Yo con Yo
impuesto de guerraPor Sentido Común
viernes 28 de octubre de 2005 10:20 COT
Declarada exequible su reelección por la Corte, el Presidente ofreció, de dientes para afuera como corresponde a su estilo, plenas garantías para todas las campañas y mucha transparencia, una de sus palabras favoritas, mostrándose como el más demócrata de los gobernantes. Acto seguido, organizo en Palacio una selecta reunión con la bancada reuribista y los directores de la campaña Uribe RePresidente para tratar el tema de seguridad de la misma. Al recibir quejas de la mayoría de ellos sobre amenazas disuasivas provenientes de los paras, el mandatario mandó llamar a su presencia al Alto Comisionado para la Paz y procedió con una de sus tradicionales “vaciadas” en público. “Oíste Luís Carlos, no podemos permitir que personas que no se hayan desmovilizado, adelanten campaña política con armitas”. Con ésta frase creyó conjurar una crisis entre las dos alas del reuribismo, la civil y la paramilitar.
Pero la cuestión de fondo es más grave en un país que se ha ido acostumbrando a todo. El Gobierno-Campaña que esto ofrece, arrancó con una enorme ventaja a su favor, pues le lleva tres años de gabelas a cualquier oponente, entre consejos comunales, manejo estratégico de imagen con dineros estatales, nombramientos y prebendas a dos manos, manipulación de la opinión pública y divulgación de encuestas y estadísticas amañadas. Posiblemente quienes no son beneficiarios directos del Gobierno e insisten en ser reuribistas, inconcientemente se encuentran atrapados en los tentáculos de este pulpo electorero. La confianza, único valor que considero que ReUribe ha despertado en la gente, se convierte en desencanto cuando se descubre la triste realidad.
Muchos de quienes criticaron a Chávez cuando modificó la Constitución de Venezuela para enraizarse en el gobierno, justifican hoy la barbarie gubernamental local de cambiar el articulito para lo propio, con el argumento de que no se podía negar al pueblo colombiano el derecho a mantener en la butaca a tan buen gobernante. Por enésima vez les pedimos que sustenten con hechos esta afirmación y que tengan en cuenta en su balance los interminables escándalos por corrupción, politiquería y falta de ética que ha protagonizado el Gobierno Uribe desde su inicio, para ver que queda. No lo invento yo, son verdades inatajables en los medios de comunicación, pese a que muchos de sus propietarios mantienen cercanos vínculos con ReUribe.
De lo que se trata en esta contienda electoral es, ni más ni menos, que de consolidar o no un régimen que favorece exclusivamente a los dueños del poder y mantiene en abandono a la gente del común, la que cada vez se verá más pobre y desarrapada. Estamos frente a una camarilla paisa de dudosos orígenes, amangualada con potentes grupos económicos de distinta índole, que para conseguir sus fines ha atrapado en su red a lo más granado de la clase politiquera tradicional, aquella que nunca opone mayor resistencia cuando de la cuchara se trata.
Lord Acton dijo algo muy cierto: “El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente.” No demos papaya.
sbado 29 de octubre de 2005, 08:04 COT
Gracias por tu comentario….
Ya conocía tu Blog y me parecen oportunos los análisis. La realidad del País hay que debatirla…seguiremos tus notas….