 COT
Como el asunto de los “origins” está tan de moda, es momento de que los lectores tengan un respiro en el análisis del maestro Alex Ross y saboreen un delicioso entremés con los inofensivos caquitos… (perdón, es que Chespirito se me cruza a veces), saboreen el origen del Doctor Comic, para así despejar algunas de las más grandes inquietudes que acosan a la humanidad: ¿de dónde vino este tipo?, ¿qué busca este Doctor?, ¿por qué se autonombró Doctor?… y la más importante: ¿por qué no inició su columna con una monografía para autoalabarse como lo hizo Sentido Común?… Estas y otras incógnitas encontrarán solución o mayor confusión en las siguientes líneas.
La historia del Doctor Comic sin anestesia (capítulo único)
Todo comenzó hace unos 28 años, cuando el entonces inocente y cándido Doc ni siquiera sospechaba los caminos que la vida le depararía. Un buen día este escuálido niño quedó petrificado ante una historieta que, con el desdén propio del buen seductor, aparecía en la vitrina de un almacén y a partir de ese instante su vida cambió para siempre.
La identidad del primer cómic del Doc sigue siendo un misterio hasta para él mismo; recientes estudios y entrevistas a familiares confirman que bien pudo ser un especial de 64 páginas de las aventuras de Tio Rico McPato, del cual aún reposan algunos fragmentos en la cámara hiperbárica de su Santuario.
El uso de razón me permite confirmar que tan solo las imágenes fueron suficientes para captar mi atención de una vez y por el resto de mi vida, y a partir de allí la compulsión por ver más y más ilustraciones no ha disminuido un ápice. En los inicios de los 80 el cómic era un artículo casi obligado de los almacenes y librerías, de ahí que el acceso era fácil y hasta económico.
El Doc comenzó sus pinitos en la lectura de la imagen con las revistas de Editorial Novaro (hoy desaparecida) y el mundo superheroico le fue entregado de la mano de Tarzán, El Llanero Solitario, Superman, Batman, Linterna Verde, Flash y la JLA en general. Las revistas se editaban semanalmente y no quiero ni pensar lo que gastó mi madre para que su frenético hijo tuviera al menos acceso a un ejemplar de tal ordalía editorial cada semana.
Los cómics comenzaron a acumularse con comodidad en la habitación, la vida y el corazón del Doc, y fue en las épocas de conocer el abecedario que apareció la saga que marcó el ascenso al siguiente nivel, el de gozar no solo la imagen sino también las historias narradas: Kalimán fue quien abrió la puerta y un sinnúmero de aventuras pusieron a volar la imaginación del Doc a otros países y civilizaciones. Editora Cinco legó varias sagas de cómic, a saber: Arandú, Orión, Kendor, El Fugitivo, Águila Solitaria, Starman y muchos otros, pero Kalimán fue quizás el mayor estimulante que tuvo el Doc para alcanzar a la temprana edad de 13 años su grado de Comicólogo.
(vemos en la imagen a la joven promesa de la Comicología recibiendo su título de manos de Kalimán, en ceremonia adelantada a puerta cerrada en el monasterio tibetano de Lhasa)
Contando ya con su cartón, el Doc se entregó a numerosos estudios y volvió a retomar sus abandonados cómics de Superman y Batman con miras a iniciar un postgrado. En esos años hicieron su aparición en las librerías los cómics gringos con un auge que el Doc aún extraña.
En esta nueva etapa de estudios el Doc y su primo El Cabo Bardamu se entregaron a la adquisición ocasional de cómics pertenecientes a las grandes compañías estadounidenses: DC y Marvel. Llegó la nueva época de Spiderman, X-men y Avengers, en cuyas páginas en inglés estos dos inquietos legos no encontraron ningún limitante para quedar atrapados por las historias.
El comienzo de los noventa trajo consigo grandes satisfacciones al Doc, quien se sumergió con entrega en estos nuevos conocimientos, llegando incluso a sacrificar helados y buses para reunir el dinero que le permitiera continuar su proceso académico. Tales sacrificios serían pues recompensados a finales de dicha década cuando, luego de concretar una farragosa pero muy completa tesis titulada Acerca de las variantes del traje de Batman y los fragmentos perdidos en la vida de Wolverine, el Doc alcanzó su postgrado en Estudios Comicológicos Avanzados.
(en la imagen se aprecia al Doc con traje de Ala Nocturna recibiendo su título de manos de Batman en el Comic College of Gotham City)
A mediados de los 90 hicieron su aparición los primeros ejemplares de Editorial Vid, encargada de traducir y reeditar toda suerte de cómics nuevos y clásicos. Fue este el paso definitivo para que el Doc abandonara su año sabático y se diera a la tarea de iniciar un paso más en su ya brillante carrera académica.
Hacia el año 2001 el Doc alcanzaría su Máster en Altos Estudios Comicológicos luego de memorizar las identidades, poderes y relaciones familiares y sentimentales de todos los X-Men. La presión fue muy grande, pues entre los evaluadores se encontraban el Profesor X y Magneto. La conclusión al final de la extenuante jornada fue unánime: El Doc había alcanzado el Master Marvel, más conocido como Martel (algunos lo suelen confundir con Miercolel pero ese título se entrega en la categoría de Altos Estudios Coprológicos)
(en la imagen, el Doc, con evidentes señales de agotamiento recibe el diploma y la medalla con el rubí de Citorak de manos de Juggernaut… momentos después la mano del Doc sería enyesada)
Vino entonces un momento crítico tanto para el Doc como para la comunidad "comiqueril" en general. De buenas a primeras estalló la ya célebre gran depresión del cómic y los títulos que antes inundaban las librerías desaparecieron a una velocidad alarmante… El motivo: el aumento de los aranceles para la importación de cómics. Durante los siguientes tres años el Doc sostuvo una apretada agenda y viajes al exterior junto con un comité de comiqueros ofendidos, tratando inútilmente de encontrar una salida a la problemática.
Este periodo de crisis sirvió para que varios sectores volvieran la mirada a las proféticas palabras del Doc hechas meses atrás acerca de la importancia de crear una industria nacional del cómic… Estos sectores volvieron la mirada, pero para otro lado pues las cosas siguieron en las mismas.
Pero el Doc no ceja en su búsqueda de conocimientos y hacia finales del 2003 logra dar con un sitio al que llegaban cómics de segunda y al que cariñosamente bautiza como “roto”. En este paradisíaco lugar el Doc procura aumentar sus saberes y disminuir sus haberes con una clara meta trazada, alcanzar su Doctorado con una inmensa adquisición de revistas de la extinta Editorial Novaro y otras muchas sorpresas que le darían el bagaje definitivo. Exactamente hace un año el sueño se cumple cuando alcanza su Doctorado en una apretada final donde concursan Comicólogos de varios países.
(en la imagen el Doc disfrazado de “La Sombra” recibe su título de manos o capa (nunca quedó claro) de Spawn, en ceremonia llevada a cabo en las instalaciones de La Escuela para Jóvenes Dotados del Profesor X)
Nace pues el espacio virtual del Doc y con ello nuevos retos para el joven académico, quien luego de nutrirse con recientes adquisiciones de cómics bajados por Internet, ve alcanzadas sus metas al serle otorgados en esta fecha dos títulos que lo llenan de satisfacción y alegría. El primero es el Honoris Causa en Estudios y difusión del conocimiento cómic emitido por la Real Academia Comicológica de Metrópolis, y el segundo y más importante: el título de PhD en el Noveno Arte que entregan cada cinco años la Liga de la Justicia de América en asocio con los Avengers West Coast.
mircoles 15 de abril de 2009, 15:56 COT
La verdad no había pensado en divertirme tanto leyendo esto, está buenísimo, sobretodo las fotos de las graduaciones, es más, creo que la última se me hace conocida, muy conocida, menos mal que Spawn sale bien ahí. ¿Y qué pasó con Condorito? Hasta donde recuerdo, usted también tuvo una historia en su infancia con dicho loro y sus amigos.
Saludos al Cabo Bardamu
viernes 24 de abril de 2009, 22:15 COT
Vea pues, proximamente veremos en las universidades la poco conocida y en auge carrera de Estudios Comicológicos. Me diverti con el texto, Saludos